Este miércoles 9 de julio, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó un amparo que buscaba trasladar a la elefanta Ely a un santuario de elefantes en Brasil. Con esta decisión, Ely permanecerá en el Zoológico de San Juan de Aragón, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México, donde ha vivido desde 2012.
Con tres votos a favor y dos en contra, la SCJN determinó que no se ha comprobado que el traslado de Ely al santuario, “Sanctuary for Elephants”, le garantizará mejores condiciones de vida.
Para conocer el contexto y las implicaciones del caso de la Elefanta Ely, entrevistamos a Susana Evelia Ramírez Terrazas, directora de la organización Va por sus Derechos AC, y representante legal de Ely, quien lucha por el reconocimiento de los derechos de los animales no humanos.
¿Qué pasó con la Elefanta Ely?
La historia de la Elefanta Ely, como la de muchos animales víctimas de maltrato, inicia en el mundo de la explotación. Durante más de 25 años, Ely formó parte de un espectáculo de circo y, después de décadas en cautiverio, fue adquirida por el gobierno de la Ciudad de México en 2011. Un año después fue trasladada en 2012 al Zoológico de San Juan Aragón, donde permanece hasta hoy.
Después de su traslado, distintos activistas que defienden los derechos de los animales no humanos, denunciaron maltratos, falta de cuidados y de un espacio adecuado para vivir íntegramente. Esta condición, junto al sentimiento de soledad, le ocasionó dolor, angustia y estrés. Por todo esto, Ely fue nombrada por la prensa como “la elefanta más triste del mundo”.
“Ely se encontraba sola; le privaron de su derecho a la reproducción, su derecho a formar parte de una manada. Ely es la que está pidiendo la libertad”, dice Susana Ramírez.
Así, en 2023 se presentó un amparo con el propósito de trasladarla al santuario “Sanctuary for Elephants”, en Brasil. En este documento se sostiene que la integridad psicofísica de la elefanta ha sido violentada y vulnerada por privación de su libertad, aislamiento y maltrato, pues en su hábitat natural, los elefantes de la especie Loxodonta africana se congregan en manadas de más de 10 integrantes.
El amparo fue rechazado el 3 de septiembre de 2023, sin embargo, en mayo de 2024 la jueza Elizabeth Trejo Galán reconoció a Ely como un ser sintiente. Este fallo sentó un precedente histórico en la lucha por los derechos de los animales, pues el Estado reconoce a Ely como un ser vivo que tiene la capacidad de percibir y sentir un rango amplio de emociones, así como la capacidad de experimentar sentido de pertenencia.
“Le dieron el amparo y la protección a un abogado hombre, que al igual que nosotros, metió un amparo. La diferencia es que el amparo que el licenciado Marcos ingresó solicita el bienestar de Ely en cautiverio; en el nuestro, por el contrario, Ely era la que estaba solicitando su libertad y expresando todo su sentir, toda la angustia, todo el dolor, toda la explotación, todo lo que le habían arrancado, por medio de mí, su representante legal”.
¿En qué condiciones vive la Elefanta Ely?
Desde su llegada a Aragón, Ely ha experimentado estrés, angustia, soledad, tristeza. A pesar de que Ely recibe cuidados veterinarios, las autoridades no han sido claras respecto a su historial clínico e incluso han falsificado documentos para finiquitar el amparo.
“Nos comentaban que Ely, en su físico, tenía lesiones en la piel que eran producidas principalmente por el estrés. En la actualidad, Ely ya comparte el cautiverio con otras dos elefantas. Es muy triste pero eso no ha minorado en nada su situación físico emocional y psicológica”, menciona Susana Ramírez.
“Todos los animales que están en cautiverio son animales que deberían de estar en libertad porque así lo determina sus derechos fundamentales”.
¿Qué dice la ley de Protección y Bienestar Animal?
El caso de Ely es histórico en México, pues el desconocimiento de su origen y de su vida previa al abuso evidencia la extensión de tráfico de especies en el país.
El Artículo 4 de la Constitución incluye una disposición sobre la protección de los animales, reconociéndolos como seres sintientes y prohibiendo el maltrato animal. Esto significa que el Estado mexicano tiene la obligación de garantizar el bienestar animal y de prevenir su sufrimiento.
En México se reconoce a los animales bajo condiciones de tutela y protección. Solamente en la Ciudad de México se reconoce a los animales como seres sintientes que deben ser protegidos y tratados con dignidad y respeto. Esta disposición entró en vigor el 28 de marzo de 2024 en la reforma a la Ley de Protección y Bienestar Animal, aunque la realidad dice lo contrario.
“No creo que se reconozca su personalidad jurídica como persona no humana, la Primera Sala de la SCJN desechó ese tema y desconoce la reforma constitucional hecha al Artículo 4, el diciembre pasado. La SCJN deja un precedente importante: no se hizo justicia para una hembra no humana, ya que fueron tres ministros hombres, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Alfredo Ortiz Mena, contra dos ministras mujeres, las cuales estuvieron en contra de este fallo”.
¿Por qué el caso de Ely importa desde la mirada antiespecista?
Como Susana Ramírez menciona, Ely es una hembra no humana a la que le han negado el derecho a la libertad y a pertenecer.
“Ely sigue siendo un precedente histórico para México, los mexicanos estamos presenciando una Suprema Corte de Justicia retrógrada que, casi en su mayoría, es un patriarcado en contra de las hembras no humanas. Es precedente histórico porque la Suprema Corte de Justicia es especista”, reflexiona Ramírez.
Para Susana Ramírez, como para el feminismo antiespecista, es necesario señalar las violencias patriarcales que no sólo tocan a las mujeres, sino también a todas aquellas especies atravesadas por la construcción de género.
“Ely para mí es una hembra no humana que tiene vagina al igual que yo, que tiene senos al igual que yo, que puede lactar igual que yo, tiene ojos, tiene cabeza, tiene miembros inferiores, tiene miembros exteriores, tiene absolutamente todo igual que yo”.
El apodo de “la elefanta más triste del mundo” no es arbitrario; los animales no humanos, especialmente las hembras, están condicionadas a vivir circunstancias menos dignas día con día, atravesadas por el androcentrismo.
¿Qué sigue en el caso de la Elefanta Ely?
De acuerdo con Susana Ramírez, se pretende que el caso de Ely llegue a instancias internacionales hasta escalar a Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“La Suprema Corte de Justicia violó los principios del derecho, (...) entonces la situación legal se va a seguir en ámbitos internacionales. Sabemos que las autoridades tienen la facultad de darle a Ely su libertad, de darle protección la más amplia, pero eso se conseguiría solicitándole a la Jefa de Gobierno que le otorgue libertad”.