Entre las tendencias conservadoras que se han desatado tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, surge el corn make up o maquillaje republicano, un estilo de maquillaje conservador que está circulando en redes sociales, especialmente en Tik Tok y que nos reafirma el vínculo entre la moda y la política.
Se entiende por maquillaje republicano a la rutina de belleza que usualmente se asocia con las mujeres conservadoras blancas de la sociedad estadounidense. Esto es reflejado en personalidades del internet como Brittany Mahomes, Megyn Kelly, periodista y presentadora de la cadena Fox News, y de Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
En redes sociales, hay quienes han señalado la similitud de las rutinas de maquillaje de mujeres abiertamente conservadoras, que emulan el mismo estilo dando la sensación de que sus rasgos físicos son parecidos: delgados, perfilados y profundamente occidentales.
Maquillaje conservador, un símbolo de unificación republicana
La marea que popularizó la cirugía y los procedimientos estéticos ya había traído a la mesa la conversación sobre el uso del Ozempic, los facelifts, las rinoplastias y muchas más intervenciones a los cuerpos de las mujeres. La estandarización de los cuerpos de las mujeres es una estrategia que elimina la diversidad en las corporalidades.
La tendencia del maquillaje republicano, que surgió como burla a la apariencia de las mujeres conservadoras, nos recuerda que detrás se esconde la necesidad de mimetizar un estándar de belleza hegemónico y occidental que las mismas personas conservadoras no pueden alcanzar.
No basta con utilizar una base de maquillaje que imite una piel bronceada, máscara de pestañas en cantidades absurdas, o colores de labiales rosados chillones, se debe lograr el look completo para aspirar a ser una versión apropiada de la mujer ideal, y es que más allá de las características que tenga este maquillaje, promueve una lógica de estandarización.
Hace unos años, el maquillaje que se veía en medios de comunicación y redes sociales era colorido, brillante y audaz, y aunque no decimos que es la única forma en la que una persona debe maquillarse, experimentar y ser creativa con esos materiales sí es, en gran medida, un símbolo de resistencia y sublevación desde los tocadores de belleza