Este 2025 se cumplen 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, conocida también como la IV Conferencia Mundial de la Mujer. En México se integraron grupos de trabajo para el desarrollo de 19 temas, los cuales integraron el Informe Nacional. Para la elaboración de dicho documento oficial se convocó a “la academia, funcionarias de la administración pública, miembros del poder legislativo y judicial, y organizaciones no gubernamentales”. Si bien, todas las temáticas eran importantes, fue relevante que por primera vez se visibilizara a las mujeres indígenas y las niñas.
De igual forma, y de manera alterna en estas Conferencias siempre se construye El Informe Sombra, es decir un documento alterno, “no oficial” que contrasta los datos oficiales con respecto a la atención, alcances, rezagos y propuestas hacia la política pública dirigida a las mujeres y niñas en los diversos contextos. Un trabajo arduo a cargo de las organizaciones sociales, quienes realizan, investigación, análisis, y registros a través de los observatorios para dar cuenta de la realidad.
En tal sentido, las Organizaciones de la Sociedad Civil con Perspectiva de Género han tenido en la historia, un papel relevante en La Agenda Nacional al posicionar temas urgentes y necesarios para las mujeres en pos de la construcción de una sociedad más equitativa. Si bien, las brechas son muchas aún, me parece que, sin su empuje, cuidado, fortaleza y lucha, los datos serian aún peores. Habremos de hacer un reconocimiento a 30 años de Beijing, a esas OSC que nos antecedieron, que nos formaron y abrieron brecha para tomar la batuta, y/o para seguir caminando juntas en este sinuoso camino de los Derechos de las Mujeres y niñas.
Desde esa importancia las OSC con PG han sido vitales para el desarrollo de nuestro país, contribuyendo a la construcción de la democracia y la rendición de cuentas, creando teorías, modelos, metodologías y herramientas, que contribuyeron a visibilizar las brechas entre hombres y mujeres poniendo en mayor desventaja a estas últimas.
De igual forma, han posicionado la PG en temas de derechos, salud sexual y reproductiva, aborto, cuidados, educación, la venta de niñas por usos y costumbres, la violencia, el feminicidio, la migración, la participación ciudadana, la vivienda, los derechos políticos, los presupuestos etiquetados, los Programas Nacionales de Desarrollo, la sensibilización institucional, la creación de nuevas leyes, la jefatura del hogar femenina, las condiciones laborales, el racismo, y la diversidad sexual, entre muchos más.
Este espacio no alcanzaría para nombrar a todas las OSC con perspectiva de género, que abrieron brecha para las actuales, sin embargo, mencionaré algunas como Gimtrap, la cual surgió con Vania Salles y otros académicos dentro del Colegio de México, su importancia hizo necesaria una independencia, y se convirtió en una Asociación Civil quedando en la coordinación Clara Jusidman, así que, su nuevo propósito versó en crear un vínculo entre la academia y los sectores del poder público encargados de la toma de decisiones.
La generación de diversos libros y cuadernos de trabajo fue relevante para la divulgación sobre los estados del arte en torno a temáticas de mujer y pobreza, textos a cargo de especialistas en cada uno de los temas que además conocieran de manera directa a la población. De igual forma, tuvieron un papel relevante en la difusión y agendas pendientes en torno a la IV Conferencia en Beijing. Una tercera etapa de Gimtrap estuvo a cargo de Paloma Bonfil en la coordinación, quién sumo a las actividades, el trabajo directo con la población de mujeres indígenas a través de talleres diversos y la creación de redes sobre los derechos y acceso a la justicia.
De igual forma, Comaletzin, nace en 1987 y se aboca a construir procesos de Feminismo Rural-Comunitario, liderando la Escuela Nacional de Formación de Dirigentas y la especialidad del Buen Trato y Bienestar. De igual forma, construyeron metodologías y materiales desde los modelos participativos. Tienen hasta la fecha un trabajo con organizaciones de mujeres indígenas y rurales. Contribuyen a la incidencia social y a la construcción de políticas públicas, además de realizar el acompañamiento de manera coordinada con otras Asociaciones Civiles de las Casas de la Mujer Indígena (CAMIS) a través del Modelo Autogestivo de Atención a la Violencia y la Salud Reproductiva en Zonas Indígenas, además de ser asesoras directas de la CAMI de Cuetzalan, Puebla.
Así mismo, Cidhal (Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina) surge del Movimiento Feminista, construyendo así un centro de documentación y difusión/educación en temas de salud, sexualidad, participación ciudadana y derechos políticos de las mujeres. Itziar Lozano quien falleció en 2007, dejó en la historia la promoción del Primer Encuentro Nacional de Mujeres en México realizado en 1981, en el cual participaron amas de casa, empleadas del hogar, sindicatos, militantes y organizaciones sociales, entre otras.
Y así por fortuna hay un listado muy grande que no cabe en este espacio, pero que forman parte de la historia en los avances, las agendas y la lucha en torno a los Derechos Humanos de las Mujeres en México, antes y posterior a la IV Conferencia de Beijing.