A pocos días del inicio de la COP30, que comenzará el 10 de noviembre en Río de Janeiro, una operación policial en las favelas de Alemão y Penha dejó alrededor de 200 personas muertas, según cifras preliminares.

El hecho reavivó críticas sobre el uso de la fuerza y las profundas desigualdades en las favelas de la ciudad anfitriona.

¿Qué pasó?

Este martes 28 de octubre, una operación policial que involucró al menos dos mil quinientos agentes fue desplegada contra el Comando Rojo (Comando Vermelho), considerado por las autoridades como la mayor organización criminal y de narcotráfico en Brasil. El grupo mantiene presencia en barrios de la región norte y noreste del país, así como en varias favelas de Río de Janeiro.

En las últimas horas, la cifra de muertos ascendió a alrededor de 200 personas, una cantidad superior a la de la masacre de la prisión de Carandiru en São Paulo en 1992, donde murieron 111 presos.

Muchas de las personas fallecidas,  la mayoría hombres racializados de entre 18 y 30 años, yacían esparcidos por la calle principal de Vila Cruzeiro o fueron arrastrados desde los bosques cercanos. De acuerdo con The Guardian, los locatarios encontraron más de cincuenta cuerpos en el monte

¿Cuál es el contexto?

El ataque se produjo en el contexto de décadas de esfuerzos por parte de las autoridades para contener a las bandas de grupos criminales

La operación fue planeada durante dos meses y se basó en una investigación exhaustiva. Según información de la BBC Brasil, las operaciones policiales fueron llevadas a cabo por el gobierno estatal de Cláudio Castro

Rafael Soares, periodista brasileño, explicó para la BBC que desde 2020, Río de Janeiro ha desplegado operativos policiales con tasas de mortalidad de más de 20 personas. 

Castro, quién además es aliado de Jair Bolsonaro, es presidente de derecha de Brasil,  defendió la operación, calificándola como un “duro golpe” contra los narcotraficantes fuertemente armados

¿Cuál ha sido la respuesta internacional?

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) emitió un video-comunicado a través de sus redes sociales en el que condena el atentado  y exonera a que se realicen las investigaciones pertinentes, de forma eficaz, rápida e independiente. 

“La operación policial más mortífera de la historia de Río de Janeiro. El Alto Comisario de la ONU para los derechos humanos, Volker Turk, solicita una reforma urgente y eficaz para los métodos policiales de Brasil. Comprendemos plenamente el desafío de lidiar con grupos delictivos de violencia organizada  como el Comando Rojo. Sin embargo, la larga lista de operaciones que resultaron en múltiples muertes que afectan desproporcionadamente a las personas de ascendencia africana levanta preguntas sobre la forma en la que las operaciones son llevadas a cabo”, se oye en el video.

Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que, tras los informes que denunciaban los hechos, dio instrucciones al Ministro de Justicia y al Director General de la Policía Federal para que se reunieran con  Castro.

“No podemos aceptar que el crimen organizado siga destruyendo familias, oprimiendo a los residentes y propagando drogas y violencia por las ciudades. Necesitamos un trabajo coordinado que ataque la raíz del narcotráfico sin poner en riesgo a policías inocentes, niños y familias”, dijo.