En México, una de cada tres mujeres, en los últimos cinco años fue víctima de algún tipo violencia obstétrica (VOB) durante su último parto y el 55% de las mujeres con algún tipo de discapacidad menor de 20 años sufrió este tipo de violencia, de acuerdo con la  Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH).

Estos datos reflejan los pocos avances que México ha tenido en la creación de un marco legal y políticas públicas que aborden y prevengan la violencia obstétrica, la cual se presenta de diversas maneras, tanto en los servicios de salud públicos como en privados, de manera física o psicológica, como documentó el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) en la “Radiografía de la violencia obstétrica y la muerte materna”.

La ENDIREH, indica que el 33.4% de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto entre 2011 y 2016 en México experimentaron algún tipo de maltrato por parte de quienes las atendieron en su último parto, de 2016 al 2021, el porcentaje fue del 30.9%. Es decir, una de cada tres mujeres.

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Las entidades federativas con más incidentesrelacionados con este tipo de violencia, de 2016 a 2021, fueron: San Luis Potosí, Tlaxcala y Ciudad de México. Por otro lado, se observa que las mujeres menores de 30 años son las más propensas a sufrir violencia obstétrica. El 36% de las mujeres entre 15 y 19 años y 36.7% de las mujeres entre 20 y 29 años informan haber experimentado una manifestación de violencia obstétrica.

Cesáreas injustificadas: Una de las manifestaciones de violencia más recurrentes

La violencia obstétrica que va desde tratos deshumanizados, la negación del acceso a servicios de salud reproductiva, cualquier acción que impida la capacidad de decidir de manera libre e informada, la práctica de cesáreas no justificada entre otro tipos de agresiones es específica en contra de mujeres y personas con capacidad de gestar. 

Esta última manifestación de violencia, práctica de cesárea sin que existan indicaciones clínicas que la justifiquen; se ve reflejada en el aumento de 4.6 puntos porcentuales entre 2016 y 2021 de los partos resueltos por cesáreas, al pasar de 42.8 (2011-2016) a 47.4 por ciento (2016-2021). 

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En este sentido GIRE, en su análisis  con base en los datos abiertos de la ENDIREH y Mortalidad Materna del Inegi  señala que “Es fundamental priorizar un adecuado seguimiento obstétrico durante todas las etapas del embarazo; con ello, se esperaría disminuir los casos en los que se practican cesáreas por una situación de emergencia que pudo haberse prevenido”. 

Otro tipo de manifestación de violencia que más resaltó fue la presión para aceptar anticoncepción o esterilización, que pasó de ser la quinta manifestación más frecuente en 2011-2016 a la segunda más mencionada en el último informe 2026-2021.

Las esterilizaciones forzadas, no solo es una práctica que se da en México, en 2019, la Relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre la violencia contra la mujer, en su informe Enfoque basado en los derechos humanos del maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva, con especial hincapié en la atención del parto y la violencia obstétrica, señaló que son procedimientos médicos que se practican en todo el mundo sin consentimiento informado porque el personal sanitario argumenta que son en beneficio de las personas gestantes.

Desde los lugares de atención en los que se registró la incidencia de violencia obstétrica, se observa que en Hospital o clínica del IMSS es en donde más manifestaciones de violencia se informan, con 39.8 % de tasa de incidencia en 2021, a comparación en Hospital o clínica privada  que se reporta 15.1 por ciento para el mismo periodo.

Mujeres con algún tipo de discapacidad más propensas a sufrir VOB

En la última edición de la  ENDIREH 2021, el Inegi añadió una sección en la que recopila datos sobre discapacidad para realizar actividades cotidianas en mujeres mayores de 15 años. En la información destaca que las mujeres con discapacidad más jóvenes son más propensas a experimentar violencia obstétrica, el 55% de las mujeres con discapacidad menores de 20 años informó haber sufrido al menos un tipo de violencia obstétrica durante su último parto, es decir, una de cada dos mujeres con discapacidad. 

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La encuesta dividió a las personas gestantes en tres grupos: con discapacidad, con limitación y sin discapacidad ni limitación. Las mujeres con discapacidad y algunas con limitación sufren más violencia obstétrica que las que no cuentan con ninguna de las dos. La encuesta muestra que la discapacidad aumenta la vulnerabilidad ante la violencia obstétrica en México.

De acuerdo con el Inegi, las mujeres con discapacidad son personas que no pueden hacer, o hacen con mucha dificultad, al menos una de las actividades de la vida diaria: ver, oír, caminar, recordar, concentrarse, bañarse, vestirse, comer, hablar o comunicarse. Las mujeres con limitación son las que realizan al menos una de esas actividades diarias con un poco de dificultad. Las mujeres sin limitación ni discapacidad son personas que pueden realizar esas actividades sin problemas.