“Por primera vez en dos siglos, México tiene una mujer presidenta, resultado del movimiento amplio de mujeres en nuestro país, algo que le pedimos presidenta no olvidar, por las que fueron, por las que somos, por las que vienen”, así comienza la carta que la Red Nacional de Refugios (RNR) le envía a la virtual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a quien le piden, que atienda las violencias estructurales y la crisis feminicida que viven las mexicanas.
A través de un comunicado, la RNR, conformada por 76 espacios de prevención, atención y protección, para las mujeres víctimas de violencias y sus hijos e hijas, le recuerda a Sheinbaum que estos refugios “son necesarios mientras continúen la impunidad y la falta de justicia y, las órdenes de protección no frenen los feminicidios o los ataques con sustancias químicas”.
Y es que a lo largo del actual sexenio, la RNR ha enfrentado una serie de obstáculos para obtener su presupuesto, lo cual es indispensable para las miles de mujeres que son atendidas en estos albergues año con año.
Además, invitaron a la próxima presidenta del país a conocer los refugios, “a escuchar las voces de las mujeres, niñas y niños y, vivenciar lo que estos espacios de protección significan para cientos de mujeres e infancias”.
También resaltaron la urgencia de erradicar los feminicidios, lo que implica acabar también con todas las formas de violencias contra las mujeres, por lo que “es urgente una política de Estado que prevenga, atienda, sancione y elimine las violencias machistas contra las mujeres, niñas y adolescentes”.
La RNR también ha documentado que en los primeros tres meses de 2024 más de 63 mil mujeres llamaron al 911 por violencia de pareja, 6.6% más que en 2023, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Y es que la violencia feminicida es un tema pendiente por atender en nuestro país. En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador se han registrado al menos 4 mil 892 feminicidios, de acuerdo con los datos de la RNR.
Por eso, la RNR solicita a Sheinbaum:
Garantizar un sistema de justicia integral, donde las mujeres, niñas y niños tengan seguridad, protección y garantía de derechos, por lo que es preciso que ningún agresor esté en el poder, que ningún feminicida tenga amparos y que denunciar a un agresor no sea sinónimo de riesgo.
Erradicar la pornografía, los embarazos infantiles, la explotación sexual, la trata, todos aquellos delitos en contra de la vida, dignidad y derechos humanos, siendo importante contar con un plan a nivel nacional por parte de las agencias gubernamentales y tomar acciones para prevenir toda transgresión a los derechos humanos.
Asegurar la incorporación de todas las niñas al sistema educativo e implementar un modelo de coeducación.
Garantizar el acceso al agua como un derecho fundamental para todas las personas, la desigualdad en el acceso al agua tiene fuertes impactos en la garantía del derecho a la salud, la vivienda, la alimentación y la educación de las mujeres y niñas, y es un obstáculo más para la garantía de sus Derechos Sexuales y Reproductivos.
Instalar el Sistema Nacional de Cuidados con presupuesto garante que permita la redistribución de los trabajos de cuidados.
Garantizar presupuesto públicos garantes, progresivos y con perspectiva de género como política pública y una medida para promover el ejercicio de los derechos de las mujeres, su empoderamiento económico y la erradicación de la violencia en su contra.
Incorporar en su agenda a las Organizaciones de la Sociedad Civil, a las feministas, a las madres buscadoras, a las víctimas y toda persona o instancia que exprese su derecho a disentir, para garantizar la pluralidad y un Estado democrático.
Presidenta, es indispensable respetar y hacer cumplir la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém do Pará) ambas firmadas y ratificadas por México.
Respetar las leyes nacionales e internacionales que obligan a los Estados a tener Refugios para mujeres víctimas de violencias, fortaleciendo su operación y garantizando presupuestos progresivos.