Este 14 de abril Katy Perry se convirtió en la primera cantante en llegar al espacio. Katy Perry formó parte de una tripulación completamente conformada por mujeres. La misión comercial de Blue Origin también contó con la presencia de la ejecutiva del proyecto, Lauren Sánchez, la presentadora de televisión Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la activista Amanda Nguyen, y la productora de cine Kerianne Flynn.
La misión, conocida como N31, despegó de Texas, Estados Unidos y tuvo una duración de alrededor de 11 minutos. Las tripulantes lograron cruzar la línea Kármán, una especie de frontera con el espacio, y experimentaron unos minutos de ingravidez. Katy Perry interpretó la canción What a Wonderful World de Neil Amstrong como símbolo de la unidad en el mundo a bordo del cohete New Shepard.
Esta es la undécima misión suborbital del Blue Origin y fue catalogada como un momento histórico para promover la participación e inclusión de las mujeres en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Sin embargo, usuarios en redes sociales han señalado que la misión se realizó con el propósito de promocionar las misiones del Blue Origin, pues la empresa fue fundada en el año 2000 por el multimillonario y dueño de Amazon, Jeff Bezos para realizar vuelos suborbitales y orbitales de carácter privado.
Las críticas se avivaron después de que la cantante Katy Perry diera un mensaje de solidaridad con la preservación del planeta tierra después de su aterrizaje, pues se estima que las misiones tiene repercusiones negativas en el medio ambiente y en la capa de ozono, debido a las grandes emisiones de óxido de nitrógeno que libera en la atmósfera, según la revista Sustainability Magazine.
Entre el marketing y la ilusión de la inclusión
Ahora los viajes al espacio son una realidad para la humanidad, pero únicamente para las personas más ricas del mundo, y es que una de las mayores críticas hacia el proyecto fundado por Jeff Bezos, surgió después de que Lauren Sanchez, su prometida, fuera parte de la tripulación de la misión N31, pues esto demuestra que sólo las personas afines al millonario y con poder adquisitivo pueden costear un viaje al espacio.
Más allá de las críticas por una supuesta democratización del acceso al espacio, detrás se esconde una competencia por acaparar el ahora mercado de los viajes espaciales, pues tanto Jeff Bezos como Elon Musk, dueño de Space X, una empresa de servicios y fabricación de transporte espacial han intentado liderado y monopolizar el futuro de las exploraciones espaciales.
En 2020 la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) anunció tres contratos millonarios con empresas privadas, entre las que se encontraban Space X y Blue Origin. En 2021 Space X obtuvo un contrato por casi 3 mil millones de dólares para crear las naves espaciales que llevarían a un grupo de astronautas al espacio por primera vez en décadas, y dos años más tarde, Blue Origin se unió a la competencia por desarrollar naves espaciales destinadas para aterrizar en la Luna.
Esto ha generado preocupaciones, pues ahora la privatización del espacio parece una carrera en contra del tiempo y de la humanidad. Entre las inquietudes más comunes por el mercado espacial se encuentra la falta de regulación internacional ante el avance de las tecnologías, la denominada “minería lunar” y la desigualdad, pues persiste la pregunta “¿Quiénes realmente pueden costear un viaje al espacio?”.
¿Qué es el proyecto Blue Origin?
Blue Origin es una empresa estadounidense de transporte aeroespacial fundada por Jeff Bezos en el año 2000. Bajo el emblema “Estamos construyendo una carretera al espacio para el beneficio de la Tierra”, Blue Origin tiene como propósito
En 2021, Blue Origin anunció “Orbital Reef” como el primer concepto comercial al espacio a 400 kilómetros sobre la Tierra. La carrera por monopolizar el espacio continúa siendo generando críticas, pues finalmente se trata de una batalla por el poder entre los magnates y millonarios más grandes del mundo.