En México hay un problema muy grave al que todos tenemos que ponerle atención: el abuso sexual organizado en las escuelas del país. El informe “#YaNoEsUnSecreto”... ahora se grita en las calles" de la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI) alertó que los casos de abuso sexual infantil en las escuelas continúan aumentando y las autoridades no han sido eficaces en investigar este delito.
Desde 2021, cuando fue publicado el informe “Es un secreto”. La explotación sexual infantil en escuelas, hasta el 2023, con la actualización de éste, se han registrado casos en 25 escuelas ubicadas en 11 estados de la república, los cuales cuentan con "características de abuso sexual organizado dentro de las escuelas".
En primer lugar se encuentra la Ciudad de México con siete casos; Jalisco con cuatro; Estado de México con tres; Oaxaca y Morelos con dos casos cada uno; Veracruz, San Luis Potosí, Tabasco, Coahuila y Baja California con un caso respectivamente. Los casos han sido reportado en preescolares y las víctimas rondan entre los 3 y 6 años de edad.
Pero ¿a qué se refiere "organizado"? de acuerdo con la ODI el abuso sexual organizado en las escuelas es caracterizado por patrones delictivos, es decir, son acciones organizadas entre varios adultos y se perpetra de manera masiva dentro del plantel escolar.
La ODI identificó que este tipo de violencia sexual inusual contra niños y niñas, en su mayoría entre 3 y 5 años, presenta estos factores:
- La participación de múltiples personas agresoras
- Múltiples víctimas que sufren la violencia en grupos
- Las agresiones son extremas (ritualistas, escenificadas y violentas)
- Uso de cámaras durante el abuso
- Indicios de sedación
- Personal escolar que facilita o encubre el abuso
Información incompleta y la invisibilización del abuso sexual infantil por parte de las autoridades
El informe también menciona que la información incompleta es uno de los retos más grandes a los que se han enfrentado para realizar la investigación, pues les impide conocer "a detalle las dinámicas a partir de las cuales sucedieron los abusos". Agrega que la poca información pública a la que han logrado acceder ha estado incompleta y fragmentada, esto es un grave problema porque invisibiliza la dimensión del "fenómeno de abuso sexual infantil organizado en las escuelas de México".
¿Por qué la información está incompleta? En primer lugar, el informe señala que las autoridades que investigan los casos abren carpetas de investigación por cada caso, sin embargo, esto "ignora, invisibiliza o restringe la investigación de otras variables que pueden estar presentes y que podrían implicar otros delitos", por ejemplo, la explotación sexual, explotación sexual digital, trata de personas, entre otras.
Es decir, si en una escuela se registran 10 víctimas, las autoridades abren 10 carpetas de investigación, una por cada víctima. Es así es cómo la investigación se fragmenta y no permite que se investigue como un "delito organizado y complejo. De esta manera la información se registra y analiza, invisibilizando el fenómeno", se lee en el informe de la ODI.
En segundo lugar se encuentra el encubrimiento de las autoridades, sobre todo escolares. Algunas de las acciones que estas autoridades realizan es el ocultar información acerca de las dinámicas de violencia de las que fueron víctimas las niñas y niños. También buscan intimidar a las familias para que las denuncian no avancen a otras instancias. Esto ocasiona que no se registren y no haya información sobre las agresiones.
"Las quejas o denuncias no son registradas en actas administrativas de manera inmediata por los directivos de las escuelas. En general, las autoridades escolares intentan desincentivar la denuncia, por lo que proceden a hablar con familiares con la finalidad de convencerles (o amenazarles) para manejar el caso de manera interna, sin que trascienda a otras autoridades", se lee en el informe.
Y la tercera causa son los registros incompletos, es decir, las autoridades que deben investigar los casos no registran toda la información por considerar algunos datos como "innecesarios", por ejemplo, "que los abusos fueron vividos en las escuelas o las condiciones generales en que estos abusos ocurrieron". Sin embargo, el registrar de esta manera la información impide que se brinde atención integral y no se tiene un panorama completo del problema para poder generar soluciones reales.
Los padres y madres de familia exigen:
- A las fiscalías: investigar de oficio posible producción de material de explotación sexual infantil en todos los casos de abuso sexual que tengan lugar en las escuelas.
- A las autoridades escolares: adecuar sus protocolos de atención a casos de violencia sexual a los estándares internacionales en la materia. Piden considerar que ante cualquier queja o denuncia de violencia, dar vista inmediata al Ministerio Público. Abstenerse de iniciar acciones de investigación por sí mismas y sancionar cualquier intento por desincentivar la denuncia que quieran realizar los padres y madres de familia. Y sancionar las acciones de encubrimiento de cualquier docente, personal directivo o administrativo.
Tenemos que recordar que el abuso sexual en las escuelas "no son hechos aislados y excepcionales" e investigarlos de esta manera sólo invisibiliza el grave problema que atraviesa el país, además de obstaculizar el acceso a la justicia y facilita que los agresores sigan cometiendo estos delitos en completa impunidad.