Las mujeres en Siria continúan enfrentando desafíos significativos marcados por la violencia de género y la pérdida de derechos humanos. Desde febrero de 2025, al menos 36 mujeres alauíes han sido secuestradas en el país, de acuerdo con un reporte reciente de Amnistía Internacional

El informe de la organización revela que las víctimas tienen entre tres y  40 años de edad. Estos secuestros han ocurrido en provincias alauitas de la región costera occidental Latakia, Tartús, Homs y Hama, a menudo a plena luz del día. 

Amnistía Internacional señala que los presuntos secuestradores son personas no identificadas, sin embargo, se ha documentado anteriormente que, en varios casos,  suelen exigir rescates que van desde los 10 mil y 14 mil dólares estadounidenses (equivalentes aproximadamente a 185 mil pesos y 262 mil pesos mexicanos), aunque el pago del rescate no garantiza la liberación.

Las mujeres y las niñas han sido víctimas de estos secuestros con fines de explotación sexual, tortura y matrimonio forzado. Amnistía Internacional ha documentado registros de menores de edad sometidas a matrimonio forzado sin consentimiento parental o aprobación judicial, un acto que es ilegal bajo la ley en el país, que permite el matrimonio a adolescente mujeres a partir de los 13 años con consentimiento judicial del tutor legal.

Amnistía Internacional reitera que “todas las mujeres de Siria merecen vivir sin miedo a sufrir abusos, discriminación o persecución”, así lo manifestó en el informe  Agnès Callamard, secretaria general de la institución.

Contexto de la comunidad Alauí en Siria

Tras la caída del régimen de más de veinte años de Bashar al-Assad el 8 de diciembre de 2024, más de mil 400  alauíes fueron asesinados durante una serie de revueltas masivas entre el 6 y 9 de marzo en la costa de Siria.

Una investigación de Reuters señala que el 6 de marzo alrededor de 200 mil hombres armados de toda Siria se movilizaron a la región costera, lugar habitado por la minoría étnica alauí. Presuntamente, el ataque se habría llevado a cabo como un acto de venganza que dejó a decenas de desaparecidos. 

El nuevo gobierno, liderado por Ahmed al-Sharaa y respaldado por el grupo islamista radical Hay?at Tahrir al-Sham (HTS), surge de la insurgencia impulsada por facciones islamistas sunitas contra el régimen de Bashar al-Assad. El vínculo entre Assad, que perteneció a la comunidad alauita, y los alauíes, una minoría históricamente marginada, asoció con el poder al grupo religioso, lo que los convirtió en blanco de represalias tras la caída del régimen.

¿Qué desafíos enfrentan las mujeres alauitas en Siria? 

A pesar de que el gobierno sirio ha hecho promesas de reunificar la nación, los ataques del pasado 6 de marzo demuestran que no se está poniendo fin a los secuestros, a la trata de personas, ni se ha llevado a cabo una investigación. 

Esto ha generado que muchas mujeres y niñas desarrollen un profundo temor a salir solas de casa, ya sea para asistir a la escuela, la universidad o el trabajo.

Además, la asociación colectiva con el antiguo régimen las expone al rechazo social, lo que las ha llevado a ocultar y modificar su identidad públicamente para evitar persecución, de acuerdo con Amnistía International. 

Situación de las mujeres en Siria

En Siria, los derechos de las mujeres ya enfrentaban grandes amenazas desde antes del estallido del conflicto actual; entre marzo de 2011 y noviembre de 2024 la organización Syrian Network for Human Rights documentó casi 30 mil casos de mujeres y niñas asesinadas en Siria, más de 11 mil detenidas o desaparecidas, y 11 mil más victimas de violencia sexual.

Las mujeres alauitas no son las únicas que se enfrentan a la violencia sectaria y sistematizada; las mujeres kurdas, yazidíes y asirias, pertenecientes a minorías religiosas y étnicas han sufrido formas diferenciadas de violencia y discriminación a lo largo de su historia en Siria. 

Según los datos reportados por la Syrian Network, más de 22 mil de las víctimas fueron asesinadas a manos de las fuerzas del régimen sirio, mientras que casi mil mujeres fueron asesinadas por ISIS y casi 100 por el grupo Hay'at Tahrir al-Sham (HTS). 

Instituciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han hecho un llamado a adherirse al derecho internacional de los derechos humanos y a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos Políticos de la Mujer, para poner fin a la violencia de género y sexual como consecuencia de la guerra.