A más de dos años del feminicidio de Debanhi Escobar, en Nuevo León no ha habido ni detenidos, ni aclaraciones, ni justicia. La Fiscalía General de la República (FGR) no ha dado respuesta a los familiares de la víctima sobre lo que ocurrió en la desaparición y asesinato de la joven de 18 años.

Fue el 22 de abril de 2022 cuando la Fiscalía de Nuevo León encontró el cuerpo sin vida de Debanhi Escobar en la cisterna de un motel de carretera, después de estar desaparecida durante 13 días. A pesar del tiempo transcurrido, aún quedan muchas preguntas que las autoridades no han respondido. ¿Quién asesinó a Debanhi? ¿Por qué hubo discrepancias en la primera autopsia? ¿Qué se está haciendo para encontrar a los responsables?

Hasta enero de 2023, solo estaban acusadas dos trabajadoras del Motel Nueva Castilla por realizar declaraciones falsas y por encubrimiento de información. Sin embargo, el caso no avanza y ha quedado en total impunidad.

En México, entre enero de 2012 y diciembre de 2022, la impunidad en los delitos de feminicidio fue del 76%, es decir, siete mil 246 feminicidios registrados; menos del 25% de esos crímenes ha terminado en una sentencia, según datos de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Cronología del caso de Debanhi Escobar

El 9 de abril de 2022, Debanhi Escobar, de 18 años, fue reportada desaparecida luego de asistir a una fiesta en una quinta en Nuevo León. 13 días después, el 22 de abril, su cuerpo sin vida fue hallado en la cisterna del Motel Nueva Castilla, en el municipio de Escobedo, en el Área Metropolitana de Monterrey.

Debanhi fue vista por última vez la noche del 8 de abril, cuando salió de una fiesta con sus amigas en la ciudad de Escobedo, Nuevo León. Después, bajó de un automóvil en la carretera a Laredo en la madrugada, esa fue la última imagen que existe de ella, donde se le observaba parada a un lado de la autopista.

Después de trece días intensos de búsqueda liderados por las autoridades del estado y la familia de Debanhi Escobar, fue encontrada sin vida en la cisterna del Motel Nueva Castilla. El hallazgo y la investigación tuvieron muchas inconsistencias: el motel ya había sido cateado por las autoridades días antes de encontrarla, y la fiscalía de la entidad había declarado que el establecimiento no contaba con cámaras de seguridad, lo cual fue desmentido cuando aparecieron videos de grabación del establecimiento.

La Fiscalía General de Nuevo León determinó que ella murió al caer accidentalmente a la cisterna. Sin embargo, a petición del padre y la madre de la joven, Debanhi fue exhumada porque en un segundo informe se observaron varias contusiones y evidencia de agresión sexual en su cuerpo.

Cuando se dio a conocer la última autopsia, la Fiscalía General de la República (FGR) tomó la carpeta del caso en octubre de 2022, a petición de las autoridades de Nuevo León y de la familia de Debanhi. Después, en abril de 2022 destituyeron a dos fiscales a cargo de la investigación por obstruir el caso.

En mayo del año pasado, la familia también acusó que la FGR no les había permitido el acceso a la carpeta de investigación. El señor Mario Escobar y la señora Dolores Bazaldúa, padres de Debanhi Escobar se habían presentado a las instalaciones de la FGR conforme a la cita que tenían. 

Los familiares solicitaron la carpeta de investigación y les respondieron, a través de un oficio, que no podían tener acceso a ella, y les cambiaron la fecha para recibirlos. Los citaron para la siguiente semana, y ellos acueron, sin embargo, no los atendieron y les volvieron a dar otra fecha.

La última autopsia realizada por la FGR en el mes de julio de 2023 fue considerada como la autopsia final y verdadera. En ella se indicó que la causa de la muerte fue asfixia y que había fallecido entre tres y cinco días antes de que la encontraran, es decir, cuando comenzaron la búsqueda el 9 de abril, ella aún estaba viva.

No es un caso aislado

El caso de Debanhi Escobar no es un hecho aislado. No es la primera vez que una joven en nuestro país desaparece después de ir a una fiesta o reunirse con amigos, tomar un taxi y luego no saber más de ellas, hasta que, después de intensas búsquedas, son encontradas sin vida.

El feminicidio de Mara Castilla, quien desapareció en San Andrés Cholula, Puebla, después de viajar en un taxi de la empresa Cabify en septiembre de 2017, y el caso de Paola Andrea, quien viajó en un vehículo de Didi en Mexicali, Baja California, y nunca llegó a casa, son ejemplos similares.

En los tres casos de feminicidio, las víctimas eran menores de 25 años y salieron de una fiesta o bar con amigos para tomar un taxi a través de aplicaciones, perdiéndose luego el rastro de ellas.

Otra cosa que tienen en común estos casos es la revictimización por parte de las autoridades. Como se mencionó al inicio de la nota, en el caso de Debanhi no ha habido justicia, pero también hubo una doble revictimización por parte de la sociedad al responsabilizar a las víctimas por salir solas en la madrugada.