La compañía británica de teatro Jamie Lloyd anunció que la actriz de ascendencia ghanesa Francesca Amewudah-Rivers interpretará junto a Tom Holland la nueva versión de la obra de teatro Romeo y Julieta, la obra clásica de Shakespeare. Sin embargo, este anuncio fue recibido con críticas porque algunas personas consideraron que “una mujer negra no podría interpretar a Julieta”.
La reacción negativa hacia la elección de Francesca Amewudah-Rivers para este papel subraya la persistencia de prejuicios y estereotipos racistas en la sociedad, basados en un canon occidental tradicional que no representa la diversidad, riqueza de culturas, e historias y perspectivas globales.
Una situación similar sucedió cuando Halle Bailey interpretó el live action de La Sirenita. La actriz también fue criticada por su color de piel el cual no empataba con la canónica Ariel. Es esencial reconocer que las narrativas no son estáticas ni universales, varían según quién las cuenta y cómo se presentan. Por lo tanto, es crucial cuestionar y reevaluar continuamente las historias que contamos y quiénes tienen el poder de narrarlas, es necesario reflejar una representación más inclusiva, que empate con la realidad global.
¿Por qué existe resistencia ante la representatividad?
Omar Martínez de la organización Racismo MX refiere que la respuesta negativa ante el replanteamiento de obras clásicas para incluir corporalidades racializadas surge porque se percibe como una transgresión a obras que son consideradas clásicas, canónicas y, por lo tanto, intocables.
Sin embargo, se pierde de vista el por qué ese tipo de personajes habían sido interpretados únicamente por mujeres blancas: “Hay historias en las que si modificas las características fenotípicas o de origen del personaje, se tienen que replantear por completo”, compartió en entrevista con La Cadera de Eva.
Por ello es crucial que nos cuestionemos desde dónde han sido elaboradas las narrativas clásicas y quiénes las han enunciado, ¿desde un lugar de privilegio?
La importancia de que las todas las personas nos encontremos representadas
Por otra parte, Omar Martínez apunta que seguir fomentando y defendiendo la representatividad racial en los productos culturales y audiovisuales beneficia directamente a las nuevas generaciones: “El hecho de que las infancias vean que sus corporalidades y personas similares a ellas están ocupando ciertos espacios es valioso. El que puedan atestiguar una sociedad donde hay espacios que pueden ocupar, y que no están limitados a un cierto tipo de persona, impulsan un libre desarrollo de la personalidad poderoso”.
Omar Martínez también insta a las personas que están detrás de estas producciones a contar más historias de grupos que históricamente no han sido escuchados, e incluir en sus equipos de trabajo a personas diversas. Esto no solo enriquece la narrativa y aporta una perspectiva auténtica, sino que también desafía y desmantela los estereotipos arraigados en todos los espacios.
¿Qué ha dicho la compañía de teatro al respecto?
La compañía de teatro Jamie Lloyd emitió un comunicado en sus redes sociales en los que solicitó frenar los comentarios racistas que la actriz está recibiendo por esta producción: "Seguiremos apoyando y protegiendo a todas las personas en nuestra empresa a toda costa. Cualquier abuso no será tolerado y será denunciado. La intimidación y el acoso no caben ni en nuestra industria ni en nuestras comunidades".