Dos de cada 10 mujeres que viven violencia familiar en la Ciudad de México se encuentran en riesgo feminicida, derivado de las agresiones físicas, verbales, psicológicas, sexuales, económicas y patrimoniales de las que son víctimas. Así lo revelan los datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, tras realizar un tamizaje de riesgo de los casos de violencia que han acompañado en 2024.
Estas pruebas diagnósticas se realizaron junto con la Secretaría de las Mujeres y con el Gobierno de la Ciudad de México cuando se lanzó la línea de atención Mujeres S.O.S, lo que arrojó un total de 723 víctimas en riesgo feminicida, explica María Elena Esparza Guevara, presidenta de Ola Violeta y consejera de género en esta organización civil, en entrevista con La Cadera de Eva.
En el análisis detectaron que el 11% de las mujeres víctimas de violencia familiar, han sido amenazadas de muerte con algún objeto, arma o químico; al 9% la han amenazado, estrangulado o apuñalado; al 5% fueron agredidas con armas o químicos; y el 5% sufrió lesiones o algún daño físico permanente.
Esparza Guevara explicó que la violencia de género es un fenómeno que ocurre en escalada progresivamente y puede comenzar con la violencia psicológica, debido a que es la más prevalente no sólo en México, sino en todo el mundo. A pesar de esto, muchas veces no se toma en cuenta para evaluar el riesgo de que una mujer corra peligro.
“Haría la invitación a reflexionar cuántas veces hemos dicho a una amiga que sus novios no las tratan “tan mal”, o qué decimos cuando nos cuentan sobre algún episodio de violencia psicológica. Puede ser que la esté celando, que le esté pidiendo la clave de su celular, le prohíba tener algunas amistades, o hacer algunas actividades… Es ahí cuando empieza el riesgo feminicida”, dijo.
Factores detonantes para el riesgo feminicida
A través de un estudio cualitativo del Consejo Ciudadano, en donde toman cada caso o llamada, encontraron datos sobre los detonantes y detectaron patrones o frases que se repiten en las voces de muchas víctimas. Lo que a su vez, permite diseñar campañas de comunicación más asertivas que se dirigen a las mujeres.
Entre los principales factores detonantes se encuentran: 13% alcoholismo, 10% dificultad de manejar emociones, 9% patrón de conducta (machismo), 8% drogadicción, 6% problemas con las familias.
María Elena explicó que con la información que arroja el tamizaje de riesgo se puede prevenir feminicidios, pues hacer un análisis de los peligros que corre una víctima al tener contacto con su agresor, es de vital importancia tomar acciones desde las primeras manifestaciones de violencia.
“Todo riesgo feminicida detectado oportunamente se puede convertir en un feminicidio evitado. Es decir, en una vida de una niña, un adolescente o una mujer salvada, salvada a tiempo”, dijo.
El 75.1% de las denuncias que reciben los cuatro Centros de Justicia para las Mujeres de la Ciudad de México ubicados en Azcapotzalco, Iztapalapa, Tlalpan y Magdalena Contreras son por violencia familiar, de acuerdo con el programa estadístico realizado por el INEGI en 2023, en el cual se advierte que el principal agresor es el cónyuge o pareja de la víctima.
“Ocho de cada 10 perpetradores de violencia contra las mujeres son la pareja o expareja. El riesgo está en el hogar y ahí hay un dato bastante interesante de la más reciente medición de la ENSU, hay una disminución de 2.8 puntos porcentuales en la sensación de inseguridad que tienen las mujeres en nuestro país. Si sus propios hogares son el lugar más peligroso para las mujeres y avanzamos en la percepción de seguridad dentro del hogar, quiere decir que estos programas de detección del riesgo feminicida están funcionando”, dijo.
Por otro lado, María Elena Esparza detalló que muchas de las víctimas de violencia de género sienten culpa, ya que el patriarcado dicta que ellas hicieron algo mal o que fue su culpa haberse fijado en el agresor o haber creído en él
“Vivimos en este sistema que nos enseña que la culpa es nuestra o sea, no solo es víctima, además es su culpa. Por eso trabajamos en empoderar y recuperar a la víctima, respetando su proceso porque no es sencillo, a veces lo que le impide a esas mujeres ir directo a las autoridades se debe a que su autoestima y autoconcepto es débil”, agregó.
El Consejo Ciudadano reporta que el 40% de las víctimas no denuncian porque solo quieren orientación del proceso, el 14% solo quieren que alguien les escuche, el 11% normaliza la violencia, el 9% le tiene miedo a su agresor, el 8% tienen apego emocional (lo aman) y el 4% solo desea el divorcio/pensión/custodia.
¿Qué hacer si estoy en riesgo feminicida?
Al preguntarle a la experta qué podemos hacer y cómo actúa el Consejo Ciudadano cuando una mujer pide ayuda, explicó que cada caso es diferente pero la prioridad es proteger la vida de la víctima y acompañarla en el proceso que ella decida tomar.
“Depende cómo se detecta el riesgo y también el contexto de la mujer. No es lo mismo una mujer que es novia, cada uno tiene su casa, a lo mejor todavía viven con sus respectivos papás; que una mujer que ya ha formado una familia con el agresor y existe tanto dependencia económica como afectiva”, explicó.
Por lo que depende de cada caso cómo se detona la cadena de auxilio. Por ejemplo, dijo, el caso de una novia que todavía vive con sus papás y el agresor también, se realizan una serie de intervenciones a nivel psicológico, jurídico y de atención con la familia cuando son menores de edad para alertar sobre el riesgo feminicida.
“Si estamos hablando ya de un nivel de riesgo muy alto de feminicidio y además hay una familia constituida en ese hogar violento, pues ya entra otro protocolo que puede ir desde el despacho de patrullas. Se activa toda esa cadena de auxilio asociada con esa legislación y entonces va la policía, saca al agresor de ese hogar, garantiza las medidas de protección para la mujer, se protegen a las y los menores que están en ese hogar. Cuando hay, por ejemplo, dependencia económica, también hay programas de estímulo económico para las mujeres y en casos ya muy extremos se lleva a un refugio”, aseguró María Elena Esparza.
En el caso de que la víctima no esté lista para denunciar, el gobierno de la Ciudad de México y el Consejo Ciudadano ofrecen otras opciones, como acompañamiento psicológico y jurídico para no presionarla y que viva su proceso a su ritmo. Además, monitorean y acompañan a la víctima en todo momento.
Si eres víctima de violencia de género, familiar, de pareja, física o sexual, puedes comunicarte gratis al 55 55 33 55 33, por llamada telefónica o por mensaje a través de WhatsApp. Si eres víctima de trata de mujeres puedes llamar a: 800 55 30 00.