Mientras países como Francia y Reino Unido dan un paso histórico al reconocer a Palestina como Estado, en México la presidenta, Claudia Sheinbaum, hizo un posicionamiento histórico. Este lunes 22 de septiembre, Sheinbaum, calificó como “genocidio” la ocupación  llevada a cabo por Israel en Gaza.

“Todo el posicionamiento, de acuerdo con la comunidad internacional de que pare este genocidio en Gaza, esa es nuestra posición”, dijo la presidente durante la conferencia de la mañanera. 

Se trata de  la primera vez que Sheinbaum condena el conflicto en Gaza y reconoce el genocidio en Palestina.

1. ¿Cuál es la postura de México frente al conflicto?

Sheinbaum subrayó que la política exterior mexicana sigue sustentada en los principios de paz, no intervención y autodeterminación de los pueblos

Bajo esa línea, hizo un llamado a reconocer la existencia de dos Estados, el de Israel y el de Palestina. En marzo de 2025, su gobierno acreditó por primera vez a una embajadora palestina: Nadya R. H. Rasheed presentó credenciales como representante extraordinaria y plenipotenciaria. 

Hasta entonces, Palestina había contado únicamente con diplomáticos acreditados, pero nunca con una embajadora reconocida formalmente por México.

La presidenta enfatizó que el canciller Juan Ramón de la Fuente llevará a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas un mensaje de paz y unidad dentro de la política exterior de México.

  • 2.¿Qué antecedentes tiene México con Palestina?

  • México sostiene vínculos con Palestina desde 2012, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 67/19 que le otorgó el estatus de Estado observador no miembro. 

    Desde entonces, el Estado mexicano había mantenido relaciones bajo los lineamientos de la Doctrina Estrada, que evita emitir juicios sobre la legitimidad de gobiernos o condenar abiertamente a otros países. La declaración de Sheinbaum rompe con esa tradición diplomática y marca un cambio de rumbo.

    Esta postura se sustenta en los tres pilares de la política exterior de México: la no intervención, la autodeterminación de los pueblos y la igualdad jurídica de los Estados. 

    3.¿Por qué el reconocimiento es una deuda de Occidente?

    El reconocimiento simbólico de México coincide con un giro en la política internacional. En las últimas semanas, países como Francia, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal anunciaron también su reconocimiento a Palestina, sumándose a una lista que ya supera los 150 Estados miembros de la ONU. 

    Este 21 de septiembre, el Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, reconoció a Palestina oficialmente como Estado: 

    “Ante el creciente horror en Oriente Medio, actuamos para mantener viva la posibilidad de la paz y de una solución de dos Estados. Esto significa un Israel seguro y protegido junto a un Estado palestino viable”, dijo a través de un comunicado en redes sociales. 

    Emmanuel Macron, presidente francés, también lo declaró ante la Asamblea General de la ONU que arrancó esta semana: “Ha llegado el momento (…) Francia reconoce al Estado de Palestina”. Entre los países que todavía se resisten destacan Estados Unidos, Alemania, Italia y Japón.

    Algunos Estados de Europa del Este lo hicieron antes de integrarse a la Unión Europea, lo que muestra que, por décadas, el reconocimiento fue un gesto de solidaridad del mundo periférico más que de las potencias occidentales.

    4.¿Qué significa reconocer a Palestina como Estado?

    Reconocer a Palestina como Estado significa aceptar una demanda que existe desde 1948, cuando empezó la ocupación y se agudizó el conflicto con Israel. Esto es importante porque le da más fuerza para entrar en organismos internacionales, firmar acuerdos y ser tomada en cuenta en las negociaciones de paz.

    Israel se opone a ese reconocimiento porque controla gran parte del territorio que Palestina reclama y teme que un Estado palestino debilite su seguridad. Con el apoyo de aliados como Estados Unidos, ha frenado durante décadas las iniciativas internacionales que buscan darle a Palestina un lugar pleno en la comunidad mundial.

    Al día de hoy, más de 150 Estados miembros de la ONU, de los 193, reconocen formalmente a Palestina. Entre quienes no lo reconocen destacan, además de Estados Unidos, Alemania, Italia y Japón.

    Un aspecto notable es que los primeros países en reconocer la autonomía del Estado Palestino fueron, en su mayoría, naciones del Sur Global, con economías periféricas o en desarrollo. 

    De acuerdo con la ONU, tras la proclamación del Estado de Palestina por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) el 15 de noviembre de 1988, Argelia se convirtió en el primer país en reconocerlo oficialmente, marcando el inicio de una serie de reconocimientos principalmente en África, Asia y América Latina. 

    Algunos países europeos reconocieron a Palestina antes de unirse a la Unión Europea como Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Chipre. 

    5.El reconocimiento de Palestina y la respuesta de Israel

    A pesar de las múltiples manifestaciones y protestas civiles, que exigen a los países del Norte Global frenar el genocidio en Palestina, el pasado 12 de septiembre, la Asamblea de la ONU adoptó una resolución que buscaba impulsar una solución de dos Estados que desmantele la organización de Hamas; esta fue apoyada por 142 miembros de la ONU, mientras que 10 votaron en contra, entre ellos Estados Unidos, Argentina e Israel. 

    Tras el reconocimiento de Palestina por parte del Reino Unido 21 de septiembre, el gobierno de Israel, encabezado por Benjamin Netanyahu advirtió que tenía “un mensaje claro para los líderes que reconocen un Estado palestino después de la terrible masacre del 7 de octubre”, dijo, y continuó “están dando un gran impulso al terrorismo. Eso no sucederá. No habrá un Estado palestino al oeste del río Jordán”.

    No es casualidad que los países de Occidente sean los últimos en reconocer a Palestina como Estado, a más de siete décadas de iniciada la ocupación, pues el reconocimiento internacional de Palestina está estrechamente vinculado a la resolución del conflicto con Israel. 

    Esto constituye un acto diplomático y político que afirma el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación. En consecuencia, este reconocimiento debería implicar el rechazo a cualquier acción del gobierno israelí que socave ese derecho y, al mismo tiempo, abrir la posibilidad de ejercer presión internacional para detener el genocidio.