Este lunes 22 de enero Benito la jirafa dejó el Parque Central en Ciudad Juárez para dirigirse a su nuevo hogar en Puebla, el parque de conservación de vida silvestre Africam Safari. Desde mayo de 2023 Benito vivió en condiciones que vulneraron sus derechos y pusieron en riesgo su salud, la organización Salvemos a Benito puso en evidencia esta situación y hoy su lucha triunfó

El caso de Benito la jirafa conmovió al país y sin duda nos introdujo en una reflexión sobre cómo la especie humana ha tratado a otros animales. De acuerdo con el INEGI (Nacional de Información Estadística y Geográfica), México ocupa el tercer lugar mundial en maltrato animal y el primero en Latinoamérica en cuanto a animales que se encuentran en situación de abandono.

Así, Benito la jirafa no es un hecho aislado, en México existen otros casos de especismo y maltrato animal en los cuales organizaciones y ciudadanía se mantienen vigilantes para garantizar la integridad y condiciones dignas de vivienda para otras especies. Conversamos con Alina González, abogada, estudiante de maestría y cuidadora de animales no humanos para aproximarnos a este tema. 

“Desde chica no entendía por qué los animales no humanos tenían menos importancia para las personas. Mis papás y mi nana me expusieron siempre al mundo de los animales. Siempre fueron muy claros conmigo sobre que sus vidas eran importantísimas. Actuaban dándoles la misma importancia que a cualquier otro habitante de la casa. Supongo que fui creciendo y me di cuenta que había un contraste entre cómo me enseñaron a vivir a mí y cómo les veía el resto de la sociedad”, narra Alina.

Foto: Cuartoscuro
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Ely, la elefanta más triste del mundo

Ely es una elefanta que vive en el Zoológico de San Juan de Aragón en Ciudad de México, llegó ahí el 23 de agosto de 2012. Desde que la recibieron su estado de salud no era óptimo, ya que previamente había vivido en un circo donde no recibía los cuidados necesarios, activistas y organizaciones se mantuvieron atentos a su recuperación, sin embargo, otro factor que llamó la atención fue que el ánimo de Ely estaba muy decaído. Es importante reconocer que los animales no humanos además de necesitar de una buena salud física, necesitan tener un buen estado emocional.  

La elefanta Ely se observaba con ánimo decaído y comenzaron a circular tanto imágenes como quejas públicas en las que se le nombraba como “la elefanta más triste del mundo”. Defensores de los derechos de los animales decidieron emprender acciones legales para liberar a Ely, alegando que el Estado estaba infringiendo sus derechos y presentaron una solicitud de amparo. En la demanda se destacó que el aislamiento en el que vivía vulneraba su derecho a la libertad y a reproducirse, ya que no se le permitía convivir con otros ejemplares de su misma especie. Esto es sumamente relevante ya que los elefantes son una especie gregaria, es decir, viven en manadas, las cuales se comprenden de diez a veinte miembros. 

Foto: Cuartoscuro
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En el marco de las iniciativas para salvaguardar la salud y el bienestar de Ely, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México llevó a cabo la ampliación del espacio donde reside y el 26 de junio de 2023 trasladó a la elefanta Gipsy para hacerle compañía. Aún con estas acciones, las y los defensores de los derechos de los animales no humanos siguen preguntándose qué tanto las autoridades han trabajado por iniciativa propia. Respecto a este punto, Alina González comentó:

"No creo que se estén realizando medidas oportunas por parte del gobierno en contra del maltrato animal a nivel país.A nivel estado varía el grado aunque la respuesta sigue siendo que no. Puedo hablar de la Ciudad de México y del Estado de México porque son los lugares en los que he tenido contacto con las autoridades para poder rescatar animales. El Estado de México es un infierno para cualquiera, sobre todo para los animales. La misma procuraduría supuestamente encargada de su bienestar los tortura y asesina en las perreras que tiene. Después se dedica a mentir al respecto. Son más bien de los principales victimarios que hay y es más grave porque usan el aparato estatal para hacerlo. En la Ciudad de México las cosas no están tan mal a nivel administrativo pero tampoco están bien". 

Clausura del santuario El Nido como consecuencia de burocracia inoportuna

El Nido es un santuario y hogar de más de 200 especies de aves ubicado en Ixtapaluca, Estado de México, busca la conservación y reproducción de aves en peligro de extinción, logrando éxitos sin precedente a nivel mundial como la reproducción del quetzal, diversas especies de crácidos como el Pavón, entre otras. Sin embargo, desde el 22 de septiembre de 2022 se ha frenado su funcionamiento óptimo debido a que fue clausurado por la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente).

Desde el 15 de marzo de 2023 El Nido lanzó una petición de ayuda a través de change.org para que sus actividades puedan ser reanudadas, en ella narran que PROFEPA les realizó una auditoría de manera aleatoria, al no contar con la documentación original requerida por la procuraduría, ésta realizó una clausura parcial temporal del establecimiento hasta que presentaran los documentos originales en un plazo de cinco días hábiles, el santuario así lo hizo, sin embargo no han recibido respuesta ni resolución para poder continuar libremente con su trabajo.

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“Llevamos meses sin poder ofrecer educación presencial, la única fuente de recursos económicos para sufragar los gastos de manutención y pago de salarios, simplemente por un tema burocrático y mientras tanto, las aves y otros animales aguardan sin dejar de necesitar cuidados especializados”, explica El Nido en su petición. Al día de hoy ha pasado más de un año desde que el santuario vio frenado su trabajo, el cual es valioso para la conservación de las aves endémicas de México y la zona.

Si observamos las similitudes entre este caso y el de Benito la jirafa, el denominador común es una burocracia inadecuada que no ha sido capaz de adaptarse a las necesidades de los animales no humanos, seres vivos con necesidades básicas de bienestar como cualquier otro ser vivo. El Nido ha recibido apoyo de otras organizaciones y en conjunto siguen abogando por la pronta rehabilitación del lugar. 

Reflexionar sobre el especismo en México nos insta a cuestionar nuestras percepciones y tratos hacia los animales no humanos. Alina González mencionó que hay que generar acciones desde nuestra empatía: “Si te movió algo ese perro (que viste en la calle), mételo a tu casa y cúralo. Si tu vecina maltrató a una gata, explícale, háblalo o de plano saca a la gata de ahí. Si cada quien hace lo que puede por quienes tiene cerca, el mundo puede mejorar incuantificablemente".

Por otro lado, Alina hace un llamado a no cargarles la mano a rescatistas u organizaciones que se dedican a estas actividades, pues estas se administran por medio de donaciones o recursos propios que muchas veces no pueden solventar al 100%. En su lugar queda considerar cómo podemos generar conciencia y educación antiespecista en generaciones más jóvenes, así como mantenernos vigilantes a que leyes y autoridades cumplan óptimamente la parte que les corresponde.