¿Quieres blanquear tu rostro?”, “¿Qué tipo de crema debo usar para aclarar mi piel?” Estas son algunas de las frases que utilizan las marcas de cosméticos para supuestamente vender un producto que tienen la facultad de aclarar el tono de piel, o eso es lo que nos quieren hacer creer. 

El blanqueamiento racial sistematizado va mucho más allá de una premisa relacionada con el cuidado de la piel. El blanqueamiento es un proceso de identificación con los cánones de belleza occidentales europeos, según Verónica Cortés, feminista antirracista, esto es resultado de la alienación que se produce ante la exposición de la cultura blanca, o bien, es una estrategia de lucha de grupos racializados que se perciben desde la otredad.

Hablar de blanquitud implica hablar de relaciones de poder y dominación, y es que en México, un país en donde la mayoría de personas son de piel morena, la publicidad es protagonizada por personas blancas con rasgos hegemónicos. Por eso nos preguntamos, ¿qué es lo que en realidad está diciendo la publicidad?

Según explica el estudio “Color de Piel” por del Colegio de México con datos del INEGI del año 2016 y 2017, las mujeres se identifican con tonos de piel más claros en comparación con los hombres; en un contexto de violencia estética, donde se ejerce presión para entrar en el canon de belleza, las mujeres suelen ser más propensas a ser el target de las empresas de cosméticos.

El mercado del aclaramiento de la piel 

Con el incremento de personas que consumen cremas aclaradoras, en 2021 el valor del mercado global de productos blanqueadores superó los 9,98 mil millones de dólares, según el reporte Global Skin Lightening Market 2019-2030. Tan solo el 31.7% de las ganancias se concentran en Norte América.

Los productos que conforman el mercado de los aclaradores de piel está dividido en cremas, mascarillas faciales, limpiadores y otros productos.

La clave del éxito de los aclaradores de piel en el mercado es el labeling (etiquetado); el cuidado facial se ha convertido en una cultura muy popular en el internet, algunas usuarias muestran su rutina de cuidado de hasta 20 pasos, es decir, 20 productos. 

Muchos de ellos son presentados y vendidos como reparadores de la dermis, sin embargo, esta cultura del skincare, profundamente enraizada en el consumismo excesivo, afecta en particular a las mujeres no blancas. ¿Es necesario reparar nuestro color de piel?

Este ascendente consumo está completamente ligado con el racismo y el colorismo, ya que jerarquiza a las personas por el color de piel en todas partes: en la publicidad, el lenguaje, el entretenimiento, el trabajo, la educación. 

Y esto no solo tiene consecuencias en nuestra autopercepción y autoestima, sino que también hay riesgos en la salud, como cáncer de piel, desgaste muscular, osteoporosis, y daños al feto y al sistema nervioso en el caso de mujeres embarazadas, reportó este mismo estudio.

El Decálogo de la organización Racismo MX nos recuerda que en la actualidad, e históricamente,  la piel blanca es un privilegio, ya que el fenotipo europeo y la piel blanca da acceso a servicios y oportunidades que generalmente no se obtienen o no se obtienen con facilidad de no tenerlos.