La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que involucra la alteración o eliminación de los genitales femeninos por razones no médicas. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) los orígenes de esta práctica no están claros, detalla que es anterior al cristianismo y al islam e, incluso, que algunas momias egipcias presentan rasgos de MGF.
El UNFPA indica que las razones por las que se realiza son: para controlar la sexualidad de las mujeres, pues se tiene la creencia de que el clítoris las vuelve insaciables si no se extirpa; como un rito de iniciación; por razones “estéticas” y por motivos religiosos. A pesar de los esfuerzos para erradicarla, la mutilación genital femenina persiste debido a la arraigada tradición, la falta de educación sobre los riesgos asociados y por la falta de reconocimiento de niñas y mujeres como sujetas de derechos.
En el año 2007, el Fondo de Población y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) llevaron a cabo el Programa Conjunto sobre la Eliminación de la Mutilación Genital Femenina y, posteriormente, en 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y nueve organismos más de las Naciones Unidas, publicaron la declaración La eliminación de la mutilación genital femenina: declaración interinstitucional, sustentada en datos científicos, recabados durante los diez años anteriores, en la cual se visibilizó el impacto y los riesgos de salud que dicha práctica tiene en las mujeres, tanto médicas, sociales, culturales y emocionales, como documentamos en esta columna de la pedagoga y psicoterapeuta Norma Escamilla en La Cadera de Eva.
Desde entonces dichas organizaciones y mujeres que han sufrido mutilación genital femenina han trabajado por erradicar esta práctica. Entre los obstáculos que existen para lograrlo están la falta de acceso a la educación y la información sobre los derechos humanos y la salud reproductiva, la presión social para adherirse a normas y expectativas culturales, así como la resistencia de las comunidades y líderes locales a abandonar las tradiciones, que si bien, son válidas, no deben pasar por encima de la integridad y bienestar de ninguna persona. Además la pandemia de COVID-19 implicó un retroceso en el avance de la eliminación de la mutilación genital femenina.
Sin embargo, pese a esta situación, se han logrado avances en diversos ámbitos que han permitido estar cada vez más cerca de la eliminación total de la mutilación genital femenina.
¿Cuáles son los avances en la eliminación de la mutilación genital femenina?
Dentro del Programa Conjunto sobre la Eliminación de la Mutilación Genital Femenina podemos ubicar 5 acciones clave que han ayudado a lograr esta misión:
Implementación de marcos jurídicos y normativos
Actualmente se han logrado implementar marcos jurídicos y normativos que prohíben la mutilación genital femenina (MGF) en 14 de los 17 países en los que opera el programa, los cuales son: Burkina Faso, Djibouti, Egipto, Eritrea, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Kenya, Malí, Mauritania, Nigeria, Senegal, Somalia, Sudán, Uganda y Yemen. Con ello se han producido más de 1368 casos de aplicación jurídica y de detenciones por MGF.
Coordinación gubernamental
Se creó un mecanismo de coordinación internacional que financia servicios y programas para abordar específicamente la mutilación genital femenina. Participan los gobiernos de Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, España, Suecia, el Reino Unido y los Estados Unidos de América.
Compromiso por parte de la comunidad
Habitantes de 34 mil 659 comunidades, de los países en los que tiene presencia el Programa, han declarado haber abandonado la mutilación genital femenina, en las cuales se han implementado mecanismos de vigilancia comunitaria que han evitado 532 mil 158 mutilaciones en niñas.
Servicios de apoyo y atención
El Programa Conjunto ha establecido servicios de protección y atención relacionados a la MGF, hasta la fecha se han atendido a más de 6 millones de niñas y mujeres.
Jornadas de sensibilización
Un pilar importante del avance en la eliminación de la MGF es crear reflexión y sensibilización sobre este tema, esta labor se realiza a través de programas de radio y televisión así como en sesiones de educación y movilización social. Se calcula que esta estrategia ha tenido alcance en 84 millones de personas.
Este 6 de febrero, Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, es importante abrir la conversación respecto a este tema. Hay que tener presente que es una de las tantas necesidades que tienen las mujeres para vivir una vida plena y libre.