El machismo, el sexismo, el racismo, el clasismo, la homofobia, entre otros términos que fomentan la discriminación y la violencia en diferentes ámbitos, seguramente ya has escuchado hablar de ellos y conoces sus definiciones, pero ¿has oído hablar del capacitismo? Aquí te explicamos porque este término también es otra forma de discriminación.

El capacitismo es una ideología que atenta contra las personas que se considera socialmente “menos capaces”, por eso es un término complejo que se da en muchos ámbitos y atraviesa a varios sectores de la población, como las personas con discapacidad, a las mujeres, a los pobladores pertenecientes a un pueblo indígena, a las infancias y a las juventudes, es decir, a los grupos que históricamente han sido más vulnerados y a quienes se les ha invisibilizado y negado sus derechos. 

Por esta razón vamos a ver en qué consiste el capacitismo, algunos ejemplos de cómo se utiliza, cómo nos influencia y cómo podemos evitar reproducir este tipo de discriminación en nuestro día a día. 

¿Qué es el capacitismo?

De acuerdo con el glosario feminista del Instituto Electroral del Estado de Puebla, el capacitismo “se basa en una única forma de entender el cuerpo humano y sus habilidades, y todo lo que se desvíe de la “norma” es considerado un “error”.

La investigadora canadiense Vera Chouinard define el capacitismo como “una combinación de ideas, prácticas, instituciones y relaciones sociales que presuponen la integridad corporal, y al hacerlo, construyen como marginadas a las personas con discapacidad”. 

Por otro lado, este concepto constituye el subestimar las habilidades que pueda desarrollar una persona con algún tipo de diversidad funcional, esto se da principalmente, cuando se trata de discapacidades que se consideran “invisibles” como el autismo. 

En este sentido, al considerar que las personas con discapacidad no son “normales” promueven que sean ellas las que se adapten al sistema normativo y no al contrario, por eso es que existe una constante exclusión y poca adaptación para que las persona con discapacidad puedan acceder a los espacios públicos, a las escuelas, a las instituciones de salud

Ejemplos del capacitismo 

Para tener más claro, cómo funciona o cómo se ve reflejado en diferentes ámbitos, aquí te dejamos unos ejemplos claros del impacto que este fenómeno puede llegar a tener. 

La colectiva Equis Justicia para Mujeres, evidenció en mayo de 2011 que en la Comisión de Amnistía en México se le estaba solicitando a las personas con discapacidad un examen médico para acreditar la condición de discapacidad, este es un claro ejemplo de capacitismo

“La prevalencia de estereotipos y criterios capacitistas que perpetúan el estigma social sobre la discapacidad como enfermedad, en lugar de reconocer los obstáculos y barreras del entorno que la originan, violando con ello la Convención sobre los Derechos de Personas con Discapacidad”, denunciaron junto con otras colectivas. 

El capacitismo no solo se ve en las instituciones públicas, también se observa en el mercado laboral. Los empleadores pueden tener prejuicios y estereotipos sobre las capacidades de las personas con discapacidades por lo que les pueden negar los empleos aunque cumplan con todos los requisitos. 

Por otro lado, el capacitismo se ve reflejado en el lenguaje al minimizar e invalidar a las personas. Este fenómeno también se observa en la arquitectura o en el diseño de las ciudades, las personas con discapacidad de movilidad reducida tienen que enfrentar la falta de acceso a los espacios públicos, al transporte público, a las instituciones privadas y públicas, etc.  

Finalmente, el capacitismo se ve reflejado cuando se excluye o se asume que una persona con una condición neurodiversa, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA) no está capacitada para realizar ciertas actividades. 

¿Cómo no caer el capacitismo?

Para no caer en este tipo de discriminación, lo principal es informarte, preguntar y ser empática. Sí cuidas o conoces a una persona con discapacidad o una persona en condiciones diversas como el autismo es necesario promover la inclusión y la participación.

También debes respetar la autonomía de cada persona y no subestimar sus habilidades. Antes de intentar ayudar a una persona con discapacidad es necesario que la escuches para saber qué tipo de ayuda necesita y no suponer. Por último, trata de no usar un lenguaje discriminatorio.