Hablar sobre la menstruación en la esfera social suele ser complicado. Crecimos en espacios en los que hablar sobre el periodo menstrual era un tabú en el mejor de los casos; ejemplo de ello es la pobreza menstrual, un problema que afecta a mujeres en situaciones vulnerables.
El costo de los productos de cuidado para la menstruación suelen ser elevados, por lo que existen asimetrías en los precios de productos dirigidos para mujeres que provocan que muchas personas menstruantes no puedan acceder a estos artículos.
Y es que hablar de pobreza menstrual implica hacer un llamado a políticas públicas que tengan en su agenda el derecho a salud, al crecimiento y al desarrollo de las mujeres.
Esto también es posible desde la democratización de la información al respecto. Entre más personas estén conscientes de la problemática, más se disiparan los tabúes y la discriminación por el simple hecho de menstruar.
ONU Mujeres señala que una medida importante para encaminarnos hacia un futuro libre de pobreza menstrual es la inclusión del tema en los planes y programas educativos, por lo que creemos que el discurso una pieza es fundamental para lograrlo.
La soberanía menstrual implica reconocer nuestras cuerpas como sintientes, complejas y llenas de deseo; hacerlo desde el arte nos ayuda a interpretar lo que sentimos y además deja un vestigio de aquello que nos ha sido negado a lo largo de la historia.
Es por eso que aquí te compartimos algunos fragmentos de tres poemas que hablan sobre la menstruación.
Lucille Clifton, “Poema en alabanza de la menstruación”
Parte del compendio “The Collected Poems of Lucille Clifton” del año 2000.
Si hay un río
más hermoso que esto
brillante como la sangre
borde rojo de la luna, si
hay un río
más fiel que este
regresando cada mes
al mismo delta, si hay
un río
más valiente que este
que viene y viene en oleada
de pasión, de dolor, si lo hay
un río
más antiguo que este
hija de eva
madre de caín y de abel, si hay en
el universo tal río, si
hay algún lugar donde hay agua
más poderoso que esta salvaje
agua
reza para que fluya también
a través de animales
hermoso y fiel y antigua
y femenino y valiente
Anne Sexton, “La menstruación a los cuarenta”
Este poema de seis estrofas, parte de la colección “The Complete Poems of Anne Sexton” de 1981, habla de la relación del cuerpo femenino con la menstruación a lo largo del tiempo.
Estaba pensando en un hijo.
El útero no es un reloj
ni una campana sonando,
pero en el undécimo mes de su vida
siento el noviembre
tanto del cuerpo como del calendario.
En dos días será mi cumpleaños.
y como siempre la tierra ha terminado con su cosecha.
Esta vez busco la muerte,
la noche hacia la que me inclino,
la noche que quiero.
Bueno, entonces—
¡Habla de ello!
Estuvo en el útero todo el tiempo.
Emily Dickinson, “Untitled”
Aunque este poema no tiene título y puede ser interpretado bajo un contexto de guerra de 1862, las palabras de Emily nos remiten a la menstruación femenina a través de palabras precisas y certeras.
Su nombre es —"Otoño"—
Su tono es —Sangre—
Una Arteria —en la Colina—
Una Vena —a lo Largo del Camino—
Grandes Glóbulos —en los Callejones—
Y, oh, la lluvia de manchas—
Cuando los vientos— agitan la cuenca—
Y derraman la lluvia escarlata—
Salpica los sombreros—Muy abajo—
Reúne charcas rojizas—
Luego—se arremolina como una rosa—a lo lejos—
Sobre ruedas bermellón—.