Todos los ojos puestos en la Global Flotilla Sumud, integrada por al menos 50 barcos provenientes de más de 45 países y con la misión de llevar ayuda médica y alimentaria a Gaza. Este miércoles fue interceptada en aguas internacionales por fuerzas navales de Israel.

Entre los tripulantes se encuentran al menos siete mexicanas y mexicanos: Carlos Pérez Osorio, Ernesto Ledesma Arronte, Sol González Eguía, Arlín Gabriela Medrano Guzmán, Laura Alejandra Veléz Ruiz Gaitán, Miriam Moreno Sánchez y Diego Vázquez Galindo.

Los organizadores denunciaron en una publicación en X que los barcos fueron abordados de manera ilegal:

“Nuestros barcos están siendo interceptados ilegalmente. Las cámaras están desconectadas y los buques han sido abordados por personal militar. Estamos trabajando activamente para confirmar la seguridad y el estado de todos los participantes a bordo”.

Denuncias de violación a derechos

En uno de los barcos, el Adara, viajan activistas de diversas nacionalidades, incluidas dos mexicanas. Una de ellas, Arlin Medrano, denunció la acción como una violación a sus derechos y un acto en contra de su voluntad.

La relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, había advertido previamente que interceptar las embarcaciones podría constituir una “violación de la legalidad internacional”, pues “las aguas de Gaza no están bajo la legítima autoridad de Israel” y el derecho internacional prohíbe este tipo de operaciones.

Reacciones oficiales

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, calificó la flotilla como “una provocación” y exigió que los barcos entregaran la ayuda a través de canales autorizados por su gobierno: “No es demasiado tarde”, escribió en X.

En contraste, los organizadores de la flotilla, que forma parte del Global Movement to Gaza, subrayan que su misión es no violenta y está enmarcada en el derecho internacional.

El gobierno israelí ha acusado a algunos de los participantes de tener vínculos con Hamás, aunque no ha presentado pruebas contundentes. Los activistas han rechazado las acusaciones y afirman que Israel busca justificar posibles ataques contra la flotilla.

“No rompemos ninguna ley ni violamos el derecho internacional”, nos dijo González en entrevista cuando inició la navegación. “Nuestra misión es meramente de ayuda humanitaria, llevando insumos de salud y alimentos, no armas”.

La detención ocurre además en medio de denuncias internacionales de genocidio contra Israel por las condiciones impuestas en Gaza: el bloqueo marítimo, la restricción de ayuda y los bombardeos sistemáticos han sido señalados por activistas, como parte de un patrón de exterminio contra la población palestina.

Para las y los activistas de la flotilla, el intento de frenar el ingreso de alimentos y medicinas refuerza esas acusaciones.