¡La espera terminó! A horas de que inicie la Met Gala 2025, la expectativa crece minuto a minuto, pues este día veremos a las celebridades más populares del momento rendir homenaje a la moda negra.

El tema de este año, Superfine: Tailoring Black Style, (Superfino: Confeccionando el Estilo Negro), es un homenaje a la moda afroamerica, pero más allá de las siluetas confeccionadas a medida, el sastre, el estilo y la elegancia de que trae consigo el dandyismo, el código de vestimenta de este año, la temática es una muestra de reconocer a la moda no blanca como una herramienta de rebeldía y poder.

Desde el periodo de esclavitud e imperialismo blanco en Estados Unidos, las personas afroamericanas han utilizado la moda como un vehículo de protesta, de expresión individual y colectiva. La discriminación y segregación racial, un fenómeno aún prevalente es las comunidades más conservadoras del país, ha obligado a la comunidad negra a resistir a través de muchas manera, una de ellas a través de la ropa. 

La ropa también funciona como una herramienta de comunicación cultural, ejemplo de ello son los trenzados codificados, el uso de los durag, un pañuelo comúnmente de seda que se utiliza para proteger el cabello que surgió durante la esclavitud,  y la moda relacionada con el hip-hop en la década de 1990. 

A pesar de que estas prendas han inspirado a incontables diseñadores y casas de moda, existe una línea entre la apropiación cultural y el reconocimiento de su retribución a toda una industria, pues las personas afroamericanas continúan siendo discriminadas mientras se tokeniza su cultura en occidente, es decir, una forma de inclusión superficial de  personas de grupos minoritarios con el fin de dar una falsa sensación de inclusividad.

El traje como una herramienta que rompe paradigmas

En el siglo XIX los hombres afroamericanos comenzaron a utilizar trakes como una forma de reclamar su humanidad en un contexto de discriminación y segregación posterior a la abolición de la esclavitud en 1865. 

El traje, hecho a medida, ajustado al cuerpo, que resalta la figura, y que desafía las normas de la sastrería con anchuras en los hombros, cinturas marcadas y siluetas andróginas es sumamente diverso, pues representa la identidad y personalidad de cada persona. En el proceso de intervención del traje convencional occidental y blanco, la sastrería cobró color y efusividad con telas como el terciopelo de colores vibrantes, seda, algodón y lino que buscaba incluir materiales de la diáspora africana, como telas wax con patrones africanos.

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El traje del dandismo negro generalmente es acompañado brillos, lentejuelas, broches metálicos y estampados llamativos, y con accesorios como lentes de sol, sombreros, guantes y joyería de gran tamaño. 

Hoy en día estas características persisten acompañadas de otros elementos como transparencias y faldas que continúan revolucionando la moda negra.

El dandismo negro no sólo ha revolucionado el racismo a través del traje, también lo ha hecho en el terreno del género, y es que desde la década de 1980 artistas como Prince ya utilizaban trajes andróginos que fueron adoptados por las mujeres y la comunidad LGBTQ+, mezclando lo comúnmente masculino con lo femenino. Las mujeres también han revolucionado la historia del dandismo negro, reconstruyendo el traje con siluetas y figuras más arriesgadas.

Artistas mujeres como Erikah Badu y Janelle Monáe, e incluso actrices como Zendaya han utilizado las raíces del dandismo para representar la cultura afroamericana a través del arte, demostrando que sin cultura no hay estilo.

Entre el orgullo y la apropiación

La llegada del dandismo a la Met Gala 2025 debe ser celebrada y visibilizada, sin embargo, es imprescindible denunciar a las casas y diseñadores de moda más grandes de la industria, que se han beneficiado de la cultura y estética afroamericana sin retribuciones. 

A pesar de que este año el equipo detrás de la ejecución de la gala es mayoritariamente de origen afroamericano, como  Monica L. Miller, profesora de Estudios Africanos, se debe seguir cuestionando la falta de inclusión y participación de personas negras de marcas de alta costura, pues la llegada del traje y del dadaísmo al Museo Metropolitano de Arte no garantiza el compromiso de la élite de la moda con la comunidad afroamericana.

 ¿Qué es el dandismo?

El dandismo, un movimiento estético y cultural que se apropia de la moda europea como un acto político. La llegada del dandismo a eventos como este salda una deuda histórica con la moda negra y una muestra de cómo apropiarse del vestir es un instrumento tanto estético como político. 

Durante la esclavitud, a las personas negras se les prohibía utilizar atuendos similares a los de las personas blancas, pero debían acatar un código de vestimenta similar para realizar tareas del hogar. 

Después de la abolición de la esclavitud en Estados Unidos, en 1865, la ropa se convirtió en un símbolo de emancipación, liberación, de agencia y de la constitución de la identidad. El dandy negro representaba aquellas cualidades que hasta entonces se le había negado a la comunidad negra. Representaba estilo, elegancia y sofisticación. 

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Algunos personajes clave en la historia del dandismo negro son pensadores abolicionistas y antirracistas como Frederick Douglas, Malcom X, que utilizaban trajes sastre a medida, zapatos negros relucientes y camisas perfectamente confeccionadas para transmitir elocuencia, inteligencia y agencia. 

La cultura del vestido siempre ha estado entrelazada con la política, otro ejemplo de ello es el movimiento de las Panteras Negras que inició en la década de 1960. El movimiento de las Panteras Negras se caracterizó por su identidad visual, coherente con sus ideales en defensa de los derechos humanos y la autodeterminación de la comunidad afroamericana. 

Utilizaban ropa estilo militar, botas, boinas y chamarras de cuero, y se forjaron una una imagen visual que comunicaba no sólo inteligencia, sino también seriedad, diligencia y disciplina, características que el occidente blanco no relacionaba con la comunidad afroamericana.

En los movimientos sociales, la ropa funciona como una declaración visual de sublevación, resistencia y rebeldía. El dandismo contemporáneo es resultado de la histórica relación entre el conflicto sociopolítico y la estética apropiada y reivindicada.