La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, subrayó durante la Presentación del documento Lineamientos para políticas de cuidado desde una perspectiva de género, territorial e interseccional, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de ONU-Mujeres, que es necesario repensar las ciudades con una visión de género territorial para garantizar espacios y centros de servicios para el cuidado en cualquier espacio público.
Así lo señaló en el penúltimo día de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer este 14 de agosto en el Centro Cultural Tlatelolco (CCU Tlatelolco) de la UNAM.
En este contexto, el pasado 11 de agosto, Brugada presentó al Congreso local una iniciativa para reformar el Artículo 9 de la Constitución de la Ciudad de México, para reconocer al "cuidar, ser cuidado y el autocuidado" como derechos humanos ineludible e interdependiente para la sostenibilidad de la vida y en línea con el reciente pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La propuesta define que el trabajo de cuidados es indispensable para la reproducción de la vida y que debe ser visible, reconocido y garantizado por el Estado.
Construir una ciudad que reconoce el trabajo de cuidadoras implica una meta ambiciosa para un sistema roto: 300 espacios de atención para infancias —200 con presupuesto público y 100 con cooperativas comunitarias— para asegurar que "cualquier niña y niño que nazca en la Ciudad de México tenga un lugar que le espera para cuidarla, para cuidarlo".
Además, durante su participación en la Conferencia, la Jefa de Gobierno señaló que en 15 días dará inicio un programa de apoyo económico para personas cuidadoras, principalmente aquellas que son dependientes por causa de enfermedad o edad.
"Tenemos que repensar las ciudades, ya no podemos continuar avanzando e proyectos de espacio público, de construcción de vivienda pública, sin garantizar que haya espacio para los sistemas de cuidado. Repensar la ciudad bajo una visión de género territorial nos ayuda a garantizar tener en cualquier lugar espacios y servicios para el cuidado".
“Es el momento de hacer justicia a las mujeres”
Brugada llamó a repensar la ciudad con perspectiva de género y territorial, asegurando que toda vivienda pública y espacio urbano debe contemplar servicios de cuidado.
Tradicionalmente y de manera desproporcionada, las tareas de cuidado han sido una poderosa carga en la vida de las mujeres; se convierten un obstáculo significativo para su desarrollo personal y profesional e impide acceder a mejores condiciones socioeconómicas.
Por lo que, una de las metas fundamentales de la nueva agenda de cuidados de la CDMX es precisamente "devolverle su tiempo a las mujeres para que puedan hacer lo que quieran y se les ayude" para “hacer justicia para las mujeres”.
Pensar en la ciudad como territorio de cuidados
El documento Lineamientos para políticas de cuidado desde una perspectiva de género, territorial e interseccional se pregunta: ¿por qué es preciso implementar políticas de cuidado con enfoque territorial?
La respuesta, como su naturaleza, es interseccional y multidimensional, pero también precisa: no hay justicia social sin políticas públicas de cuidados.
CEPAL destaca la importancia de diseñar políticas públicas de cuidado adaptadas a territorios heterogéneos y a las realidades diversas de las comunidades, por lo que reconocer la diversidad político-administrativa, las condiciones geográficas y climáticas, así como las desigualdades estructurales, es clave para formular políticas efectivas.
Por ello, el informe propone partir de cinco ejes primordiales:
Diversidad político-administrativa: autonomía y descentralización.
Gobernanza y marco normativo: garantizar un sistema sólido de cuidados.
Infraestructura y servicios: calidad adaptada a las necesidades territoriales.
Interseccionalidad e interculturalidad: cuidados diferenciados según comunidades y ciclos de vida.
Estrategias de financiamiento: diversificar fuentes, calcular inversión y retorno social.
La implementación de estas estrategias no sólo beneficia y fortalece acuerdos regionales, sino que también impulsa las economías locales, promueve la participación de las mujeres y fortalece los procesos productivos.
Una agenda de cuidados con justicia racial y territorial
El informe de la CEPAL y las voces presentes coincidieron en que no basta con hablar de mujeres, se requiere un enfoque interseccional y decolonial.
Paola Yáñez, Coordinadora General de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas,Afrocaribeñas y de la Diáspora, subrayó que el racismo estructural ha relegado históricamente a mujeres afrodescendientes e indígenas a tareas de cuidado no remuneradas, perpetuando la desigualdad desde el periodo colonial.
“La sociedad de cuidados que merecemos no será posible sin justicia racial. Queremos un feminismo radicalmente antirracista, con memoria y reparación”.
Yáñez señaló que pensar en el cuidado como parte fundamental del territorio vivo sólo es posible si se reconoce el trabajo comunitario de las mujeres afrodescendiente, se designan presupuestos con enfoque etno-racial con partidas específicas para cooperativas de mujeres negras, y se parta de un enfoque decolonial que respete los sistemas de cuidado ancestrales y repare siglos de exclusión.
Además enfatizó que las prácticas de cuidado comunitario de mujeres negras, afrodescendientes e indígenas, así como los saberes ancestrales, son fundamentales para construir sistemas de cuidado inclusivos.