Si amix, ¡Taylor Swift se casa! Así lo anunció la cantante en una publicación compartida en Instagram con su ahora prometido, el jugador de fútbol americano, Travis Kelce con la frase “Tu profesora de inglés y tu profesor de gimnasia se van a casar”.
Después de su aparición en el podcast, New Heights, donde anunció el lanzamiento de su duodécimo álbum de estudio The life of a showgirl, el próximo 3 de octubre de 2025, las expectativas por su nueva música ya estaban por la cima.
Y aunque sabemos que este es un amor heteronormado blanco ( que no nos hará romantizar la idea de la familia tradicional, ¡obvio!), también reconocemos que después de que los medios de comunicación estadounidenses e internacionales invadieran la privacidad la cantante a lo largo de su carrera y trivializara sus relaciones amorosa, este anuncio representa una forma de autonomía y control narrativo: fue ella quien decidió cómo, cuándo y de qué manera compartirlo.
Porque Taylor Swift es más que “la novia de” que “se casará con”, es quién, durante más de una década ha modificado el juego en la industria musical comercial.
Taylor Swift, la mujer que cambia las reglas del juego
“Me siento como una estudiante de secundaria cada vez que te miro. Quiero encontrarte entre la multitud solo para esconderme de ti”, canta Taylor Swift en la canción con la que anunció su compromiso con Travis Kelce, y es que después de explorar el amor romántico en una vida pública, la madre de las poetas torturadas también nos enseña que nuestras relaciones sentimentales deben ser recíprocas, nutritivas mutuamente y emocionantes.
Durante su aparición en el último podcast de New Heights dijo: “Esto es de lo que he escrito en mi música desde toda la vida”, cuando recordó que Travis Kelce la invitó a una cita haciéndole un brazalete de la amistad sin inhibiciones y seguro de lo que quería.
Pero más allá de la emoción Taylor Swift haya encontrado una pareja que no tenga miedo de demostrar afecto públicamente, la llamada “industria de la música” es una mastermind que ha construido su éxito a través del trabajo duro, por que (¡sin despolitizar las contradicciones en el clima político actual!) si bien es una mujer con privilegios de raza y clase, continúa siendo una mujer que ha volteado de cabeza a una industria históricamente liderada por hombres, donde la misoginia, el machismo y el menosprecio son el pan de cada día.
Y es que este el el año de Taylor Swift: compró sus másters, ganando una batalla por los derechos de su música, anunció un nuevo albúm y anunció su compromiso, todos estos eventos que las y los swifties esperábamos con ansías.