Un grupo de madres de víctimas de feminicidio se manifestaron frente a las vallas metálicas que rodearon Palacio Nacional durante la marcha del 8M, exigiendo ser recibidas por la presidenta Claudia Sheinbaum para dar seguimiento a las carpetas de investigación de sus hijas, que se encuentran en la impunidad.
Entre las manifestantes se encuentra Maricruz Velasco Najera, madre de Karla Yesenia Gómez Velasco, quien ha estado buscando una audiencia con la mandataria desde el martes pasado y advirtió que no levantarán el plantón hasta ser atendidas.
A la protesta también se unió Flor Emilia Alcasa del Coctillo, madre de Paola Yasmín, quien denunció que el caso de su hija también está en la Fiscalía Federal sin avances. En un tono firme, Velasco Najera expresó que las madres no se detendrán en su lucha: "Alzamos la voz por nuestras hijas y no vamos a parar de hacer las acciones". Además, denunció que algunos participantes en la protesta están en huelga de hambre como medida de presión.
Maricruz Velasco Najera criticó la falta de acción a pesar de los recursos destinados y las alertas de género. "La verdad, a veces tantos recursos que destinan para diferentes áreas supuestamente para la violencia en contra de las mujeres y no se está activando.
Es una vergüenza realmente estos gobiernos que se ven. Para mí es Esto es algo muy difícil de ver, porque se supone que debería de ser ella una mujer este que tuviera empatía hacia este tema de la mujer. Entonces, este 8 de marzo para nosotros nos está representando una represión todo esto", lamentó.
A pesar de que personal de la Secretaría de la Mujer se acercó a las manifestantes, Velasco Najera subrayó que no tienen la capacidad para resolver los casos. Rechazó la afirmación de la presidenta de que "llegamos todas", al señalar que, en realidad, "faltaron todas ellas, nuestras hijas asesinadas". Las madres exigen que se investigue y juzgue a los responsables de los feminicidios y que no se repita el sufrimiento de otras familias.
La motivación para seguir luchando, según las madres, es la memoria de sus hijas y el deseo de que los responsables paguen por sus crímenes. Velasco Najera hizo un llamado a otras familias de víctimas a unirse y no permitir que las diferencias las dividan, instando a la solidaridad nacional para que el dolor compartido impulse una revolución entre las víctimas del feminicidio. "Perder una hija se pierde hasta uno mismo", concluyó, apelando a la empatía y al apoyo de quienes las ven en su lucha.
"Que no desmayen, que sigamos. Que no nos no nos divida las ideas, que no nos no nos dividan la eh las otras maneras de pensar que unamos fuerzas, porque si nos uniéramos todas armáramos una revolución entre familias víctimas de feminicidio y no habría quien nos parara, pero tenemos que unirnos, que no nos gane las diferencias ni los malos pensamientos, que fuéramos una sola, que que el dolor de haber perdido una hija nos ayudara y acuerpáramos a nivel nacional", concluyó.