El miércoles 12 de junio, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó tramitar un proyecto de ley que propone equiparar el aborto legal después de la semana 22 de gestación con el delito de homicidio. Esta iniciativa fue impulsada por un grupo de diputados que representa la derecha ultraconservadora en el Congreso del país, entre ellos el Partido Liberal, que lidera el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
El proyecto busca penas de entre seis a 20 años de cárcel para las mujeres que practiquen una interrupción de embarazo legal después de la semana 22 de gestación, a pesar de que la pena actual en Brasil por someterse a un aborto ilegal es de uno a tres años. En contraste, la pena por violación en aquel país es de 10 años, es decir, que con esto, las mujeres brasileñas podrían tener una condena mayor que sus agresores.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien junto con sus aliados son minoría en el Congreso, declaró en su cuenta de X que él está en contra del aborto, sin embargo, reconoce que es una “locura” darle una condena mayor a una mujer víctima de violación que su agresor:
“Yo, Luiz Inácio, estoy en contra del aborto. Pero, como el aborto es una realidad, debemos tratarlo como una cuestión de salud pública. Creo que es una locura querer castigar a una mujer víctima de violación con una pena mayor que a un criminal que comete una violación. Estoy seguro de que lo que ya existe en la ley garantiza que actuemos civilizadamente en estos casos, tratando al violador con rigor y respeto a las víctimas”, se lee en su cuenta oficial.
Por su parte, la primera dama de Brasil, Rosangela Lula da Silva, declaró en sus redes sociales que el proyecto de ley aprobado “atenta contra la dignidad de las niñas y mujeres” brasileñas.
“Es preocupante para nosotros, como sociedad, que este proyecto se esté tramitando sin la debida discusión en las comisiones temáticas de la Cámara”, escribió en su cuenta de X.
La ministra de las Mujeres, Cida Gonçalves, en un comunicado oficial, criticó el proyecto y recordó la realidad que viven las niñas brasileñas en su país; 38 niñas menores de 14 años son madres en Brasil, “revictimiza a las niñas y mujeres víctimas de violación e impone aún más barreras para el acceso al aborto legal”.
Un retroceso en los derechos de las personas gestantes en Brasil
El proyecto de ley, presentado por el diputado Sóstenes Cavalcante del Partido Liberal (PL), representa un retroceso para el país de Brasil. Aunque fue pionero en 1940 en legislar sobre el aborto en América Latina, no hubo más avances en el tema.
Actualmente, en Brasil hay tres causales de aborto legal: violación, riesgo para la vida de la embarazada y anencefalia (el feto carece de cerebro); fuera de estas tres causales el aborto es ilegal.
El Congreso de Brasil cuenta con una mayoría de diputados hombres, lo cual pone en desventaja a las mujeres porque no hay una paridad de género y son los diputados quienes determinan las políticas públicas que impactan directamente a las mujeres.
Las mujeres en Brasil salen a protestar contra el proyecto
Tras el anuncio del proyecto legislativo, cientos de mujeres se concentraron en las calles São Paulo, Brasil, para protestar contra dicho proyecto el pasado 16 de junio. Con el lema “la niña no es madre, el violador no es padre”.
Esta es la segunda vez que salen a las calles desde el 12 de junio para impedir que esta ley sea aprobada. Distintas colectivas de feministas con sus pañuelos verdes manifestaron la inconformidad de la aprobación de la ley, pero también denunciaron que fue por una votación exprés.
Esto quiere decir que la votación se realizó bajo la modalidad simbólica, o sea que no hay registro individual de los votos. En la ley de Brasil se utiliza este método cuando los proyectos legislativos cuentan con un gran número de apoyo.
¿Qué sigue? Ahora la propuesta legislativa que fue presentada la semana pasada se discutirá en los próximos días en el Senado brasileño.