La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la que señala que el personal médico del Hospital General de Subzona, Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, demoró en proporcionarle atención médica especializada a una niña con desnutrición crónica severa y manejó de manera deficiente, lo que finalmente terminó con la vida de la pequeña.
En el comunicado dirigido a Zoé Alejandro Robledo, director general del IMSS, la CNDH indica que analizó la evidencia del caso de la menor y concluyó que el personal administrativo y/o responsable del hospital “incurrió en inobservancia al no efectuarse la referencia de víctima a una unidad de tercer nivel de atención, situación que impidió que contará con tratamiento médico especializado”.
La familia de la menor solicitó a la CNDH, que se investigara su caso como negligencia médica, “toda vez que el retardo en la atención y manejo médico provocaron desnutrición, así como su fallecimiento, razón por la cual solicitó la investigación de los hechos como negligencia médica”, se lee en el documento.
La recomendación de la CNDH explica que la madre de la menor “recibió atención médica en el Hospital General de Zona número 35 del IMSS al presentar signos de preeclampsia durante la semana 27 de gestación, por lo que se decidió interrumpir el embarazo” el 27 de mayo de 2020.
Posteriormente, la recién nacida presentó un severo estado prematuro, bajo peso (850 gramos) y una medida de 35 centímetros, “por lo que permaneció en el área de cuneros recibiendo tratamiento”.
Además, la menor presentó una hernia diafragmática y fue trasladada al Hospital General Regional Número 66 del IMSS, donde se le realizó una cirugía y se le transcribió el tratamiento. “Tras esto, fue canalizada de regreso al HGSZ-22 con el diagnóstico de parálisis cerebral, peso bajo, desnutrición crónica severa, entre otros padecimientos”.
De acuerdo con lo anterior, la CNDH determinó que los factores de riesgo de la víctima y la “falta de referencia a un hospital de tercer nivel favorecieron en la evolución de estos padecimientos que resultaron en el fallecimiento de la menor”.
En este sentido, la CNDH concluye que el personal médico debió gestionar con rapidez la atención especializada de la menor.
Asimismo sugiere al IMSS reparar integralmente el daño a los familiares de la niña, proporcionándoles atención psicológica y/o tanatológica accesibles y gratuita.
Además, exhortó al instituto a que se realicen a cabalidad las acciones para el traslado a las unidades de tercer nivel y la integración de expedientes clínicos.
Esta no es la primera vez que la CNDH señala deficiencias en el acceso a la salud para las y los menores de edad que viven con desnutrición en Chihuahua. En 2023, también hizo una recomendación del caso de siete niñas y niños indígenas rarámuri que murieron a causa de desnutrición infantil y enfermedades prevalentes de la infancia, “todas prevenibles y curables”.
La desnutrición en México
Este caso de desnutrición crónica no es aislado, en México uno de cada ocho niños y niñas menores de cinco años padece desnutrición crónica, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia de México (UNICEF).
Aunque la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, señala que tienen derecho a la protección de salud, a una vida libre de violencia, entre otros, la realidad es que la desnutrición es una constante entre las infancias y las adolescentes, principalmente en el sur del país y en hogares indígenas.
12.8% de las niñas y niños de 0 a 4 años en México presentaba baja talla para la edad en 2022, de acuerdo con la encuesta Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 (ENSANUT ). Entre 2021 y 2022, esta cifra aumentó ligeramente, pasó de 12.6% a 12.8%.
Los estados tuvieron mayores porcentajes de niñas y niños con baja talla en 2022 fueron Guerrero, Morelos, Oaxaca y Puebla.
En este sentido la UNICEF México señala que para bajar estos índices es necesario desarrollar una política de salud pública integral, además de dar apoyo a los ingresos de las familias más vulnerables y acompañar el cuidado de los niños y niñas en la primera infancia.