El 29 de noviembre se conmemora en Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Este día se rememora desde 1977, año en que la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la “Resolución 181” que estipula la creaación de dos Estado-nación, uno judío y otro árabe. En la actualidad, solamente existe un “Estado judío”: Israel.
El propósito de este día es hacer un llamado a la comunidad internacional para “centrar su atención en la falta de resolución de la ‘cuestión Palestina’”, como se explica en el sitio oficial Noticias ONU. Desde las Naciones Unidas se han generado asambleas y comités para proponer soluciones que den fin al conflicto y, como cada año, representantes del mundo se reúnen para debatir al respecto, sin embargo, nos preguntamos, ¿son estas acciones suficiente para frenar el genocidio del pueblo palestino?
Foto: cuartoscuro
Las búsquedas en internet relacionadas con el 29 de noviembre son todas iguales: repetitivas, vacías, con falta de convicción. Funcionan meramente para recordarnos que hay un pueblo en Medio Oriente que necesita “auxilio”. No es más que una efeméride en una lista de miles más. La realidad es que lo que está ocurriendo es ocupación, expulsión, el desplazo y el exterminio gradual de una cultura entera.
Mientras no se reconozca abiertamente por los Estados que la masacre en Palestina es un genocidio, no se puede hablar de solidaridad, de cualquier otra forma esta será meramente una simulación.
En la actualidad 145 países de 193 miembros de las Naciones Unidas reconocen a Palestina como un Estado. Estados Unidos no reconocen a Palestina como Estado y esto para nada es arbitrario, en el momento en el que estamos, no puede verse más que como una acción desvergonzada impulsada por el racismo, la xenofobia y la ideología de derecha refrendada por la cultura armamentista.
Entonces, ¿por qué debe importarnos el 29 de noviembre? No se trata únicamente de memoria, el genocidio del pueblo lleva consigo la realidad a la que están sometidos grupos no hegemónicos.
Datos de la ONU señalan que desde octubre de 2023 hasta la actualidad, más de 43 mil personas palestinas que han sido asesinadas en la franja de Gaza por el ejército de Israel, y más de 100 mil heridas. El 70% de los datos corresponde a mujeres e infancias. Los números no representan más que una catástrofe, una que es virtualmente reconocida como reciente, pero la realidad es que el pueblo Palestino ha sufrido ataques desde la segunda mitad del siglo pasado.
Claro que conmemorar el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino le da atención al conflicto, trae a colación el problema y visibiliza la situación actual de devastación, pero lo cierto es que no es suficiente y jamás será suficiente. No necesitamos un día de solidaridad con el pueblo de Palestina, necesitamos años de solidaridad, años de reparación, años de responsabilización, pero quienes tienen la posibilidad de frenar el genocidio son los mismos que están detrás del conflicto.
Refrendar solidaridad con el pueblo de Palestina implica reconocer que se están violando los derechos de mujeres, hombres, infancias, personas de la comunidad LGBTQ+, minorías políticas, étnicas y religiosas, en parte, por el hecho de existir, y en otra, por la ambición obscena de una sistema capitalista y neoliberal propio de la ideología conservadora.
Refrendemos solidaridad con el pueblo Palestino este 29 de noviembre y tengamos como símbolo los trozos de sandía que representan esperanza, hoy y cada día hasta que no haya un solo asesinato a manos de la oligarquía y de los Estados opresores.
¡Desde el río, hasta el mar. Palestina vencerá!