La bicicleta, un invento que se remonta al siglo XIX, no solo revolucionó la movilidad urbana, sino que también desempeñó un papel crucial en la historia del feminismo. El Día de la Bicicleta tiene lugar el 19 de abril para conmemorar que en la misma fecha, pero en el año 1943, el químico suizo Albert Hofmann realizó un experimentó que por accidente derivó en la creación del LSD.
Esto sucedió mientras Hofmann realizaba un autoexperimento para determinar los efectos de la dietilamida de ácido lisérgico (LSD). Al ingerir la sustancia, el químico experimentó alteraciones de la percepción que no le permitieron regresar solo a casa, por lo que pidió a uno de sus ayudantes que lo llevara. Así, emprendieron el emblemático viaje en bicicleta que se ha vuelto un símbolo del LSD.
Como vehículo, la bicicleta también ha transportado a las mujeres hacia avances históricos que hoy nos colocan en contextos más equitativos, como en el mundo del deporte, donde el ciclismo era un deporte prohibido para las mujeres, pero, con los esfuerzos de nuestras antecesoras, ya no. Además es un pretexto para hacer comunidad y un medio de autonomía que nos permite movilizarnos a donde queramos.
La bicicleta y la emancipación femenina
A finales del siglo XIX, montar en bicicleta era considerado un deporte masculino. Sin embargo, para muchas mujeres, la bicicleta ofrecía una nueva forma de movilidad y libertad. Susan B. Anthony, una de las líderes del movimiento sufragista en Estados Unidos, dijo en 1896: "La bicicleta ha hecho más para emancipar a las mujeres que cualquier otra cosa en el mundo".
La bicicleta permitía a las mujeres moverse sin depender de los hombres o del transporte público, lo que les otorgaba una mayor independencia y autonomía. A pesar de las críticas y el estigma social, muchas mujeres desafiaron las normas de género de la época y comenzaron a montar en bicicleta.
¿Viste la serie Anne with an E? ¿Recuerdas el personaje de la profesora Muriel Stacy? Bueno, pues ella es un ejemplo del estigma que vivían las mujeres cuando el mundo empezó a verlas montando una bici. Si no has visto esta serie, te recomendamos verla, justo la primera aparición de Muriel es rodando una bicicleta, tienes que escuchar toda la serie de comentarios que despertó esa escena que para nosotras hoy es tan común y cotidiana.
El auge del ciclismo femenino y su impacto en la sociedad
Con el paso del tiempo, el ciclismo femenino comenzó a ganar popularidad y se convirtió en una herramienta poderosa para la lucha por los derechos de las mujeres. En la década de 1890, mujeres ciclistas desafiaron las restricciones sociales y las expectativas de género al participar en carreras y eventos de ciclismo.
Una de las figuras más destacadas de esta época fue Annie "Londonderry" Cohen Kopchovsky, quien en 1894 se convirtió en la primera mujer en dar la vuelta al mundo en bicicleta. Su viaje desafió las normas sociales y demostró que las mujeres eran capaces de lograr hazañas extraordinarias.
En un inicio, arrancó su viaje portando vestimenta femenina de la época, con una falda larga y pesada, la cual hacía incómodo y lento el trayecto. Al poco tiempo decidió cambiar ese atuendo por unos pantalones bombachos que le dieron más agilidad y movilidad.
Así, el ciclismo también se convirtió en una plataforma para promover la vestimenta práctica y funcional para las mujeres. Las faldas largas y los corsés restrictivos fueron reemplazados por pantalones y camisas holgadas, lo que otorgó comodidad a las mujeres al andar en bicicleta.
¡Salgamos a andar en bici!
Hoy en día, la bicicleta sigue desempeñando un papel fundamental en el empoderamiento de las mujeres. En muchas partes del mundo, las mujeres utilizan la bicicleta como medio de transporte sostenible y económico, permitiéndoles acceder a la educación, el trabajo y la comunidad de una manera segura y autónoma.
Además, el ciclismo femenino profesional ha experimentado un auge significativo en la última década, con equipos y eventos dedicados exclusivamente a mujeres. La bicicleta continúa siendo un símbolo poderoso de libertad, autonomía y resistencia, recordándonos el legado y el impacto duradero que un aparente “simple” vehículo ha tenido en la historia del feminismo y en la vida de las mujeres de todo el mundo.