La Inteligencia Artificial (IA) ha transformado la manera en que concebimos el trabajo, sobre todo en áreas administrativas. Sin embargo, su incursión en distintos ámbitos de la vida cotidiana ha despertado preocupación, particularmente en los sectores artísticos, desde la creación de imágenes y efectos visuales en la animación, hasta la modificación de voces en el canto.
Esta semana, el gremio de la actuación despertó con lo que parece ser un nuevo desafío: la llegada de actrices y actores creados con IA. Titulares como “Tilly Norwood, la actriz de IA que está en pláticas con múltiples agencias” o “La nueva Scarlett Johansson” inundaron las redes sociales, encendiendo alertas sobre un posible desplazamiento de la comunidad actoral en la industria.
Tilly Norwood, presentada como la primera actriz creada por inteligencia artificial, es en realidad un proyecto impulsado por la agencia de talentos Chicos y la productora tecnológica Particle6, que buscan posicionarla en el competitivo mundo del entretenimiento digital.
Durante la Cumbre de IA de Zurich 2025, es pasado sábado 27 de septiembre, Van der Velden, creadora del personaje, confirmó que pronto anunciarán el nombre de la agencia que representaría a Tilly Norwood, lo que la convertiría en una de las actrices creadas con IA en ser representada por una agencia de talentos.
IA: de la industria del entretenimiento a la política
De acuerdo con la revista Deadline, Van der Velden afirmó que la industria del entretenimiento lleva un tiempo utilizando IA de manera sigilosa, sin embargo, conforme el proyecto de Tilly Norwood ha ido evolucionando, cada vez hay más compañías interesadas en contratar sus servicios como actriz.
Esta no es la primera vez que se habla del uso de “personas” creadas por IA en la industria del entretenimiento, especialmente en el ámbito del modelaje de moda.
En agosto de este año, la revista Vogue publicó un anuncio de la marca de ropa Guess, en donde aparecían modelos generados con Inteligencia Artificial. Estas imágenes fueron rechazadas en redes sociales por distintos usuarios, quienes señalaron que la modelo creada con IA representaba el arquetipo de la mujer blanca, delgada y hegemónica.
Las imágenes incluían una leyenda al costado superior derecho, en las que se leía: Producida por Seraphinne Vallora en IA. Tras las críticas, las fundadoras de la empresa que creadora de las imágenes, Andreea Petrescu y Valentina González, defendieron su trabajo en redes sociales con el mensaje:
“Entendemos que la gente puede pensar que la IA reemplazará empleos, pero en realidad, es como cualquier otra herramienta en la industria del diseño y CREA empleos, porque estas imágenes están impulsadas por IA pero hechas por HUMANOS, CREATIVOS Y DISEÑADORES”.
Personajes creados por inteligencia artificial, como Tilly Norwood en Hollywood, muestran que la tecnología va más allá de la simple generación de modelos digitales.
En Albania, Diella, una IA desarrollada por la Agencia Nacional de la Sociedad de la Información (AKSHI) en colaboración con Microsoft, debutó en enero de 2025 como asistente virtual de la plataforma gubernamental e-Albania.
Aunque en un inicio estaba diseñada para apoyar a la ciudadanía en trámites digitales, emisión de documentos y consultas administrativas, en septiembre fue nombrada Ministra de Estado, con la responsabilidad de gestionar contrataciones y licitaciones públicas.
Durante la presentación de su gabinete, el 11 de septiembre pasado, el primer ministro albanés, Edi Rama, subrayó que Diella será la primera integrante de su gobierno que no estará físicamente presente y que, a diferencia de sus colegas humanos, será inmune a sobornos, amenazas o intentos de persuasión política.
De acuerdo con la agencia AP, Diella ha ayudado a los usuarios a obtener acceso a alrededor de 1 millón de consultas y documentos digitales.
La IA y los modelos de representación femenina
La generación de personajes con IA ha despertado preocupación entre grupos de mujeres redes sociales, que señalan que la inteligencia artificial utiliza los cuerpos y rostros de mujeres, generalmente hegemónicas, como imágenes públicas de distintos proyectos.
En el caso de Diella, su imagen y voz en realidad corresponden a una actriz Anila Bisha, sin embargo, esto plantea nuevas preguntas no sólo sobre representación, sino también sobre derechos de imagen, retribución, consentimiento, posible explotación y autonomía de la imagen.
Además, es importante recalcar que, es necesario identificar quienes están elaborando estos modelos, con qué datos y con qué fines, por lo que el desafío no sólo es tecnológico, también es político, ético y profundamente feminista.