A finales de los años 90, un par de amigas crearon un proyecto editorial que dio espacio para que los nuevos artistas presentaran sus creaciones literarias. Así se inauguró el proyecto de autoedición "Belleza y Felicidad", que cobijó el arte disidente de Argentina.
La poeta y escritora Cecilia Pavón y la artista visual Fernanda Laguna fundaron este espacio que fue un refugio para la comunidad artística sin el capital cultural y económico de los grandes autores. "Es un contexto en el que no había espacios alternativos, no había editoriales para poetas como nosotras y también tenían ese problema de que pasaban dos años para poder editar", comentó la también escritora Fernanda Laguna.
Traficar libros y contenidos en bares
Para hacer frente a ese problema, las escritoras decidieron armar una editorial en fotocopias. "Teníamos un antecedente de que en el 95 publique 10 ejemplares de un librito muy pequeño, lo regalé a 10 personas y se fue pasando de mano en mano y como que había una potencia en la editorial independiente y la fotocopia, en ese momento la fotocopia era como una espacie de blog", agregó.
La escritora mencionó que en un día ellas escribían, editaban y salían a vender sus ejemplares. Para que las personas les compraran el libro lo vendían junto con juguetes, velas, pinzas y muchas cosas baratas. Agregó que un libro podía ser un fanzine, hojas unidas por unas cuantas grapas, incluso una sola hoja.
"Nosotras teníamos un dicho que era realidad, escribimos en la mañana, editamos al medio día, en la tarde íbamos a la fotocopiadora y publicamos, en la noche salíamos a bares y los vendíamos. A cada librito le poníamos un juguete o una vela, lo que consiguiéramos barato en un mercado para que se vendiera. La gente en realidad estaba comprando una vela hermosa y se llevaba un libro que se llamaba "El mendigo chupa pijas", ni miraban el título, era como una manera de traficar literatura y contenidos, la gente lo compraba a veces de lastima", narró entre risas Fernanda Laguna.
La manera en la que vendían los libros y sus precios hicieron que muchas personas pudieran acceder a ellos, así los autores se dieron cuenta que podían salirse de la escritura para "gente de literatura" y hacerlo en un lenguaje más sencillo.
Fernanda Laguna también comentó que "los libros eran tan baratos que los empezaron a comprar músicos, músicas, gente de teatro, la literatura empezó a salir de ese espacio tan chico. Los autores se inspiraron para escribir para ese público que no era de literatura, escribíamos para cualquiera, eso generó una estética muy directa, con palabras muy simples".
Las escritoras rentaron un espacio que antes era una farmacia para darle un lugar fijo a su proyecto "Belleza y Felicidad" en el barrio Almagro, en Buenos Aires, Argentina. El nombre del proyecto se eligió gracias al artista Sergio de Loof, a quien llamaban "King of Beauty and Happiness".
"Belleza y Felicidad" no tenía un criterio definido de edición, "en las fiestas alguien nos preguntaba si podíamos publicarlo y le decíamos que sí, pero tenía que llamarnos la atención algo de esa persona, no había un criterio editorial real", dijo Fernanda Laguna.
Este espacio sirvió para hacer fiestas, fue una regalería en donde vendían diversos objetos, también tenían salas de arte, se organizaban exposiciones, lecturas en voz alta, entre muchas otras cosas. Lamentablemente cerró sus puertas en 2007.
La exposición "Belleza y felicidad. Arte y literatura salvaje en el Baires de los 90" en el Museo Universitario del Chopo estará disponible hasta el primero de octubre de miércoles a domingo, en un horario de 11:30 de la mañana a las seis de la tarde. No puedes perdértela.