¿Qué sucede cuándo una mujer desaparece? ¿Cómo hallar el rastro de alguien que ya no está? ¿Quién era, qué le gustaba y cuáles eran sus manías?

La escritora colombiana Mariantuá Correa hace su debut literario con la novela Ciudad Láser (Almadía, 2024) , un relato crudo que habla sobre la desaparición de Soledad, una mujer que al salir de su lugar de trabajo, una clínica de depilación láser, no llega a su destino.

Esta novela retrata a las sociedad machistas de América Latina, de la violencia que enfrentan las mujeres únicamente por ser seres sintientes de deseo.

Ciudad Láser nace de una experiencia personal de Mariantuá Corral, que tras la recomendación de su dermatólogo, asistió a una sesión de depilación láser y se enfrentó a un escenario escabroso; recostar su cuerpo desnudo sobre una camilla, con los ojos vendados, en un cubículo estrecho, y a merced de una mujer desconocida. “Parte un poco de ese temor corporal. Por la exposición del cuerpo, por estar ante un desconocido, por la desnudez”, platicó la autora en entrevista con La Cadera de Eva.

La historia está llena de misticismo y tensión dosificada en una estructura narrativa compleja, llena de matices propios del género noir. “Es una novela que expone aberraciones, la manipulación del deseo y miedos como la privación la violación de la privacidad y de la intimidad que es expuesta sin consenso mutuo”

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Desaparición forzada en América Latina

En América Latina las desapariciones de mujeres están relacionadas con la trata de personas, la violencia sexual y el delito de feminicidio. En México, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas estima que históricamente en México hay más de 30 mil mujeres en estado de desaparición, aunque las cifras no incluyen aquellos casos que no fueron denunciados.

“La desaparición causa mucho estremecimiento no sólo a nivel político, sino también a nivel psíquico, me refiero a que es un estado de incertidumbre permanente para las personas que se quedan esperando a la persona que desaparece”, explicó Mariantuá Corral

El conflicto armado en Colombia ha dejado más de 100 mil personas desaparecidas, según datos de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas del país. El plebiscito por la paz de 2016 entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo marcó el inicio del fin a años de guerra interna, pero las pérdidas fueron devastadoras y en la actualidad, aún hay personas sin regresar a casa.

“Esa incertidumbre psíquica, esa incertidumbre política, esa espera que no termina, esa imposibilidad de hacer las paces con el presente porque solo hay pasado y solo el futuro”. (Mariantuá Corral)

“La incertidumbre siempre me ha dado muchísimo miedo pero sobre todo la incertidumbre con relación a un cuerpo humano, a un cuerpo querido, a una persona querida. Tuve una experiencia con familiares de personas desaparecidas en el conflicto armado de Colombia en el plebiscito del 2016, tuve oportunidad de hablar con esos familiares y el estremecimiento fue mucho”.

La manipulación y el deseo 

Para la autora, la manipulación y el deseo muchas veces están tremendamente condicionadas por un sistema institucionalizado y por la mirada masculina. La escritora explora cómo la voluntad de ceder ante el deseo termina desdibujando la identidad de una persona, rompiendo el código ético de las mujeres por empatar un anhelo masculino.

Aquí, la desaparición física se mezcla con la desaparición de la identidad de Soledad en una relación codependiente. “Esta manipulación en susurro que Raúl hace con Soledad empieza de manera muy inocente como un juego erótico termina volviéndose una desaparición”

“En otras distopías está prohibido el objeto, el libro o las reuniones sociales que puedan atraer nuevas ideas contra alguna especie de régimen, pero (en la realidad) nosotros no tenemos nada censurado y eso me parece peligroso. Desde mi punto de vista hay una manipulación del deseo; mediante todo el sistema te voy diciendo lo que tienes que desear”.

El deseo manipulado empuja, especialmente a las mujeres en un sistema patriarcal, a aparentar querer aquello promulgado. “Hasta dónde nosotras las mujeres tenemos nuestro deseo por complacencia y sobre todo por complacencia masculina”.

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