Ya estamos en la temporada festiva de diciembre y con ella llegaron los famosos ugly sweaters, una pieza esencial en el guardarropa navideño que cada vez más personas utilizan año con año. ¿Sabías que las mujeres están detrás de su creación?
Además de ser calientitos, tienen diversos motivos que los ornamentan, desde el rostro de Santa Claus, personajes animados, logotipos de marcas, hasta figuras personalizadas.
¿Y cómo surgió esta icónica pieza navideña? En la década de 1950, los suéteres tejidos con aplicaciones navideñas surgieron en Estados Unidos, bajo el nombre de jingle bell sweaters, pero fue hasta la década de 1980 que se popularizó el término ugly Christmas sweater.
Esta fama se dio gracias a la televisión, cuando comenzaron a aparecer en especiales de series como una broma visual que con el tiempo ganó reconocimiento hasta convertirse en una tradición navideña.
Aunque en la siguiente década esta tendencia se fue disipando, no tardó mucho en regresar. Comenzaron a aparecer en comedias románticas y esta prenda fue vendida como boyfriend material, ya que el contraste entre el galán de cine y lo absurdo del suéter resultó encantador para la época.
¿Qué técnicas de textiles tienen los suéteres navideños?
Desde ese momento, los ugly sweaters no han desaparecido, si no todo lo contrario, con su reproducción masiva en la industria del fast fashion se han hecho presente en las fiestas de oficina, en actividades con amigos y en reuniones familiares.
Pero la fama de esta prenda de vestir no sería posible sin las técnicas que desarrollaron las mujeres en el arte textil desde las primeras civilizaciones de la humanidad.
El punto que se utiliza en los suéteres navideños muchas veces está inspirado en los suéteres tradicionales de las Islas Aran, en Irlanda. Estas prendas eran conocidas como fisherman sweaters, debido a que los pescadores de la región solían usarlos por las bajas temperaturas del mar.
Aunque el nombre hace referencia a quienes utilizaban el suéter, la realidad es que ellos no los elaboraban. Las mujeres, esposas de los pescadores, tejían estas prendas para que sus esposos sobrellevaran el frío mientras se encontraban a intemperie.
La necesidad por ropa resistente a las actividades de los pescadores, que proveyera de calidez y aislara las temperaturas bajas terminó convirtiéndose en uno de los principales mercados y fuentes de negocios en las islas.
Mujeres tejiendo autonomía
Se han encontrado vestigios que datan del siglo XII en el Mediterráneo, en Egipto ya se practicaban técnicas de tejido para vestimenta, y entre los siglos XI y XII en África ya se elaboraban prendas similares a las de un calcetín. Eventualmente, tras procesos de imperialismo y comercialización, la práctica llegó a Europa.
Pero, ¿qué relación tienen las mujeres con el tejido, el crochet y el bordado? Por mucho tiempo, las mujeres no tenían acceso a la educación ni a las artes, se consideraba que estas eran actividades únicamente para los hombres.
Dentro de la creencia occidental que vincula a las mujeres con los trabajos de cuidados, las mujeres encontraron una forma de resistencia en los hilos, en los bordados, en las prendas, y más recientemente, en el crochet, que en comparación con el tejido y el bordado, es una técnica relativamente joven.
A través de las hebras de hilos, los patrones complejos y la visión artística, aunque en la actualidad aún no se reconoce dicha destreza como tal, las mujeres hallaron sus voces.
Históricamente, estas actividades se relacionan con la sumisión de las mujeres, con el ejercicio de prácticas asignadas por género, y aunque este enlace no es del todo erróneo, también se han utilizado como forma de expresión artística y social.
En la actualidad, estas formas de hilvanar, torcer, manipular y dibujar con las hebras han tenido una gran participación en las protestas en México.
El movimiento feminista hace uso de estas técnicas constantemente para comunicar y señalar las violencias e injusticias que atraviesan a las mujeres mexicanas, como el manto rojo que varias mujeres tejedoras hicieron como forma de protesta el 8 de marzo de 2022, o las colectivas que bordan para transmitir sus mensajes y consignas.