En memoria de la periodista Miroslava Breach, activistas y familiares de los grupos Reporteros Sin Fronteras (RSF), Propuesta Cívica, e integrantes de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) develaron este 21 de marzo(fecha) el mural “El silencio es complicidad”en la Plaza Francisco Zarco, Ciudad de México, a ocho años de su asesinato en Chihuahua.
Frente al mural que retrata a la periodista con una sonrisa en el rostro y la acompaña con la frase “Yo si tengo los ovarios puestos”, defensoras de la libertad recordaron que después de ocho años de su asesinato aún no hay justicia para ella ni para las personas periodistas en México, víctimas de la persecución política y la censura.
Miroslava Breach fue asesinada a balazos en una camioneta el jueves 23 de marzo de 2017, mientras esperaba a su hijo para llevarlo a la escuela En la memoria colectiva, el coraje y valentía de Miroslava Breach serán recordados por las voces que aún piden justicia.

¿Quién fue Miroslava Breach?
Miroslava Breach Velducea fue una periodista y reportera nacida en 1963, en el estado de Chihuahua. En su primera nota denunció los grupos criminales de la Sierra Tarahumara, que sometían a las comunidades indígenas a cultivar droga. Denunció los crímenes del entonces llamado grupo criminal “Los Salazar”, motivo por el cual comenzó a recibir amenazas en 2016, después de tejer y dar a conocer la red criminal de la familia.
La amenazas continuaron por parte del grupo criminal como de las autoridades municipales de Chínipas de Almada, lugar en el que cubrió el enlace entre los grupos de narcotráfico y elementos del gobierno municipal.
En su última nota “Los cárteles se infiltran en los municipios de Chihuahua”, nombró a las personas encargadas de la seguridad pública vinculadas con grupos criminales, entre ellos “Los Salazar”.
Miroslava Breach se dedicó a cubrir e investigar temas de narcotráfico, feminicidios, el caso de Maricela Escobedo, corrupción y derechos humanos, y durante 15 años fue corresponsal del periódico La Jornada.
Tras su muerte, grupos de activistas y periodistas han hecho de Miroslava Breach un símbolo de fortaleza en contra del autoritarismo que somete a las personas periodistas y silencia las voces de las personas vulnerables.
“Las agresiones contra periodistas son ataques a toda la sociedad. La impunidad y la justicia constituyen mensajes a los perpetradores. La impunidad facilita su repetición, mientras la justicia reafirma que quienes ordenan y perpetran estos crímenes deberán rendir cuentas. Por eso, por Miroslava, pero también por todos los demás periodistas en riesgo, la impunidad no puede persistir y todos los involucrados en este crimen tienen que ser debidamente investigados, juzgados y sancionados”, se pronunció ONU-DH durante el primer aniversario luctuoso de la periodista.