Desde hace días en internet se ha desatado un debate respecto al oso y el hombre que busca evidenciar la desconfianza y concepción que tenemos las mujeres hacia los hombres. Sin embargo, resulta tremendamente problemática porque ignora la violencia institucional que propicia el Estado.
Si elegiste al hombre y éste realiza todo lo que se señalado (violencia sexual y feminicida) la fiscalía y policía serían negligentes como en gran parte de los feminicidios de este país.
No van a tener cuidado con la cadena de custodia y es probable que tu información personal se filtre y las fotos del lugar de los hechos. Te culparán de por qué estabas en un bosque sola con un hombre no pensarán que fue feminicidio y por ende se perderán varios elementos probatorios.
Si tu caso se hace viral, los medios, internet, creadores de contenido y personas comenzarán a crear historias, se centraran en quien te asesino y monetizarán tu asesinato.
y si llegan a detener al hombre, será por un accidente o mera coincidencia por lo que puede que haya asesinado a otras mujeres antes de eso e inicie un proceso desgastante para tu familia.
Pero esto no sería diferente si elegiste al oso, además de la negativa de la fiscalía en la investigación, el caso sería minimizado por tratarse de un oso. La noticia sería viral, se filtrarían tus datos personales y en internet se burlarían de tu muerte.
La disyuntiva hipotética del hombre y el oso deja de lado la reacción y atención del Estado y sus instituciones ante la violencia cometida contra nosotras.
Porque las violencias son estructurales, deberíamos vivir en un país donde cualquiera de esas hipótesis nos garantizará justicia.