Las mujeres con discapacidad viven múltiples violencias desde que son pequeñas. Toda su vida se enfrentan a estigmas relacionados a condición y género. Se les concibe como seres asexuados, angelicales, infantiles, que no tienen deseos, ni derecho a formar familias y mucho menos al placer o al sexo. No reciben educación sexual especializada, se enfrentan a tabúes, y discrimnación en el sector médico. Esto las lleva a vivir su sexualidad con miedos, culpas y reproches.
Nuestro país invisibiliza los derechos de las más de 11 millones mujeres que viven con alguna condición de discapacidad y representan el 53% del total de esta población, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al no reconocer sus derechos sexuales y reproductivos, sobre todo en el sector médico.
El personal de salud, por ejemplo, no está capacitado para atender a las mujeres con discapacidad, reconoce Roxana Pacheco Martínez, directora general del Instituto Mexicano de Sexualidad en la Discapacidad, en entrevista con La Cadera de Eva.
Para empezar los hospitales no son accesibles para las personas con discapacidad física, porque las puertas son angostas o las mesas de exploración son muy altas. Además, los aparatos no están adecuados para sus necesidades. Por otro lado, también existen barreras culturales, señala Roxana, porque el mismo personal médico llega a violentar a las mujeres con discapacidad. “Te van a decir, y usted, ay qué pervertida, y usted dedíquese a la rehabilitación”. Incluso, hay personal médico que no atiende si las mujeres van acompañadas de un familiar.
También la comunicación ha sido un elemento para entorpecer el acceso a la salud de las mujeres con discapacidad porque no te dan materiales en braille y no hay intérprete de lengua de señas, “no hay protocolos diferenciados para la atención a diferentes grupos poblacionales con discapacidad”.
Y es que el colectivo de personas con discapacidad “es el más heterogéneo, diverso y complejo que existe y que está compuesto por las diferentes condiciones de discapacidad. Mujeres con diferentes condiciones de discapacidades, visual, auditiva, discapacidad física, discapacidad intelectual, psicosocial, discapacidad múltiple y que además le atraviesan todas sus intersecciones”, dice Roxana.
Romper con el miedo y la culpa de vivir su sexualidad
Cada mujer con discapacidad tiene necesidades particulares y enfrenta retos y desafíos específicos. Por eso es que cada una de ellas vive de distinta manera su sexualidad. “Por ejemplo, una mujer con Síndrome de Down y yo que tengo una discapacidad motriz y soy usuaria de silla de ruedas, pues la forma de vivir la sexualidad es distinta", dice Pacheco.
Por su parte, la psicóloga y educadora, Elizabeth Araiza, contó a La Cadera de Eva, que la adolescencia fue la etapa más difícil para ella, porque no aceptaba su discapacidad que le produjo una parálisis cerebral. Su familia no tenía las herramientas para resolver las dudas que ella llegaba a tener de sus cambios físicos y emocionales.
Hoy, la psicóloga siente que eso ha cambiado, porque vive su sexualidad sin tabús, “ahora me veo al espejo y me gusta la mujer que hay ahí, cuando antes no me gustaba… entonces ahora yo disfruto mi cuerpo y ahora sí te puedo decir que vivo una sexualidad, pero ahorita no tengo pareja, pero cuando la he tenido, la disfruto sin tabú y sin miedo ni nada”.
Elizabeth Patricia Pérez, una mujer con discapacidad visual de nacimiento, originaria de Wixtan, Chiapas, investigadora, psicoterapeuta y terapeuta sexual, relató que ella comenzó a vivir su sexualidad con miedos, culpas y autorreproches.
“Yo empiezo a vivir justamente con miedos, con culpas, cuando tengo mi primer novio, o tengo mi primer encuentro erótico sexual, pues era como estas dos emociones, por un lado, como que la emoción, o como el saberme que estaba experimentando un lado de mi vida, desconocido hasta ese momento”, narra.
Su interés por el tema la llevó a realizar una maestría en Inteligencia Emocional y después un doctorado en Sexología Humana. Elizabeth Pérez, realizó una investigación con otras mujeres con discapacidad motriz y visual sobre cómo ellas viven su sexualidad.
En el estudió concluyó que al vivir su sexualidad las atraviesa muchas violencias, “nos atraviesan violencias al momento de ejercer nuestros placeres sexuales, eróticos, afectivos, y muchas veces de esto no nos podemos dar cuenta porque pensamos que las relaciones son así o así deberán ser”.
Elizabeth Araiza, hace un llamado a que las familias que tienen personas con discapacidad las apoyen para que puedan vivir su sexualidad, “yo sí quisiera, al igual como los apoyan en el aspecto de su rehabilitación física, su educación y en el trabajo laboral, también los apoyen en el aspecto de su sexualidad, que vean que independientemente de la discapacidad, tienen derecho a una sexualización”.
Es necesario que la violencia y la discriminación en todos los sectores sea eliminado y que exitan politicas públicas con perspectiva de discapacidad y género “No hay políticas públicas con perspectiva de discapacidad y las políticas públicas dirigidas a las mujeres, o sea, las que tienen perspectiva de género, no tienen perspectiva de discapacidad. Nosotras somos las hermanas olvidadas incluso del feminismo”, expresa, Roxana Pacheco.
¿De qué va asistencia sexual?
¿Has escuchado hablar de la asistencia sexual? Este sistema podría ser una alternativa para que las personas con discapacidad puedan vivir su sexualidad. Pacheco explicó que la “asistencia sexual es parte de los sistemas de apoyos que requieren las personas con discapacidad para ejercer, digamos, su sexualidad”.
Aclara, que no es el uso del cuerpo del asistente, sino más bien es un apoyo, por eso insiste en que debe ser una persona especializada que sepa cómo manejar el cuerpo, retirar sondas o cuando se complique las cesáreas, etc.
“Entonces es un profesional de la salud, desde mi perspectiva, porque este es un modelo en construcción, pero desde mi personal perspectiva tiene que ser del área de la salud que sepa el manejo del cuerpo para que pueda ayudarte a acceder a él o al de tu pareja sin lastimar”, dice.
Avances que se han logrado a favor del derechos a la sexualidad
Roxana Pacheco explicó que uno de los objetivos del primer Congreso Intencionalidad de Sexualidad en la Discapacidad que se realizó en el mes de octubre del año pasado, era, “que las mujeres con discapacidad levantaran la voz y hablaran sobre lo que viven en materia de derechos sexuales y reproductivos”.
En paralelo con el congreso también Pacheco está trabajando por la Alianza Nacional por la Inclusión Sexual de las Personas con Discapacidad, que se firmó el 2 de diciembre en el Conjunto Cultural Los Pinos, sin embargo, comenta que el proceso se detuvo por la jornada electoral. Esta alianza se volverá a retomar.
En este sentido, la directora general del Instituto Mexicano de Sexualidad en la discapacidad hizo una invitación para todas las personas con discapacidad que quieran sumarse a la Alianza que dará lugar a los protocolos para la atención a la salud sexual y reproductiva
“Quienes quieran sumarse a la Alianza Nacional por la Inclusión Sexual de las Personas con Discapacidad pueden mandarme un mensaje vía WhatsApp al 55 43 70 16 02”, concluyó.