La Inteligencia Artificial (IA) constituye imágenes que consumimos día con día en forma de publicidad o promocionales en redes sociales, y todas tienen algo en común: las mujeres que crea la IA siempre son más jóvenes que los hombres.
Pero, ¿qué pasa cuándo estás imágenes no sólo se construyen de tal forma, sino que, al momento de buscar empleo, la IA relaciona directamente a las mujeres con la juventud y la falta de experiencia en el campo?
El estudio publicado en la revista científica Nature, Age and gender distortion in online media and large language models, elaborado por Douglas Guilbeault, Solène Delecourt y Bhargav Srinivasa Desikan, evaluó más de un millón de imágenes y videos procedentes de plataformas como Google, Wikipedia, Flickr y YouTube para analizar cómo el género y la edad se distorsionan a través de internet y sus algoritmos, representando a las mujeres, de manera sistemática, más jóvenes y con menor experiencia.
Esta es la primera vez que personas investigadoras examinan el caso; Solène Delecourt, profesora de la Escuela de Negocios de Berkeley y coautora del estudio explicó que: “Este tipo de sesgo de género relacionado con la edad se ha observado en otros estudios de industrias específicas, y de forma anecdótica, como en informes de mujeres a las que se les llama ‘chicas’”.
El estudio encontró que esta distorsión digital está asociada a las desigualdades, y aquí te las contamos:
“Mujeres con menor experiencia”, dice la IA
Una de las principales desigualdades halladas en el estudio es la relación género-posición socioeconómica, pues la brecha de edad, donde los hombres parecen mayores que las mujeres, está más marcada en el contenido que representa ocupaciones con mayor estatus e ingresos.
Al comparar las representaciones en línea con los datos del Censo de Estados Unidos, el estudio concluyó que las imágenes en línea muestran tendencias exageradas y, en algunos casos, invertidas que amplifican la asociación entre mujeres y jóvenes, perpetuando estereotipos y roles de género en donde la mujer es, supuestamente, incapaz de alcanzar posiciones que impliquen madurez y capacidad.
Ejemplo de ellos se retrata en sectores como ventas, recursos y gestión, donde Google Imágenes mostró una mayor brecha de edad.
Además, el estudio también mostró que, en nueve modelos de lenguaje populares como GPT-2 Large, las representaciones textuales de las mujeres están asociadas a términos relacionados con la juventud, mientras que se relaciona a los hombres con edades avanzadas, pues las las ocupaciones consideradas de mayor estatus socioeconómico tenían más probabilidades de generar imágenes en Google en las que los hombres aparecían como mayores que las mujeres.
Y es que el estudió también observó que, al momento de evaluar un currículum de trabajo bajo un nombre femenino, ChatGPT asumía que las solicitantes eran significativamente más jóvenes que los hombres, alrededor de 1.6 años menos, recién graduadas y con menor tiempo de experiencia, (0.92 años menos) en comparación con los nombres masculinos.
Estas evaluaciones pudieron identificar que ChatGPT asocia el ser hombre con tener mayor edad, y por ende, tienen más beneficios a la hora de buscar contrataciones en el mercado laboral.
Pero, ¿cómo me afecta?
Tras el inminente avance de la IA en cada aspecto de la vida cotidiana, estudios como Tu cerebro en ChatGPT, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han explorado las consecuencias cognitivas que se presentan al momento de utilizar este tipo de IA.
En este caso, la exposición a imágenes que reproducen roles de género intensifica los sesgos de género relacionados con la edad. Esta fue una de las conclusiones a las que llegó la investigación.
Este sesgo digital refuerza problemas sociales y culturales que persiguen a las mujeres día con día; uno de ellos es la presión constante para que las mujeres aparenten ser jóvenes, es decir, no cumplir con el estándar de belleza hegemónica, que se relaciona directamente con la juventud, tiene repercusiones importantes en el ámbito de costos económicos y de tiempo.
Además, es estudio comprueba que las mujeres con mayor edad se enfrentan a un doble sesgo, la de edad y género, que se traduce en discriminación en la contratación y la promoción laboral. A esto se le suma el uso de lenguaje infantilizante al que ahora las mujeres no sólo deben enfrentarse a nivel académico, profesional y cotidiano, sino que constantemente está en reafirmación en plataformas como ChatGPT.
Los hallazgos demuestran que el sesgo de género relacionado con la edad está profundamente incrustado en la cultura digital y es amplificado por los algoritmos, de por sí patriarcales, reforzando así estereotipos sobre la asociación de la juventud con la mujer, lo que puede influir directamente en las brechas en el mercado laboral y la asociación del género con la autoridad y el poder, por lo que es importante reconocer que los estereotipos de género no sólo se albergan en cada parte de la cultura, también se codifican en el algoritmo.

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