México avanza en la inclusión de mujeres en los espacios donde se toman decisiones dentro de las empresas, pero lo hace a un ritmo tan lento que la paridad podría tardar casi dos décadas más. De seguir la tendencia actual, el país no alcanzaría un equilibrio entre hombres y mujeres en los consejos de administración hasta 2043, según el nuevo estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

El dato no es menor y es que por quinto año consecutivo, el IMCO confirma que México es el país de América Latina con menor presencia femenina en sus consejos de administración.

La cifra confirma un estancamiento que contrasta con otros países de la región. Mientras Colombia llega a 25%, Chile a 24% y Brasil a 22%, México apenas subió de 13% a 14% en los últimos dos años.

La comparación internacional también muestra el rezago. En los países de la OCDE, la presencia de mujeres en consejos aumentó de 21% a 32.5% entre 2016 y 2024, un crecimiento que México no ha logrado replicar. Aquí, el avance es mínimo y todavía sin cambios significativos en la estructura de liderazgo empresarial.

Los datos de 2025 revelan que las mujeres ocupan 14% de los asientos en los consejos. Apenas 5.5% son consejeras independientes, frente a 28% de los hombres. Y solo 4% preside un consejo, una proporción que incluso retrocedió respecto a años anteriores. En la práctica, nueve de cada diez compañías siguen teniendo hombres al frente de los puestos donde se define la estrategia, la visión y el rumbo de los negocios.

La situación en la alta dirección tampoco cambia mucho. La dirección general permanece estancada en 3% desde 2021, lo que evidencia un techo de cristal especialmente resistente en México. Hay avances moderados en áreas financieras, donde ellas representan 15%, y en áreas jurídicas con 26%, aunque todavía lejos del equilibrio. Aun así, 64% de las empresas no tiene mujeres en ninguna de las tres direcciones clave y solo dos compañías cuentan con mujeres liderando las tres.

Jalisco, el primer estado que mide estas brechas

Por primera vez, el estudio incorpora un análisis estatal en Jalisco, donde predominan las micro, pequeñas y medianas empresas. A través de una encuesta aplicada a más de 250 empresas, el estudio muestra que el estado tiene un ecosistema principalmente formado por micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), donde 47% de las personas propietarias son mujeres. Una de cada cinco empresas reporta que ellas ocupan más de la mitad de los puestos directivos.

El estado podría crecer significativamente si más mujeres se integran al mercado laboral. El IMCO calcula que, si Jalisco incorporara a 1.3 millones de mujeres a la economía, podría sumar 112 mil 600 millones de pesos a su PIB en la próxima década, un aumento de 5.2%.

A nivel nacional, el escenario es aún más grande. Si México lograra que la participación económica de las mujeres llegara al nivel promedio de la OCDE, el país podría aumentar su PIB en 6.9 billones de pesos hacia 2035.

A pesar de que cada vez más empresas declaran tener un compromiso con la igualdad, los resultados avanzan con demasiada lentitud. En 2024, 21% de las compañías no tenía mujeres ni en consejos ni en direcciones clave. En 2025 la cifra bajó a 13%, una mejora importante pero aún insuficiente para revertir la tendencia general.

El IMCO plantea que para acelerar el cambio se requieren transformaciones estructurales. Las empresas grandes deben fijar metas anuales para aumentar la presencia de mujeres hasta alcanzar al menos 40% de los asientos en los consejos

También es necesario transparentar las brechas salariales mediante reportes revisados por autoridades y publicar esa información de manera homologada. En el caso de las MiPymes, recomienda digitalizar registros, medir brechas y fortalecer la gobernanza interna para facilitar procesos de promoción y toma de decisión.

El estudio concluye que México mantiene un ritmo muy por debajo del regional y del internacional. La falta de mujeres en los espacios donde se decide el rumbo de las empresas no solo afecta la diversidad y la equidad, también frena la competitividad del país.