Un profesor ofrecía clases personales de canto en su domicilio ubicado en Puebla; enseñaba canto y a tocar instrumentos como: piano, guitarra y saxofón. En septiembre de 2022, Claudia Ortega llevó a su hija e hijo menores a clases personalizadas, buscaba que ambos pudieran explorar su talento artístico y tener actividades extracurriculares.
Al poco tiempo, el profesor César Aries “N” abusó de la menor de 12 años en dos ocasiones. La niña presentó señales de abuso infantil y cambios en su conducta: bajó su rendimiento escolar, tenía crisis en sus clases y ponía excusas para ya no asistir a su curso de canto.
En diciembre del mismo año denunciaron al agresor y desde entonces, las autoridades de Puebla han mostrado desinterés en ayudar a la víctima y a pesar de haber sido vinculado a proceso, en ninguna de las tres audiencias que se han llevado hasta ahora se la logrado llegar a una sentencia.
“La orden de aprehensión no se generó de inmediato, no nos daban información, la carpeta no avanzaba, fue muy lento el proceso”, explicó Claudia Ortega en entrevista con La Cadera de Eva.
“Me han diferido las audiencias de etapa intermedia. La familia del agresor ha buscado desprestigiar en redes el tema, hablando de menores de edad, haciéndolo más revictimizante aún. Pero ni eso, ni eso nos va a detener como familia para seguir buscando llegar a la justicia”, dijo la mamá de los menores.
Además de la falta de justicia, la menor atravesó por crisis y momentos difíciles, tanto que en marzo de 2023 intentó suicidarse y ahora está bajo tratamiento psiquiátrico y terapias.
“A partir de ese momento, presioné a la Fiscalía General del Estado (FGE) para obtener respuestas, porque ya era demasiado el tiempo y el 1 de abril de 2023 lo logran detener, bueno, giran la orden de aprehensión. Llevamos tres audiencias, estamos ahorita en la etapa intermedia, en espera de poder llevarlo a juicio”, declaró la madre de la víctima.
El profesor intimidaba constantemente a la menor de 12 años, le decía que nadie le iba a creer porque es un niña extrovertida y la amenazaba con hacerle daño a su hermano, a su madre y a su familia.
“Mi hija decidió hablar porque su hermano seguía yendo a las clases y ella tenía miedo de que le pudiera pasar algo. Cuando nos dijo, mi hijo dejó de ir y nosotros acudimos a levantar la denuncia que sucedió el 4 de diciembre del 2022”, recordó Claudia Ortega.
La mamá de la menor describió el proceso como muy largo y complicado. La pequeña y la familia tenían colapsos emocionales muy fuertes. Después de que intentara quitarse la vida estuvo internada una semana.
“Durante esa semana yo hice total presión en la fiscalía porque pues no iba a permitir perder a alguno de mis dos hijos. Mi hijo igualmente estaba muy mal, estaba en shock”, explicó la madre.
Vivir en el fraccionamiento contiguo del agresor también ha dificultado el proceso de sanación de la familia. “Nos divide una calle… Mis hijos no se sienten inseguros, porque saben que está detenido, pero realmente para ella fue muy difícil porque pensaba en su shock postraumático, eran crisis de pánico muy muy horribles, pesadillas por creer que él estaba en el cuarto, por creer que entraba a la casa”, explicó Claudia Ortega.
El caso de la menor aún se encuentra en la etapa intermedia del caso: “Me dicen que no hay condiciones, que no se le notificó de parte del juzgado al Ministerio Público o que defensa no notificó a tiempo… O sea, realmente han sido vueltas y pretextos. Esta última audiencia no se llevó a cabo por completo, la nueva fecha es el 7 de mayo, porque ya no se presentaban las condiciones para poderla llevar por completo”, señaló.
Por lo que exigen que las autoridades que el proceso avance y no se beneficie al agresor con más tiempo, ya que lleva más de un año vinculado y las audiencias no logran terminarse. “Todo se ha entregado, se ha hecho en tiempo y forma y eso es lo que pedimos, lo que exigimos”, declaró la madre.
Ortega explicó que ha sido un trabajo emocional muy fuerte. Todos los miembros de la familia acuden a terapia una vez a la semana. Señaló que no es un proceso lineal, ha tenido altas y bajas, la menor aún toma medicamentos para regular y controlar sus pensamientos.
“Ha estado mucho mejor que el año pasado, hemos sido una red de apoyo tanto su equipo terapéutico, psicóloga, psiquiatra y nosotros como familia, hemos sido una red muy fuerte para ella para poder, esto no se supera, aprendes a vivir con ello”, finalizó Claudia Ortega.
Abuso sexual infantil en México
México es el país número uno en abuso sexual infantil, con 5.4 millones de niños y niñas que son víctimas de este delito cada año, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El organismo también señaló que de cada mil casos de abuso sexual contra menores en México, solo se denuncian 100 y de estos, únicamente el 10% llega ante un juez, y solo el 1% recibe una sentencia condenatoria.
Tan solo entre enero y agosto de 2023, 286 niños y niñas fueron víctimas de abuso sexual en la entidad de Puebla, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Además, Puebla es la cuarta entidad del país con más madres menores de edad en 2022, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Ya que en este periodo, se reportaron 7 mil 696 casos, de los que 498 fueron niñas de 10 a 14 años; mil 169 de 15 años; 2 mil 362 de 16 y 3 mil 667 de 17 años.
El INEGI también señaló que durante 2022, los delitos de abuso sexual en México se registraron más en los grupos de 5 a 9 años y de 10 a 14 años en niños, mientras que en mujeres las edades que más registran casos de abuso sexual son 10 a 14 y 15 a 17 años, es decir, a menores de edad.
Aunque no hay cifras nacionales de abuso sexual infantil perpetuado por profesores, Ricardo Alfredo Sodi Cuellar, presidente del Poder Judicial del Estado de México (PJEM), advirtió que hasta marzo de 2023 hay 64 profesores e intendentes bajo proceso penal por delitos sexuales en contra de niños y niñas menores a 14 años, tan solo en el Estado de México.