A siete meses de la inauguración del Mundial 2026,  prevista para el próximo 11 de julio en el Estadio Azteca, en la alcaldía Coyoacán, la presión urbana se intensifica en la  colonia Santa Úrsula Coapa, donde vecinas y vecinos resisten ante la gentrificación y los nuevos proyectos inmobiliarios. 

Este 10 de diciembre, un grupo de personas, la mayoría adultas mayores y residentes originarias Santa Úrsula Coapa, se reunieron frente a la Plazuela de la Solidaridad para denunciar la venta de construcciones irregulares que afecta a la población aledaña.

“La colonia Santa Ursula Coapa tiene un uso de suelo de máximo tres niveles”, dijo Augusto Lara, vecino de la colonia, mientras leía el pronunciamiento colectivo durante una conferencia de prensa frente a un edificio de cinco pisos, ubicado en la calle Popocatépetl, Mz 893, Lt 27, cuya construcción continúa en marcha. 

De acuerdo con la denuncia, las nuevas construcciones fueron rastreadas por los vecinos en internet en páginas de Facebook y de venta de propiedades, donde se ofertan como oportunidades de inversión para aumentar su plusvalía cuando el Mundial tome lugar. 

Por ello se colocó una pancarta simbólica en la que se enlistan nueve puntos que infringen la ley de desarrollo urbano y el Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México, entre los que destacan: certificado de uso de suelo emitido por la Secretaría de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana (SPOTME), manifestación de impacto ambiental emitida por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y opinión en materia de riesgos y programa de protección civil , por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos.

Pese al  avance del cartel inmobiliario, las mujeres cuidan y tejen comunidad

Este edificio,—del que las y los habitantes aún desconocen a la empresa constructora— comenzó  a principios de año. 

“Esta construcción irregular se inició alrededor de abril de 2025. Nosotros no encontrábamos dónde iban a caber estas nuevas edificaciones, si habían o no permisos, e investigando nos dimos cuenta de todas estas irregularidades. Pasando por aquí, los vecinos nos indicaron que ya existían este tipo de edificaciones en su colonia”, explicó Natalia Lara, integrante de la Cooperativa Acción Solidaria en entrevista con La Cadera de Eva. 

Foto: Wanda Pacheco
Foto: Wanda Pacheco

“Cuando las mujeres ocupamos el espacio público y trasladamos los cuidados de los íntimo a lo público, generamos mejores condiciones de convivencia. Ahora nuestros espacios públicos se están viendo amenazados. Antes venían familias para que las infancias pudieran jugar, y a raíz de esta construcción, las personas albañiles han corrido a las infancias”, explicó Lara. La Plazuela Solidaridad era un lugar de congregación, en donde infancias y personas adultas se reunían para talleres de reciclaje. 

Más de 50 años habitando Santa Úrsula Coapa

Pero, ¿qué sucede con las mujeres de la colonia?  De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2024, del Inegi, las mujeres absorben la mayor parte de las tareas de cuidado, pues dedican en promedio 39.7 horas semanales al trabajo doméstico, de cuidados y voluntario, mientras que los hombres sólo invierten 18.2 horas.

Con el avance de estas construcciones, que al día de hoy suman treinta en diferentes puntos de la colonia, de acuerdo con un mapeo provisional elaborado por los vecinos, la labor de cuidados se ve afectada. Desde lavar ropa, hasta el simple hecho de descansar, las mujeres de Santa Úrsula han sido uno de los sectores más afectados por el paso del cartel inmobiliaria. 

Norma Piñón Pérez, cuyo hogar se localiza a espaldas del edificio situado en calle Popocatépetl, comenzó a notar irregularidades en la construcción que más tarde afectaron directamente a la infraestructura de su hogar, que lleva más de 60 años en pie.  

“Mis padres fueron fundadores de la colonia, llevan más de 65 años viviendo aquí. Entre los daños, principalmente en la época de lluvia, el desnivel de los pisos hacía que toda el agua se estancara en mis recámaras, mi cocina y aún no me dicen cómo van a resolver esas filtraciones de agua”, relata Norma Piñón Pérez.

Foto: Wanda Pacheco
Foto: Wanda Pacheco

Además, Norma tenía en pie realizar una extensión en su hogar, por lo que había comprado losetas, láminas y material de construcción, sin embargo, la llegada de la constructora ha imposibilitado que ejerza su derecho a la vivienda y ha afectado el estado de su material:  techos llenos de mezcla, madera, basura y  daños a un calentador solar. 

“El día miércoles de la semana pasada, a las 6 de la mañana, yo les permití poner una protección para que no cayeran palos, tierra y tabiques. la protección de diez polines se cayó. Dañaron mis plantas, el lugar donde tiendo mi ropa, y es el paso de un jovencito a su recámara”, relató.

Este caso no es aislado; lo viven decenas de mujeres cuidadoras de la colonia, entre ellas doña Paz Gutiérrez, una adulta mayor cuyo descanso se ha visto alterado por el ruido constante de la obra y por la dificultad para realizar tareas tan básicas como tender la ropa. Según relatan habitantes de la zona, las y los albañiles llegaron a trabajar día y noche (no sólo entre semana) y extendieron la jornada hasta las 11 de la noche.

¿Qué es lo que denuncian los vecinos de Santa Úrsula Coapa?

De acuerdo con lo que denuncian, la construcción de los 19 departamentos agravará los problemas existentes en la zona, como la escasez de agua. La zona es una de las que más padece de esta crisis, e incluso sobrevive mediante una técnica conocida como por tandeo, en donde un día sí hay  agua y otros dos o tres,  no. 

A esto se le suma las denuncias hechas por las y los vecinos. Entre ellas, la falta de un programa de protección civil, lo cual aumenta el riesgo de daños a las casas aledañas. Además, no cuentan con barreras de protección para evitar la caída de material, daños estructurales, destrucción grave de propiedad y ruido y basura.

Foto: Wanda Pacheco
Foto: Wanda Pacheco

En cuanto a los permisos, las personas vecinas señalan que, “es notorio que la obra no tiene permiso”. La ley exige que toda obra exhiba una lona de publicidad con información como el número de departamentos, la empresa constructora y el responsable. Sin embargo, la construcción no cumple con esta norma y no exhibe ninguna lona de publicitación.

Los vecinos acusan directamente a todas las autoridades, incluyendo a Clara Brugada y Giovanni Gutiérrez de callar ante la situación pues, “sólo se explican esta permisividad en las construcciones por los actos de corrupción en la Alcaldía Coyoacán y, consideran que Gutiérrez saca provecho de la especulación que ha llegado con el mundial, donde a través del pago de multas, dádivas”,  no se interrumpen estos actos ilícitos”. 

Finalmente, vecinas y vecinos señalaron que el impuesto predial se ha elevado más del 30% debido a la supuesta plusvalía generada por estas construcciones, a pesar de la disminución en la calidad de los servicios públicos.