La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, presentada este 30 de julio por el INEGI, confirma que las brechas económicas en México no sólo persisten, sino que afectan de forma desproporcionada a las mujeres.
Los datos publicados por el INEGI muestran que el ingreso y el gasto en los hogares siguen marcados por desigualdades de género, origen étnico y condiciones socioeconómicas. Las más golpeadas por esta distribución desigual son las mujeres que cuidan, que maternan y que viven en contextos rurales o indígenas, donde el trabajo no remunerado no solo es la norma, sino también el más invisibilizado por el sistema económico.
El ingreso mensual promedio de las mujeres es de 7 mil 905 pesos, mientras que el de los hombres asciende a 12 mil 16 pesos. Es decir, las mujeres ganan en promedio 4 mil 111 pesos menos al mes, una brecha que no se explica solo por diferencias en escolaridad o experiencia laboral, sino por un sistema que invisibiliza y devalúa su trabajo, sobre todo cuando se trata del trabajo no remunerado dentro del hogar.
La desventaja económica por maternar se refleja de forma directa en los ingresos. Las mujeres con una hija o hijo perciben en promedio 9 mil 342 pesos al mes, pero si tienen cuatro o más, su ingreso se reduce a solo 5 mil 745 pesos. En contraste, entre los hombres ocurre lo contrario: quienes tienen descendencia, particularmente dos hijas o hijos, alcanzan sus ingresos más altos (15 mil 303 pesos mensuales), mientras que los que no tienen hijas/os ganan menos (10 mil 616 pesos).
Desigualdades persisten en poblaciones indígenas
A estas brechas se suman otras que profundizan la desigualdad. La población que habla una lengua indígena reporta 5 mil 688 pesos mensuales, un 43% menos que el promedio nacional. Y entre las mujeres indígenas hablantes, el ingreso trimestral es de apenas 12 mil 479 pesos, equivalente a poco más de 4 mil 100 pesos al mes.
El grupo con mayores ingresos es el de personas de 40 a 49 años, aunque tampoco en ese grupo poblacional se reduce la brecha de género. En ese rango de edad, los hombres ganan en promedio 15 mil 290 pesos mensuales, mientras que las mujeres reciben solo 10 mil 68. Incluso entre quienes tienen estudios de posgrado, los hombres obtienen 112 mil 895 pesos trimestrales frente a los 77 mil 189 que perciben las mujeres.
En cuanto al gasto, los hogares mexicanos destinan en promedio 15 mil 891 pesos mensuales. Más de un tercio se va en alimentos, bebidas y tabaco (37.7%), seguido por transporte y comunicaciones (19.5%) y, muy por detrás, educación y esparcimiento (9.6%). Estas cifras revelan un escenario donde el acceso a bienes básicos predomina sobre la posibilidad de disfrute, descanso o desarrollo personal.
Aunque el coeficiente de Gini —la medida que refleja la desigualdad del ingreso— bajó de 0.402 a 0.391 entre 2022 y 2024, la distribución del ingreso sigue siendo profundamente desigual: el 10% más rico del país concentra el 30.3% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre sobrevive con apenas el 2.2%.
La ENIGH 2024 también revela brechas significativas en los ingresos de las personas con discapacidad. En promedio, quienes reportaron alguna limitación percibieron 6 mil 927 pesos mensuales, una cifra por debajo del ingreso nacional.
Esta desigualdad se profundiza según el tipo de discapacidad: las personas con dificultad para ver, incluso usando lentes, obtuvieron 7 mil 153 pesos mensuales; en contraste, quienes enfrentan barreras para caminar, subir o bajar con sus piernas recibieron 6 mil 314 pesos, y quienes viven con una limitación emocional o mental apenas alcanzaron un ingreso promedio de 6,306 pesos. Estos datos evidencian cómo la discapacidad, además de ser una condición personal, se convierte en un factor estructural de exclusión económica.
Mientras las mujeres —y especialmente las que cuidan, maternan o pertenecen a pueblos originarios— siguen sosteniendo la vida en condiciones de desventaja, el sistema económico continúa reproduciendo brechas que ninguna política redistributiva ha logrado cerrar del todo.
De acuerdo con el INEGI, La ENIGH 2024 se levantó en una muestra de 105 mil 718 viviendas visitadas entre el 21 de agosto y el 28 de noviembre de 2024. Sus resultados tienen representatividad nacional y estatal, con estimaciones diferenciadas para contextos urbanos y rurales, lo que permite dimensionar con precisión las desigualdades que atraviesan los hogares mexicanos según su ubicación geográfica y condiciones socioeconómicas.