¿Después del eclipse lunar sentiste algún cambio en tu estado de ánimo o experimentaste mucho cansancio? ¿Lloraste, tuviste pesadillas o simplemente no pudiste dormir? Este 14 de marzo el eclipse lunar total nos dejó con la imagen de una inmensa luna rojiza pero también con la sensación de que algo ocurría en nuestros cuerpos.

En culturas ancestrales, la conexión entre la luna, sus fases, eventos astronómicos y la menstruación han estado entrelazadas desde el origen del mundo. En entrevista con La Cadera de Eva Maríangel  Calderón, aprendiz curandera en medicina tradicional mexicana, explica que muchas mujeres perciben cambios durante sus menstruaciones dependiendo de cada fase de la luna, y que los síntomas pueden ser más potentes durante un eclipse.

Así que no, no es extraño que durante este fenómeno hayas experimentado sensaciones intensas y grandes cargas de energía, y es que según explica Maríangel Calderón, desde la perspectiva de la medicina tradicional y los saberes ancestrales, los eclipses permiten depurar nuestros cuerpos y saca a la luz las sombras interiorizadas.

¿Qué significa menstruar durante la noche de eclipse total?

Si tu menstruación se alineó con la fecha del eclipse es probable que tu cuerpo haya experimentado y vivido  dolores y angustias del pasado que necesitaban salir en el presente, por lo que tu cuerpo naturalmente se somete a un proceso de depuración a través de la menstruación, explica Maríangel Calderón, aunque los motivos detrás de esos dolores de cada persona en periodos de eclipse pueden comprenderse mejor desde una lectura astrológica.

“La menstruación es un proceso de sanación y de purificación. No lo vemos con dolor, lo vemos como una alegría; cuando estás menstruando te estás depurando”.

¿Cúal es la relación entre las fases de la luna y las fases de la menstruación?

Los puntos cardinales han influenciado la cosmovisión de muchas culturas ancestrales, por lo que resulta extraño que desde la medicina tradicional se piense en la menstruación como un proceso entero compuesto por cuatro partes.

La luna tiene cuatro fases; luna nueva, cuarto menguante, cuarto creciente y luna llena, de igual forma, el periodo menstrual consta de cuatro fases en el ciclo; la menstruación, folicular, ovulatoria y lutea. Cuando una mujer “está en luna”, es decir, menstruando, se entiende que éste es un periodo de florecimiento o crecimiento, al igual que la luna nueva.

“La luna nueva es cuando estás menstruando, es tu día número uno. Y ahí empieza tu ciclo, en ese momento se debe iniciar un registro para explorar el comportamiento de la menstruación en relación con las fases de la luna”, explica la especialista.

Estar en contacto con las fases de la luna y llevar un registro de los cambios durante el ciclo menstrual implica establecer un ejercicio de autoconocimiento, reconocimiento y de conexión con tu propia persona.

“Tener un control de tu ciclo menstrual sí te permite ser tu propia bruja, tu propia adivina, lleva como al empoderamiento, no al servicio de un sistema patriarcal o comercial que te dice, "Mientras estés menstruando puedes levantar el mundo." No, no puedes levantar el mundo porque se está cayendo el tuyo”.

Prácticas ancestrales relacionadas con la menstruación

La especialista explica que el asco y el dolor son síntomas del sistema patriarcal que envenena los cuerpos de las mujeres a través de toallas desechables, tampones y otros insumos menstruales, que culturalmente son ideas propiciadas por la segregación y disparidad de las mujeres en la medicina clínica. 

Algunos de los recomendaciones y rituales para armonizar y entender mejor el ciclo menstrual son los siguientes:  

  • Reconocer las capacidades de los cuerpos menstruantes: pensar en tu útero como un centro de poder que hace un proceso cíclico para que deseches automáticamente energéticamente lo que hiciste. 

  • Ver tu luna o tu menstruación con amor y no con asco.

  • Acceder a una copa menstrual o calzón reutilizable: la espiritualidad está conectada con el cuidado de la tierra, por lo que es recomendable transicionar a otras alternativas fuera del mercado. Muchas mujeres viven en condiciones de pobreza menstrual, por lo que es importante iniciar el proceso desde las asimetrías que atraviesan a cada mujer. 

  • Devolver la sangre a la tierra: en el segundo día de menstruación, después de dejar fluir la sangre durante el primer día, mezcla un chorro de sangre con agua y vierte los fluidos en una planta. Acompaña la acción con un rezo o plegaria y desecha todo aquello que te causó malestar durante el ciclo menstrual para devolver a la Tierra lo que ya no es tuyo.

  • Depuraciones ancestrales: otros rituales consisten en colocar una piedra de obsidiana en forma de huevo, conocido como “Huevo Yoni” para liberar energías negativas y fortalecer la conexión espiritual. Otras opciones como las vaporizaciones vaginales y el temazcal también son efectivas física y espiritualmente.

Recuerda que antes de practicar alguno de estos rituales debes acudir con una experta.

¿Por qué hablamos de la Luna? 

De acuerdo con la NASA, mayo será el mes con la “más súper” de las superlunas en todo el año, teniendo la oportunidad de observar tres fenómenos una misma noche: una superluna, un eclipse lunar y una luna roja. 

Foto: Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro

Una superluna ocurre cuando una luna llena o luna nueva coincide con el acercamiento más cercano de la Luna a la Tierra, esto provoca que la luna parezca más grande y brillante; un eclipse lunar ocurre cuando la sombra de la Tierra cubre la totalidad o parte de la luna, cuando vemos una luna llena significa que la luna y el sol se encuentran en lados opuestos de la Tierra. Por último, una luna roja se da cuando la luna está completamente cubierta por la sombra de la Tierra. 

Ciclo menstrual y fases lunares

La palabra menstruación viene de las palabras griegas y latina mensis que significa mes, y mene que significa luna; sin embargo, investigaciones han demostrado que no existe una relación científica entre el ciclo menstrual y el ciclo lunar. 

Más de siete millones de ciclos menstruales no se sincronizan con el ciclo lunar a pesar de que ambos ciclos tengan básicamente la misma duración, según los resultados del análisis de Clue, una aplicación que monitoriza el periodo y ovulación para entender mejor el cuerpo femenino.

“Analizando los datos, observamos que las fechas de inicio del periodo a lo largo del mes son aleatorias, sin importar la fase lunar”, afirmó la doctora Marija Vlajic Wheeler de la Universidad de Oxford. Asimismo, se observó que no existe una predominancia de inicio del periodo durante la luna nueva, una relación que otras investigaciones han sugerido existe.

En el calendario lunar, cada luna corresponde a un ‘mes lunar’, es decir, en cada periodo la luna tiene dos momentos donde se halla exactamente en la misma fase (creciente o menguante) con una duración aproximada de 29.5 días. Un ciclo menstrual comienza el primer día del periodo y se acaba con el inicio del siguiente, con una duración promedio de 29 días, aunque este puede variar entre 24 y 38. En términos estadísticos una de cada dos personas tendría su periodo tres días antes o tres días después de la luna llena o la luna nueva, señaló la investigación. 

Así que, sí existe una diferencia de tres días antes o tres días después del inicio de la luna llena y el inicio del periodo, equivale a 14 días del ciclo lunar colocando alrededor del 50 por ciento de las personas menstruantes iniciando su periodo en cualquier mitad del ciclo lunar, señaló la investigación. 

La duración del ciclo menstrual también puede variar de acuerdo con la edad y procedencia étnica y racial, indicaron los expertos. Otros estudios que han abordado el mismo tema señalaron que las personas en el rango de edad entre 14 y 18 años son más propensas a menstruar alrededor del primer y tercer cuarto de luna, sin importar la duración de sus ciclos, pero investigaciones como la de Clue no encontraron ninguna relación a esto tampoco. 

Existen diferentes teorías evolutivas que especulan una relación entre ambos ciclos, y conectan historias y creencias que lazan diferentes culturas y mitología; no obstante, los datos de 1.5 millones de usuarias arrojados por Clue indicaron que los periodos no se sincronizan con la luna, y que aquellas que lo hacen tiene una importancia en el carácter personal. Entonces, por ahora lo que podemos hacer es disfrutar de observar la Luna y sus fenómenos fantásticos y conectar con nuestra menstruación.

Con información de Clue 

ASL