Fátima Bosch, originaria de Tabasco y Licenciada en Diseño de Indumentaria, fue coronada como Miss Universo México 2025 el pasado 13 de septiembre en Guadalajara, Jalisco. Su triunfo causó polémica debido a que después de su coronación sólo cuatro de sus compañeras felicitaron en el escenario.
Tras la coronación, Fátima Bosch expresó sentirse decepcionada por la falta de apoyo de sus compañeras del resto de sus compañeras de certamen, quienes en su lugar abrazaron a Yoana Gutiérrez, representante de Jalisco.
“La realidad es la sororidad verdadera no se dice solamente de dientes para afuera, es algo que debemos aplicar y hoy no se dio tristemente en este caso (...) Es muy fácil dar un discurso sin sentir las cosas, yo invitaría a todos a que hubiera una verdadera sororidad”, dijo Bosch en una entrevista difundida en redes sociales tras finalizar el certamen.
Fátima Bosch representará a México en el concurso de Miss Universo 2025, que se llevará a cabo el 21 de noviembre en Tailandia.
¿Qué dijeron las concursantes del certamen?
Distintas concursantes del certamen tomaron las redes sociales para hablar sobre lo ocurrido, entre ellas, Celeste Hidalgo, representante de Sonora, quien explicó su versión de los hechos en una story de Instagram.
“Todas vimos lo que ocurrió en la final: de 31 candidatas, sólo cuatro salieron a abrazar a la ganadora. Ese silencio colectivo habla más que mil palabras. No se trató de envidia ,ni nada personal,sino de una reacción natural ante un resultado que la mayoría sentimos que no reflejaba lo vivido”, expresó Hidalgo.
Además, la sonorense agregó que no se puede hablar de sororidad cuando se invalida la voz de 27 mujeres que comparten el mismo sentimiento de inconformidad e invitó a los fanáticos a no realizar ataques al resto de las participantes en redes sociales.
Entre los comentarios negativos en redes sociales, que acusaban a las concursantes de “ser envidiosas”, y los de quienes festejaban el triunfo de Bosch, surgió una conversación que levantó cuestionamientos sobre la coronación de la tabasqueña.
Fátima Bosch es hija de Bernardo Bosch Hernández, actual asesor del Director General de Exploración y Producción en Petróleos Mexicanos (Pemex), y su tía es Mónica Fernández Balboa, exsenadora por Tabasco y titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP).
Estos vínculos han despertado sospechas sobre la legitimidad de su triunfo y críticas de influyentismo.
Rivalidad femenina en certámenes de belleza
El caso de Fátima Bosch evidencia cómo los concursos de belleza, lejos de empoderar a las mujeres, es un mecanismo que perpetúa la rivalidad masculina en nombre de la belleza hegemónica y sostiene estructuras de control patriarcal.
Lo cierto es que detrás del supuesto glamour de los certámenes de belleza se continúa perpetuando un estereotipo dañino: el de la mujer bella, hegemónica, delgada, hetero-cis blanca que es abnegada y que utiliza su coronación para realizar actividades sin fines de lucro, un ideal patriarcal que es televisado y por el que las mujeres compiten.
Como dice Bell Hooks en El feminismo es para todo mundo, explica que: “la sororidad va más allá del reconocimiento positivo de las experiencias de las mujeres e incluso de la afinidad por los sufrimientos comunes. La sororidad feminista está enraizada en el compromiso compartido de luchar contra la injusticia patriarcal, sin importar la forma que tome esa injusticia”.
Espacios como los certámenes de belleza retoman preceptos feministas para hablar de empoderamiento, por ellos, es fundamental cuestionarlos. Aquí no solo se disputa el control sobre los cuerpos de las mujeres, sino que bajo la apariencia de celebración femenina, reproducen dinámicas de rivalidad, vigilancia mutua y presión estética que refuerzan los mismos patrones de desigualdad que pretenden desafiar.