¡Alerta en el mundo de la moda! Anna Wintour, la icónica editora en jefe de la revista Vogue Estados Unidos, deja su cargo después de 37 años, puesto que ostentó desde 1998.
Vogue anunció la salida de Anna Wintour de la versión norteamericana de la revista este 26 de junio. Con ello se abre la posibilidad de encontrar a una nueva persona que remplace su puesto, en un intento de renovar la estructura editorial sin romper del todo su legado.
A pesar de la conmoción, la decisión de dejar la editorial de Vogue EU no implica un nuevo rumbo para la revista, por el contrario, es una muestra fehaciente del poderío de Anna Wintour dentro de Condé Nast, el conglomerado editorial que publica la revista.
Según el anuncio oficial: “En los últimos cuatro años, el rol de Wintour en Condé Nast se ha expandido enormemente. (...) De hecho, la incorporación de una nueva directora editorial para Vogue US le brindará a Wintour mayor tiempo y flexibilidad para apoyar a los demás mercados globales a los que Condé Nast presta servicios”, se lee en el comunicado.
Anna Wintour seguirá ejerciendo su puesto como directora artística de las revistas del grupo Condé Nast, posición que tiene desde 2013, y continuará como directora editorial global de Vogue, puesto que ejerce desde 2024. En este último rol, supervisa nueve de las ediciones internacionales de la revista, incluyendo la versión estadounidense, por lo que su salida como editora de Vogue sólo representa una distribución más equitativa a nivel global que un retiro.
Entre moda y polémicas
Wintour inició su carrera en la revista de moda como editora en jefe de British Vogue, la versión británica de la publicación, puesto en el que permaneció dos años, entre 1985 y 1986, antes de convertirse en editora de la controversial Vogue en EU. Desde entonces, su papel en la industria de la moda ha crecido exponencialmente, colocándola como un enorme referente en el mundo editorial.
Anna Wintour no sólo es una veterana en el mundo editorial, también es una figura envuelta en polémicas, entre ellas acusaciones de falta de diversidad en la revista, falta de representación corporal diversa, blanqueamiento de modelos y celebridades afroamericanas y elitismo.
Además, su trabajo como editora en jefe de la Vogue ha sido calificado por aficionados de la moda como despersonalizado y repetitivo, pues mes con mes, la portada de la revista suele reutilizar el mismo concepto: fotografía en estudio con una modelo o celebridad del momento, sin apostar por nuevos rostros o talentos detrás de cámara.
Una de las acusaciones más grandes en la carrera de Anna Wintour es la de la falta de diversidad dentro de su equipo creativo, una polémica de la cuál le ha costado trabajo deslindarse. Precisamente la celebración de la Met Gala 2025, evento que organiza y preside desde 1995, "Superfine: Tailoring Black Style", fue catalogada como una estrategia para borrar su historial de cerrar espacios en la moda a hombres negros en la industria de la moda.
Tal fue el caso de André Leon Talley, periodista de moda estadounidense que fungió como director creativo de Vogue en 1989 y denunció el racismo en la industria. André Leon Talley, a quién el actor Colman Domingo rindió homenaje en la Met Gala de este año, declaró antes de su muerte en 2022 que Wintour lo trato de manera despiadada durante su despido indiscriminado.
Otro caso similar es el de Edward Enninful, editor de British Vogue que dejó la revista para buscar mayor libertad creativa y crecimiento profesional, supuestamente porque Wintour lo habría orillado a renunciar por una dinámica asimétrica de poder.
¿Una mujer despiadada?
Al estilo de la película El diablo viste a la moda (2006), adaptación de la novela homónima de Lauren Weisberger, Anna Wintour también es conocida por tener una imagen impenetrable; siempre con lentes neutros cubriendo su rostro, un corte al estilo bob perfectamente milimetrado y una apariencia pulcra.
Su liderazgo ha sido cuestionado en más de una ocasión, pues sus decisiones editoriales marcan tendencias que definen movimientos culturales y, sobre todo, moldean discursos de poder, hegemonía y representación.