Amigas, estamos en los últimos días del año y queremos reflexionar juntas sobre los logros feministas que las mujeres hemos logrado, como la aprobación de la Ley Malena en el estado de Nayarit, la aprobación en el senado del Registro Nacional para la Protección de las Mujeres, o que tal el avance de la marea verde por los estados de Chiapas, Estado de México, Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Puebla y Chihuahua, sumando 19 entidades de México. 

Hay algo que une las voces de las mujeres de manera tangible, feroz e inigualable, las marchas feministas. Las marchas congregan a mujeres diversas, adultas de la tercera edad, infancias, jóvenes, personas de la diversidad LGBTQ+, mujeres antipatriarcales y mujeres racializadas y decoloniales.

Este año también llegó Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, y aunque es muy pronto para saber si sus políticas está realmente comprometidas con la agenda de las mujeres, es un logro parcial;no llegamos todas, aún faltan casos por esclarecer, y justicia que conceder y estrategias que implementar para que las mujeres podamos habitar, crecer y desarrollarnos en integridad.

Mujeres a todo kilometraje

Cada 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, recordamos a quienes han sido víctimas y sobrevivientes de violencia de género, y celebramos las vidas de las mujeres extraordinarias que gritan a nuestro lado; compartimos tristezas, indignaciones, recorremos un camino lleno de arte y protesta, y finalizamos con una batucada de nuestras hermanas músicas y sonideras.

El 27 de septiembre, sale una descomunal oleada verde; las mujeres salimos a defender nuestro derecho a la decisión, a la autonomía de nuestros cuerpos y a la exploración del deseo sin estigmatizaciones. Salimos por quienes no tuvieron acceso al aborto seguro y por quienes tuvieron que ejercer una maternidad en contra de su voluntad.

Y a poco más de un mes de que termine el año, el 25 de noviembre, marchamos por un mundo sin violencia en contra de las mujeres por el simple hecho de serlo en un sistema patriarcal. En el Día Internacional en la Eliminación de la Violencia en Contra de la Mujer, pintamos las calles de color naranja, verde y púrpura, una mezcla de todos los colores que representan las luchas de las mujeres.

Las voces también se unifican en internet y redes sociales, con las hermanas que trabajan, monitoreando y apoyando desde su propia trinchera. Sabemos que asistir a marchas feministas muchas veces es complicado, algunas veces las fechas conmemorativas caen durante días laborales, y asistir es un privilegio de clase.

En 2024, las marchas concentraron a más de 180 mil mujeres; sin duda, el 8M fue el día con más asistencia, con 180 mil personas contabilizadas por el Gobierno de la Ciudad de México. Datos oficiales de la CDMX contabilizan más de mil quinientas asistentes durante la marcha del 25 de noviembre, siendo el segundo recorrido con mayor número de participación, aunque entre estás dos, la diferencia es abismal. Y aunque no se tienen registros claros del 28 de septiembre, sabemos que las mujeres que salieron portaron arrasaron y pintaron el sendero de color verde.

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Foto: Wanda Pacheco

Te has preguntado, ¿cuántos kilómetros hemos tenido que recorrer para llegar al día de hoy? Si consideramos que usualmente las marchas comienzan en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, el recorrido es de 2.4 kilómetros, pero otros contingentes inician desde el Ángel de la Independencia o del Monumento a la Revolución, que es una distancia equivalente a 4 kilómetros. 

Desde la década de 1970 las mujeres salen a marchar durante el Día Internacional de la Mujer, ya son cinco décadas de protesta y manifestación; esto daría un total de 200 kilómetros recorridos en colectivo, sin contar a las otras marchas, que se celebran recientemente. 

Pero no sólo se marcha en la Ciudad de México, se marcha en Ciudad Juárez, desde la avenida Tecnológico hasta El Memorial del Campo Algodonero, aproximadamente 4.5 kilómetros, también se marcha en Puebla, desde la Fiscalía General del Estado, hasta el Congreso del Estado de Puebla, otros 2 kilómetros, y en Oaxaca, se marcha desde el Monumento a la Madre para llegar al Zócalo, esto suman 3.3 kilómetros recorridos.

Los kilometrajes son diferentes para cada mujer, porque no sólo se han alcanzado logros en compañía de nuestras hermanas, madres, abuelas y amistades, también lo hemos hecho desde la individualidad.

Estas cifras no incluyen los recorridos individuales, las cargas personales, los momentos en que hemos tenido que afrontar situaciones de violencia en soledad y silencio, y los encuentros con nuestro propio coraje. 

Es por eso que, sin importar los kilómetros recorridos durante manifestaciones feministas, la lucha continúa. Sí, cada vez la fluencia es menos, y la representación es importante, pero también luchamos en casa, en la escuela, en el trabajo por el simple hecho de existir, resistir y atrevernos a vivir en un mundo dominado por una hegemonía patriarcal.