Paola Llamas Dinero es una poeta mexicana originaria de Guadalajara, ha colaborado en publicaciones nacionales e internacionales y su obra se ha traducido al inglés y portugués. Algunas de sus obras son: Bestia y fuego (Mono ediciones, 2015), Izquierdo (Mueve la cola perrito, 2017), A veces soy un semáforo con todas las luces encendidas (2019) y Yo no pedí nacer mujer pero gracias (Osa Menor, 2021).
Además de escribir poesía se dedica a la promoción de la lectura y tiene su propio negocio de tortas ahogadas, al cual nombró “Las Tortugas Ninja, Adolescentes y Mutantes”. Ha participado en festivales y ferias internacionales como DiVerso, Hay Festival, FIL Guadalajara, Filo y Festival Caracol. Y, en este año, publicó Poemas para otakus, bajo el sello de Almadía.
En esta publicación Paola Llamas Dinero ideó una manera de hacer una poesía diferente, actual y propositiva, en la cual aborda un tema del cual se habla poco: enamorarse de personajes de ficción y, también, de no ficción.
La poesía construida como anime
En Poemas para otakus, Paola Llamas Dinero toma palabras, imágenes y referencias de la cultura pop para construir su propia voz y reconoce estos elementos como parte de nuestro lenguaje. En entrevista para La Cadera de Eva cuenta que incluir estos aspectos en su obra también es una manera de crear una poesía más accesible y de renovar las convenciones del canon literario establecido.
Comparte que el inicio de este libro está construido con versos que evocan sentimientos semejantes a los que busca transmitir un “opening” de anime, con un tono nostálgico y sensaciones agridulces. Lo mismo sucede a la mitad y al final del poemario, toda la narrativa de esta publicación es un homenaje a este formato.
Los kaomojis como elementos poéticos <>
La comunicación digital es un espacio particular para expresarnos y también para ficcionalizarnos, cuenta Paola. A través de redes sociales y otros lugares en la web muchas veces nos creamos un personaje, una fachada de cómo queremos ser vistos y destacamos los momentos de nuestra vida que deseamos que otras personas puedan ver.
También nuestros discursos cambian y el cómo plantamos nuestro ánimo, este elemento quiso incluirlo Llamas Dinero en su poesía, a través del uso de kaomojis: emoticonos japoneses que representan rostros e impresiones. Paola comparte que lo que le gusta de estas representaciones es que, al igual que en el mundo real, expresan emociones a través de la mirada.
Así, Poemas para otakus es una lectura emocionante y propositiva. Apta para todo público, aunque, como advierte Luna Miguel en la contraportada: “al leer este libro te saldrán orejas de gato y tus suspiros tendrán forma de emoji”.
Power up plastic
No soy especial de ningún modo.
Recuerdo
el sudor que me quedaba
alrededor de la muñeca.
El destino
no puede explicarse.
Gracias a Dios
y la fayuca de Obregón,
un buen día mi madre
encontró entre el mayoreo
un par de relojes que cambiaron
nuestras vidas.
Pasamos de ser un personaje secundario
a protagonistas.
El don del manejo del tiempo
ante las más grandes adversidades,
ni el agua, ni la oscuridad
nos detuvieron.
El botón de la derecha
y desprendía una luz verdosa
por si una noche
cualquiera
el mal.
A las ocho en punto
sonaba la alarma,
dábamos la señal
como líderes de la cuadra,
para que todos los niños
regresaran a sus casas.
Pasaban Dragon Ball
en el 5.
Nadie más
tenía el poder
que nosotras
y como gentes nobles
ayudábamos a los otros
a encontrar el camino
de salvación en sus vidas.
Gracias al tiempo
a la fayuca
y a nuestros relojes
azules de plástico contra el agua.
Paola Llamas Dinero