Aunque el Paquete Económico 2026 contempla un presupuesto histórico de 599 mil 145 millones de pesos para la igualdad sustantiva, lo que representa un incremento del 13.8% respecto a 2025, especialistas y organizaciones feministas advierten que la distribución y la invisibilización de programas clave podrían limitar su impacto real en la vida de las mujeres.

Uno de los principales focos de preocupación es la fusión del Programa U012 de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos. Desde 2021 este programa contaba con identidad propia, pero ahora ha sido absorbido en el nuevo “Programa para la prevención y detección de las violencias feminicidas y atención de las causas”, que integra también al E015, dedicado a la prevención de la violencia contra las mujeres.

En entrevista con La Cadera de Eva, Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR), explica que, aunque el presupuesto global del nuevo programa aumentó un 51% respecto a 2025, no existe certeza sobre qué proporción se destinará realmente a los refugios.

“Desde una perspectiva feminista, esto no es innovación, es borrado simbólico y opacidad presupuestal” (Wendy Figueroa, directora RNR)

¿Cómo afecta esta decisión a los refugios?

De acuerdo con la RNR, las consecuencias de esta decisión son graves:

Pérdida de identidad política: desaparece la visibilidad del programa de refugios como herramienta de defensa de derechos.

Incumplimiento internacional: contraviene compromisos como la CEDAW, que destaca la importancia de estos espacios.

Mayor discrecionalidad: sin línea presupuestal específica, se abre una brecha en el acceso a justicia y protección.

Retroceso en derechos: se niega el principio de progresividad del derecho de las mujeres a vivir sin violencia.

"El paquete económico 2026 no solo falla en consolidar las conquistas feministas, sino que las desmantela, es un retroceso que desprotege vidas, invisibiliza a las mujeres y margina a quienes defendemos refugios como espacios esenciales de justicia, autonomía y derechos humanos" (Wendy Figueroa, directora RNR)

Estas críticas se suman a las advertencias de otros organismos. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) ha señalado que, a pesar del incremento general, la Secretaría del Bienestar concentra el 50.1% de los recursos para igualdad, mientras que los programas específicos para mujeres reciben mucho menos. 

Recortes y retrasos: un problema recurrente

El escenario actual se suma a un historial de dificultades financieras.  Como te contamos en esta nota, el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025 redujo en 4.3% los recursos para refugios —21.8 millones de pesos menos que en 2023 y 2024, sin considerar inflación—.

A ello se añadieron retrasos: la convocatoria se publicó en febrero y los recursos comenzaron a entregarse hasta junio. Durante cinco meses, psicólogas, abogadas y enfermeras trabajaron sin recibir salario. Incluso a cuatro meses de terminar 2025 seguían pendientes pagos de marzo y abril.

Aun con estas limitaciones, más de 70 refugios y centros de atención externa atendieron a siete mil 399 personas, un incremento del 502% en la demanda. Sin embargo, la RNR advierte que este esfuerzo es insostenible sin financiamiento estable y transparente.

Wendy Figueroa ha señalado que la situación se percibe en un contexto de exclusión, donde los refugios no se sienten representados en el discurso ni en el presupuesto, a pesar de ser "parte esencial del sistema de cuidados y del sistema de atención". 

La Red también ha denunciado la falta de respuesta de la Secretaría de las Mujeres a sus solicitudes y procesos "lentos, burocráticos" que "invisibilizan la importancia de los refugios como un derecho humano".

Ante esto la organización lanzó un llamado urgente al Estado y al Congreso para que:

  • Se transparente el monto específico destinado a refugios.
  • Se reincorpore en el Anexo 13 del presupuesto el programa U012, con nombre propio.

“Nombrar a los refugios en el presupuesto es reconocer vidas y derechos. Borrarlos y fusionarlos en un programa genérico es invisibilizar a miles de mujeres, niñas y niños que tienen derecho a una vida libre de violencia” (Wendy Figueroa, directora RNR)