¿Te imaginas ciudades inhabitables, que no garanticen la plenitud de derechos de la mitad de la población? En la Ciudad de México, las ciudades son el territorio en el que millones de mujeres trabajan, se movilizan y cuidan, sin embargo, el espacio público aún no asegura su inclusión, por el contrario, diseñadas sin perspectiva de género, promueve la productividad sobre la seguridad.
Este 24 de noviembre, en una de las megalópolis más grandes del mundo, la Ciudad de México, marcada por la ausencia de perspectiva de género en su espacio público, se llevó a cabo el Foro Internacional de Ciudades Feministas, Ideario para un presente urbano compartido.
“Repensar nuestras ciudades implica que cada calles, cada servicio, cada plan, cada proyecto, contribuya a que cada persona y en particular, las mujeres, ejerzan sus derechos en igualdad”, expresó Edna Elena Vega Rangel, Secretaria de Desarrollo Territorial y Urbano de México durante la presentación del foro.
Con la presencia de Enrique Ochoa Martínez, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE); Ingrid Gómez, Subsecretaria del Derecho a una Vida Libre de Violencias de la Secretaría de las Mujeres (SEMUJERES); Fernanda Lonardoni, Representante ONU-Habitat México; Moni Pizani Orsini, Representante de ONU Mujeres en México y Ximena Andión, Directora Regional de Fundación Ford, el Foro se consolidó como un espacio de diálogo para inspirar nuevas formas de transformar las ciudades desde un enfoque feminista.
¿Qué son las ciudades feministas?
El Foro Intencionalidad de Ciudades Feminista es un punto de partida institucional para repensar en las ciudades para todas las personas, pero ¿qué es una Ciudad Feminista?
ONU-Hábitat las define como “aquellas que ponen la vida cotidiana en el centro de la planeación urbana. Que reconoce el valor del cuidado, promueve la seguridad y garantiza el derecho de todas las personas a habitar, moverse y desarrollarse libremente”.
“Cuando hablamos de ciudades y territorios feministas, hablamos de territorios con igualdad, con paz y con bienestar para todas las mujeres”, afirmó Ingrid Gómez sobre el significado de ciudades feministas, durante la apertura del foro.
“Sabemos que las ciudades no son neutras. Su diseño influye en cómo se distribuyen las oportunidades, el tiempo y los riesgos. Las mujeres enfrentan desigualdades y violencias que se ven reforzadas por entornos urbanos que no siempre han sido concebidos desde la perspectiva de igualdad y del cuidado”. (Moni Pizani Orsini, durante la apertura del Foro Internacional de Ciudades Feministas.)
¿Por qué son importantes para garantizar la igualdad de las mujeres?
Para responder a esta pregunta, Leslie Kern —escritora feminista, autora de Ciudad Feminista (2021) y directora de estudios sobre mujeres y género en la Universidad de Mount Allison, en Canadá— afirmó en la mesa Towards Feminist Cities que las ciudades no son neutrales.
Kern, quien se define como una amante de la ciudad, se preguntó: “¿tal vez la ciudad no me ama como yo a ella?” tras intentar subir la carriola de su bebé a un autobús y enfrentar las barreras del espacio urbano.
Y es que mujeres y hombres viven la ciudad de manera desigual. Mientras ellas deben anticipar rutas seguras, organizar cuidados y ajustar sus tiempos de movilidad, ellos rara vez enfrentan esas cargas adicionales en su vida cotidiana.
“Las ciudades feministas requieren de un gran cambio en nuestras prioridades y valores. Una vez que este cambio ocurra, veremos como existen maneras infinitas de mejorar la ciudad”, dijo Kern durante su ponencia. La escritora feminista tenía un propósito: que las personas se tomaran en serio la pregunta: ¿son los horarios de transporte público sexistas?
Las ciudades reproducen desigualdades de género, explica Kern, pues priorizan el ritmo de vida de los hombres bajo una mirada patriarcal. The man-made city, como la llama Kern, toma el cuerpo del hombre como medida universal y asume que todas las personas requieren de las mismas necesidades.
Para combatir el patriarcado que habita en el concreto de las ciudades, Kern propone guiarse bajo una serie de valores feministas y construir desde el territorio espacios sostenibles, asequibles, seguros y con perspectiva de cuidados.
¿Qué retos implica garantizar Ciudades Feminista?
La antropóloga Paula Soto Villagarán planteó en la mesa, “Reescribir las reglas de la ciudad: Planeación y diseño urbano feminista”, que para lograr espacios que garanticen una geografía feminista es necesario romper la idea de que el conocimiento técnico es más fundamental que otros saberes. “Eso es muy androcéntrico, es decir que el conocimiento masculino referido al técnico es el único conocimiento posible”.
Otro reto es reconocer que quienes se ven afectadas por la movilidad escolar, la movilidad laboral y la inaccesibilidad, son las mujeres, especialmente cuando se trata de viajes relacionados con los cuidados.
A esto se suma la necesidad de repensar en el sujeto que se moviliza en la ciudad que, como explica Soto, es un sujeto abstracto e incorpóreo, por ello invita a “pensar en escalas del cuerpo”. Y finalmente, poner el cuidado al centro y no la producción.

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