En todo el mundo, las mujeres embarazadas a punto de dar a luz han sido víctimas de abusos y agresiones de todo tipo. La falta de herramientas adecuadas en los hospitales, la violencia obstétrica cometida por el personal de salud y los mitos que aún existen en la sociedad en torno a la maternidad, muchas veces complican el parto y arriesgan la vida de los bebés y de sus madres.
Si bien la mortalidad materna también está marcada por causas como: hemorragia obstétrica, enfermedades hipertensivas, edema y proteinuria en el embarazo, complicaciones que surgen durante el parto y el puerperio, también existen otras negligencias presentes en el sistema de salud que aumentan el riesgo para que el paro de las mujeres pueda ser digno y seguro.
De acuerdo con el Observatorio de Mortalidad Materna en México (OMM), durante el 2022 se registraron 678 defunciones por las razones antes mencionadas. En 2021, fueron 1,109 y en 2020, 1,014. La disminución de estas cifras son el esfuerzo conjunto de todas las mujeres y organizaciones que lucharon por garantizar y salvaguardar la vida de las madres.
Para conocer más sobre el Día Mundial de los Derechos de Nacimiento y el Parto Respetado, La Cadera de Eva platicó con Hilda Eugenia Argüello, secretaria técnica del OMM, organización que trabaja para reducir la mortalidad materna en México y dar a conocer los derechos sexuales y reproductivos, principalmente de mujeres y jóvenes de grupos vulnerables.
Hilda Argüello explicó que el parto respetado se refiere a reconocer que los protagonistas principales del parto son la mujer y la persona recién nacida. Agregó que dicho concepto también se utiliza como un sinónimo de parto humanizado:
“La OMS ha aceptado el término de parto respetado o de una buena experiencia durante el parto y ha emitido una serie de recomendaciones que están basadas en evidencia científica”, apuntó.
Mientras que los derechos de nacimiento, hacen referencia a que las mujeres tienen el derecho a decidir cómo quieren tener su parto, con quién quieren ser atendidas y que esto sea garantizado desde el Estado para que fuera llevado a cabo desde una manera segura.
“El movimiento de parto humanizado nace en América Latina y la intención era evitar la medicalización de los partos y que fueran respetados los derechos de las mujeres a decidir. También hay recomendaciones de acuerdo a la evolución del proceso del parto: el trabajo de parto, el momento de nacimiento y con lo que se denomina el puerperio, que son las horas y los días que prosiguen a una atención del parto”, dijo.
Causas de muerte materna
Hilda Argüello explicó que las causas de muerte materna se dividen en dos grandes grupos. Un grupo que se le llama causas directas, relacionadas con el propio embarazo, el parto o el puerperio.
“Es decir, una mujer no fallecería por esas causas si no estuviera en el proceso del embarazo. Esto incluye a las enfermedades hipertensivas durante el embarazo, como la preeclampsia, que es una elevación de la presión arterial y si se presentan más convulsiones, es eclampsia. Los trastornos hemorrágicos, o sea, la hemorragia durante el parto o posterior al parto; y la sepsis puerperal, que es una infección generalizada y la causa principal es una mala detención del parto en términos de higiene”, apuntó.
Mientras que las causas indirectas, dijo, ocurren cuando hay una precondición o padecimiento preexistente al embarazo. Por ejemplo, las mujeres que se embarazan y tienen diabetes, cáncer o Virus del Papiloma Humano; si estas condiciones pre existentes se agravan, puede llevar al fallecimiento de esa mujer.
“Las principales causas de muerte materna en el país están disputándose las causas indirectas o las enfermedades hipertensivas asociadas al embarazo, como son la preeclampsia y la eclampsia. Aunque esto sería en términos generales como el promedio del país y eso cambia un poco si pusiéramos el foco por cada entidad federativa”, señaló.
La especialista mencionó que hay entidades federativas como Chiapas que tienen en primer lugar la hemorragia y en segundo lugar las enfermedades hipertensivas, como causas de la mortalidad materna. Pero regularmente, las causas indirectas provocan complicaciones.
Mortalidad materna a la baja
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en últimos 12 años, México redujo más de 46% mortalidad materna, ya que al corte al 8 de agosto de 2023, había 25.6 defunciones por cada 100 mil nacimientos, lo que representa una disminución de 18.7% con respecto a cifras del 2022 y de 46.4% con respecto a 2011 en ese mismo periodo.
Sobre este tema, Hilda Arguello explicó que además de los esfuerzos de las mujeres, algo que impulsó la reducción de la mortalidad materna a nivel mundial, fueron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), aprobados en septiembre de 2000.
“Plantearon reducir en un 75% las muertes maternas que teníamos en 1990. Es decir, se establecieron 15 años para que pudiéramos cumplir con esos objetivos. Hasta 2015, México tuvo una disminución del 70%, no cumplimos la meta del 75%, aunque tuvimos un buen avance”, explicó.
De acuerdo con el gobierno federal, los ODM son ocho objetivos que se planearon alcanzar para 2015: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Además de esto, la experta explicó que existe la Norma Oficial Mexicana (NOM) 007, publicada en 2016, en la que se señala las mejores prácticas para la atención del parte que tienen que ver con el parto respetado.
Por ejemplo, que las mujeres pueden escoger libremente la posición en la que quieren tener su parto; sin embargo, no todo se puede poner en práctica por la falta de herramientas o infraestructura.
“Desafortunadamente no se logra garantizar en todo el Sistema Nacional de Salud, porque seguimos con unidades médicas que no están adaptadas para las necesidades de las mujeres. Se recomienda caminar o deambular para favorecer el trabajo de parto, pero lo que argumentan las unidades médicas es que no tienen las condiciones de infraestructura pensadas para ello”, concluyó.