Después de sobrevivir a un intento de feminicidio, Susana Rojas Merino estudió la licenciatura en Educación Primaria. Estaba a unos días de presentar su examen profesional para convertirse en docente, sin embargo, su familia y ella fueron encarcelados injustamente hace unos días, acusados de presuntamente secuestrar a su exnovio y agresor.
La pesadilla para Susana, una joven poblana de 31 años, comenzó el 24 de abril de 2018, cuando su ex pareja Daniel “N” la golpeó y apuñaló 17 veces en el interior de su domicilio. Susana sobrevivió al ataque y desde entonces no ha obtenido justicia; en cambio, el agresor acusó a su familia y a ella de secuestrarlo, por lo que la familia Rojas Merino fue encarcelada el pasado 23 de junio.
Susana demandó a su expareja por feminicidio en grado de tentativa pero él nunca fue arrestado. Su carpeta de investigación se clasificó como violencia familiar, sin que se le otorgaran las medidas de protección.
Ella continuó con sus estudios y luchó para que Daniel “N” no le hiciera más daño, pues desde el primer ataque recibió amenazas por su parte. Fue hasta marzo de este año que las autoridades retomaron el caso y citaron al agresor para una audiencia. Un día antes, Daniel “N” acusó a la familia Rojas Merino de haberlo secuestrado.
Él levantó la denuncia y el 23 de junio, Susana; su hermano, Efraín Rojas Merino de 36 años; su mamá Maura Rojas, de 55 años y su tío Alfredo de 63 años fueron detenidos y trasladados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tehuacán, Puebla.
El 28 de junio fueron vinculados a proceso por secuestro en contra de Daniel “N”. La Fiscalía General del Estado de Puebla informó que había pruebas suficientes para continuar con el proceso de detención de la familia Merino Rojas.
De acuerdo con Daniel “N”, el 12 de marzo de 2024 fue sustraído de su casa, en Tepanco de López, por tres hombres y lo llevaron al domicilio de los padres de Susana. Exigían 500 mil pesos como pago de rescate, a las horas pudo escapar y posteriormente los denunció por secuestro agravado y violencia física.
Por su parte, la familia expresó que no estuvieron en el municipio el día del presunto secuestro. Tras la detención, amigas de Susana crearon la página “Justicia para Susy”, en donde piden a la fiscalía que revisen y cambien la medida cautelar pues no existen elementos que demuestren que son un riesgo durante el procedimiento ni que hayan cometido el delito.
También exigen que se analicen las carpetas de investigación con perspectiva de género, pues la víctima no es el agresor, sino Susana que sobrevivió al ataque y hasta ahora no ha obtenido justicia y tampoco obtuvo protección por parte de las autoridades a pesar de haber denunciado el intento de feminicidio en su contra.
En redes sociales, señalan que Daniel “N”, además de ser un potencial feminicida, agresor y victimario, también es un deudor alimentario, ya que desde que atacó a Susana, abandonó a sus dos hijas y no se hizo cargo de ellas, lo que hizo a Susy trabajar, estudiar y maternar sola durante seis años.
Exigen que Susana pueda presentar su examen profesional para titularse
El 3 de julio pasado, profesores, amigos y familiares de Susana protestaron en Casa de Justicia de Tehuacán para que liberen a la joven y a su familia, pues antes de ser acusada injustamente, ella debía presentar su examen profesional de maestría a las 11 horas de ese día.
Durante la manifestación, su asesora de tesis, Jarumi Ángeles Escamilla, leyó una carta que Susana escribió en donde reiteró que es inocente y felicitó a sus compañeros por haber logrado titularse.
“Amigos, maestros, compañeros y todos los que me acompañan, les envío un saludo fraterno esperando que todos y cada uno se encuentre bien, hace ya una semana que me detuvieron junto con toda mi familia, han sido momentos llenos de desesperación y angustia, por el simple hecho de estar privada de mi libertad, aún más por mis hijas, cada uno de ustedes me conoce y sabe que esto es una injusticia, jamás hicimos tal atrocidad, jamás planeamos hacer mal a nadie, somos totalmente inocentes...
“Por eso les pido que no dejen de alzar la voz por mí por, por mi familia, por mis hijas, aprecio a cada uno de ustedes, les agradezco por estar al pendiente y les pido no se olviden de mí, ayúdenme a que la gente sepa que somos inocentes, Dios los bendiga, guarde y acompañe siempre... Felicito a cada uno de mis compañeros que ya hizo su examen, felicidades licenciados y deseo que el progreso sea exitoso para todos, les envío un fuerte abrazo. Atentamente Susana Rojas Merino”.
Aunque las tres sinodales habían acordado trasladarse al Cereso para que Susana pudiera presentar su examen, la fecha fue reagendada y los compañeros y profesoras de Susy luchan para que pueda titularse y sea liberada de prisión lo más pronto posible.