La llegada del invierno marca un período crítico para las poblaciones callejeras, quienes se enfrentan a condiciones climáticas extremas que amenazan su salud y ponen en peligro su vida. Pasar una noche helada en la calle, sin un techo ni una cobija, sin un lugar seguro donde cerrar los ojos y sentirse a salvo, es una realidad cotidiana para casi seis mil personas en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Durante los frentes fríos, esta precariedad se intensifica y expone a miles de personas a riesgos que podrían evitarse.

Las consecuencias de esta exclusión son alarmantes. Desde 2014 se han documentado 6 mil 41 muertes de personas de poblaciones callejeras en México por enfermedades, accidentes, homicidios y suicidios. El 78 % de estos fallecimientos ocurrió en los últimos cinco años, según los registros de la campaña Chiras pelas, calacas flacas, realizada desde hace 22 años por El Caracol A. C.

De acuerdo con este registro, la esperanza de vida de las poblaciones callejeras en México es de apenas 45 años, tres décadas menos que el promedio nacional. Además, el 78 % de las personas fallecidas no logró ser identificada y, en el 67 % de los casos, ni siquiera se conoció la causa de muerte.

Un problema de derechos humanos que se agrava en invierno

Tan solo en lo que va del año, El Caracol documentó la muerte de 758 personas de poblaciones callejeras en el país. De ellas, 565 (74 %) no pudieron ser identificadas. Al menos 335 murieron en la vía pública y solo 16 personas —el 2.24 %— fallecieron en un hospital.

Para la organización, estos datos muestran que “las personas callejeras mueren lejos del sistema de salud y cerca del abandono”. Muchas de estas muertes, además, eran prevenibles: se registraron fallecimientos por enfermedades tratables, por deshidratación, hipokalemia y al menos 21 por hipotermia, una causa directamente relacionada con la exposición prolongada al frío.

La falta de acceso a servicios básicos como alimentación, agua y refugio es un tema de derechos humanos que viven todo el año las personas con situación de calle que se agrava durante el invierno, explicó en entrevista para La Cadera de Eva, Alexia Moreno Domínguez, coordinadora ejecutiva de El Caracol.

"La población en situación de calle se queda sin nada durante los frentes fríos. No solo se trata de la falta de refugio, sino también de la falta de acceso a servicios básicos" (Alexia Moreno, coordinadora El Caracol.)

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Foto: Cuartoscuro

Mujeres e infancias las más vulnerables

Las mujeres en situación de calle enfrentan riesgos adicionales durante el invierno, especialmente cuando viven con sus hijas e hijos. En la Ciudad de México —donde el Inegi estima que hay al menos mil 226 personas en esta situación— existen los Centros de Asistencia e Integración Social (CAIS), pero estos no admiten a familias completas.

Esto obliga a muchas mujeres a tomar una decisión imposible: separarse de sus hijos para acceder a un albergue o permanecer en la calle con ellos.

"Las mujeres deciden no irse a estos lugares porque saben que eso significa separarse de sus familias" (Alexia Moreno, coordinadora El Caracol.)

A ello se suman campañas invernales que, aunque reparten cobijas, resultan insuficientes y, en algunos casos, condicionadas. De acuerdo con El Caracol, a mujeres en situación de calle se les ha exigido proporcionar datos personales a cambio de insumos, lo que las expone a ser rastreadas por otras instituciones y a perder la custodia de sus hijos e hijas.

La falta de protección y apoyo para las personas en situación de calle tiene un impacto devastador en la salud mental de niños y niñas. La violencia constante y el miedo a ser detenidos o separados de sus familias son algunos de los factores que contribuyen a este problema. Un diagnóstico de impacto psicosociales realizado por El Caracol reveló que casi todas las personas que participaron, incluyendo menores de edad, estaban viviendo estrés y ansiedad.

"Las personas en situación de calle están en un estado de alerta constante, siempre esperando que algo malo suceda. Encontramos que niñas y niños de solo siete u ocho años ya estaban mostrando indicadores graves de estrés y ansiedad, y algunos incluso experimentaban depresión y sentimientos de desesperanza" ( Alexia Moreno Domínguez, coordinadora El Caracol.)

El informe Chiras pelas, calacas flacas también advierte que las mujeres en situación de calle enfrentan riesgos diferenciados y una mayor exposición a violencias extremas, lo que se refleja en las causas de muerte documentadas.

Además de los fallecimientos por enfermedades tratables, deshidratación, hipokalemia e hipotermia, el registro muestra que una parte importante de las muertes está vinculada a agresiones directas. Homicidios, personas calcinadas y muertes derivadas de riñas forman parte de los patrones de violencia que afectan de manera particular a las mujeres, quienes enfrentan mayores riesgos de agresión física y sexual en el espacio público.

Para El Caracol, estas muertes no pueden entenderse como hechos aislados, sino como el resultado de una exclusión estructural que deja a las mujeres en situación de calle sin protección institucional, sin acceso a refugios seguros y expuestas a múltiples violencias. La organización subraya que muchas de estas muertes también eran prevenibles si existieran políticas públicas con perspectiva de género, albergues que admitan a mujeres con sus hijas e hijos y acceso oportuno a servicios de salud y protección.

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Foto: Cuartoscuro

¿Cómo podemos ayudar?

Para abordar este problema, El Caracol A. C. busca vincular a las personas en situación de calle con servicios de salud mental profesionales. Sin embargo, la falta de apoyo institucional y la sensación de abandono que experimentan las personas en situación de calle durante la temporada de vacaciones pueden empeorar la situación.

"Diciembre es un mes complicado para las personas en situación de calle. Se les presenta como un tiempo para estar con la familia y recibir regalos, pero en realidad, muchos de ellos no tienen un lugar seguro donde pasar la Navidad" (Alexia Moreno Domínguez, coordinadora El Caracol.)

Una de las principales dificultades es la falta de recursos para atender las necesidades específicas de esta población. Además, las organizaciones es la falta de apoyo institucional durante la temporada de vacaciones. En esta época del año, muchas instituciones y organizaciones se van de vacaciones, lo que deja a las personas en situación de calle sin acceso a servicios básicos.

Para hacer frente a estos desafíos, El Caracol A. C. se organiza para realizar un monitoreo y atención de emergencias durante la temporada de vacaciones. El equipo acompaña a las personas en situación de calle en situaciones de crisis, como cuando son desalojadas de sus lugares de refugio o cuando pierden sus pertenencias debido a la lluvia o el frío.

Para mejorar la accesibilidad a recursos y romper el estigma hacia las personas en situación de calle, es fundamental que los gobiernos y la sociedad en general tomen medidas concretas. Alexia Moreno menciona que la capacitación y sensibilización de las autoridades son clave para abordar las necesidades específicas de las personas en situación de calle. La sociedad también puede jugar un papel importante en la lucha contra el estigma hacia las personas en situación de calle.

"Es importante que la comunidad se sensibilice y sepa que la gente que está en la calle no está ahí porque quiere, sino porque hay varias situaciones que la han orillado a eso. Necesitan espacios seguros para vivir y desarrollarse como personas" (Alexia Moreno Domínguez, coordinadora El Caracol.)