El hostigamiento sexual de Luis Rubiales, expresidente de la Federación Española de Futbol (RFEF), a la campeona del mundo Jenni Hermoso, es uno de los casos más recientes y mediáticos, que evidenció cómo la violencia sexual se encuentra tolerada en el deporte, por la manera en que tanto medios de comunicación como personas minimizaron, justificaron o incluso ignoraron el beso no consentido que le dio Rubiales a la jugadora de la selección española femenil.

El caso de Jenni Hermoso ha abierto una puerta a la justicia contra la violencia sexual en el deporte pues el juez de la Audiencia Nacional de España, Francisco de Jorge, propuso llevar a juicio a Luis Rubiales pues determinó que "el beso no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva". También serán llevados a juicio Albert Luque, director deportivo de la selección masculina, Jorge Vilda, exentrenador de la selección española femenil y a Rubén Rivera, exresponsable de marketing de la Federación por presiones a la futbolista para que declarara públicamente que el beso había sido consentido.

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Instagram @jennihermoso

Aunque hasta el momento el juez no precisa los delitos por los cuales pueda juzgar a Luis Rubiales, sí destacó que las presiones a las que se sometió a Jenni Hermoso crearon en la futbolista “una situación de ansiedad e intenso estrés". Esta determinación es importante en un contexto donde los últimos años, hemos presenciado cómo a medida que las mujeres han luchado por su reconocimiento dentro de espacios deportivos también se han presentado casos de machismo y violencia sexual contra ellas.

¿Qué ocurrió en la final del Mundial Femenil de Fútbol?

Durante la premiación a la selección española femenil, al ganar el Campeonato Mundial de Futbol Femenil, Luis Rubiales, (el entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol), dio la medalla a Jenni Hermoso, y después la beso, esto no sólo fue visto por las personas que estaban en la premición, también quedó grabado y fue visto por millones de personas en el mundo. Ante la polémica que causó esta acción, Rubiales declaró que el beso ocurrió bajo el consentimiento de la jugadora, afirmaciones que Jenni Hermoso desmintió.

En su declaración ante la Fiscalía española, la futbolista aseguró que el beso que recibió de Rubiales, tras la final del Mundial femenino no fue consentido, que no se sintió respetada "ni como jugadora ni como persona" y que no se merece haber vivido algo así, ya que para ella desde entonces "es muy difícil" poder salir de casa. Posteriormente en una entrevista con la revista GQ, Jenni Hermoso aseguró que llegó a recibir amenazas después del beso no consentido de Luis Rubiales y que ante la presión mediática al respecto le hizo mucho daño, situación que ha estado trabajando con la psicóloga que la acompaña desde hace años.

"Quiero que se me recuerde como una persona que ha querido dejar a España en lo más alto, pero, sobre todo, como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien. Por suerte o por desgracia, está esta historia, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad. El movimiento #SeAcabó debe traer una nueva era" (Jenni Hermoso)

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El pacto patriarcal

De acuerdo con Leslie Jiménez Urzua especialista en Derecho Penal por la Facultad de Derecho de la UNAM, uno de los problemas más significativos relacionados con el hostigamiento sexual y otras formas de violencia de género reside en el arraigado "pacto patriarcal" que alimenta un ciclo de revictimización, opresión, abuso de poder y desigualdad pues a pesar de que las víctimas tienen la posibilidad de denunciar a sus agresores, las amenazas de represalias, la estigmatización y el temor a dañar sus carreras perpetúan un patrón de impunidad para los agresores, dificultando la identificación y el abordaje del problema.

“A pesar de que un video que documenta un acto de acoso cometido por Luis Rubiales se haya difundido ampliamente y haya sido presenciado por millones de personas en todo el mundo, la respuesta predominante fue la de minimizar la gravedad de la agresión. Lo que es aún más preocupante es que este comportamiento recibió respaldo de miembros prominentes de la Real Federación Española de Fútbol y de otras figuras del sector”, (Leslie Jiménez Urzua)

El caso de Jenni Hermoso representa únicamente uno de los numerosos ejemplos de violencia sexual que afectan a mujeres en todo el mundo. En estas situaciones, la presencia de desequilibrios en las jerarquías de poder, la ausencia de protocolos adecuados para prevenir, detectar y abordar la violencia sexual, así como el temor al estigma y al descrédito al denunciar abuso sexual, han llevado a que muchas víctimas de hostigamiento laboral de índole sexual opten por no denunciar sus experiencias.